El Arca de Noé – Bosquejo para Sermones

Este es el Bosquejo para Sermones «El Arca de Noé» que nos enseña como fue construida.

Cita Bíblica: Génesis 6:11 al 8:16

INTRODUCCIÓN:

El diluvio fue un juicio de Dios para retrasar los efectos del pecado que Satanás había inoculado no sólo en Adán y Eva, sino en toda su descendencia. Es un hecho del pasado pero tiene también muchas lecciones simbólicas para el presente.

1. El arca es un tipo de Cristo y la salvación (1 Ti. 2:5): no existe más que un medio (véase también Hch. 4:12). Hay otras preguntas que pueden referirse a la doctrina, pero no a la persona de Dios ni tampoco a la de Cristo como autor de la salvación.

2. Un refugio segurísimo: el arca era construida de la mejor madera: «Hazte un arca de madera de gofer, calafateada con brea por dentro y por fuera». Era lo mejor en el tiempo de Noé, pero Cristo es mucho más. Él es la Roca. No una Iglesia como por ejemplo la romana, de otro modo ¿qué hubiera sido de los fieles en el tiempo de corrupción de la Edad Media? El alma humana no puede estar segura sino sobre Cristo. El que se ha refugiado en Cristo puede decir como Pablo: «Yo sé en quién he creído, y estoy cierto…» Él había sentido la persona espiritual de Cristo aun en sus peores años de prueba, cuando Satanás incitaba a los gobernadores romanos a que no le soltasen, pero el apóstol Pablo tuvo el privilegio de ver en vida la ciudad celestial (2 Co. 12:1–5). Un predicador ha dicho: «El que se ha refugiado en Cristo es tan salvo como Cristo mismo». Y aunque parezca exagerado es seguro, porque sus promesas son fieles y verdaderas.

3. Únicamente tarca de noe, noé, diluvio, bosquejoenía una puerta: en el sentido espiritual, todos necesitamos ser salvos del mismo modo (anécdota: una señora rica inglesa decía que no quería ser salva como su costurera).

Para la entrada en el arca, la jirafa tenía que agachar la cabeza. Puede haber diversas clases de personas, más fieles o menos, más morales y más deficientes, pero todas necesitan al igual la salvación que es en Cristo.

4. El arca tenía muchas habitaciones: después de la introducción del pecado en el mundo, el lobo y la oveja no podían estar en la misma habitación, tenía que haber aposentos diversos. Así es con la familia espiritual mientras estamos en la Tierra. En el pueblo de
Dios puede haber bautistas, reformados, pentecostales, metodistas y una multitud de organizaciones misioneras de diferentes nombres, pero todos son salvos de la misma manera, pasando por la puerta que es Cristo. Así lo dijo en otra parábola simbólica el mismo Señor:

«Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo» (Jn. 10:9).

5. El arca tenía una sola ventana: un solo medio para recibir luz del exterior. Nosotros tenemos una sola Biblia. ¿Cómo puede habe diferencia entre los cristianos verdaderos? En el arca había diversos grados de iluminación en la medida que nos acercamos a la Palabra de Dios y a hacer las cosas como Dios las prescribe, no según nuestro parecer o interpretación tenemos más luz, más comunión con Dios, más seguridad.

6. La ventana estaba cerca del techo: hay quienes creen que se hallaba en el mismo techo, pero yo creo que tocaba al techo, de otra manera habría sido imposible abrirla mientras las cataratas del Cielo caían sobre la Tierra (o sea, mientras los vapores acumulados arriba rodeaban toda la Tierra) (Gn. 2:5, 6), por eso el diluvio fue el descendimiento de una lluvia tan copiosa como jamás había ocurrido. Es muy posible que al disminuir el espesor del agua apareciera el Arco Iris, pues en el cap. 9 vs. 13 la traducción literal es: «Mi arco he puesto en las nubes» y, desde entonces, vino a ser un recuerdo y testimonio de la promesa de que no volvería a ser la Tierra sepultada en agua. En el sentido espiritual leemos: «Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba» (Col. 3:1).

7. El arca tenía tres pisos: sin duda, Noé vivía en el de arriba. En el arca espiritual, ¿no podemos decir que también hay pisos?

a) Hay cristianos que creen para no ser perdidos, hijos de creyentes que siguen profesando la fe de sus padres, pero se hallan en bastante oscuridad espiritual. No disfrutan mucho de la luz de arriba. Oyen el barullo de los no convertidos debajo de sus pies y aunque saben que allí hay peligro (como por ejemplo hoy día la sífilis, las drogas y el Sida) parecen tener nostalgia de permanecer en el segundo piso en lugar de aspirar a subir más arriba hasta el primero. No disfrutan de Dios ni del mundo. Se les hacen pesadas las cosas de Dios como las reuniones que no son estrictamente oficiales y pueden dispensarse de ellas.

b) Los que disfrutan más en lo de arriba que en lo de abajo. Un buen sermón nos alimenta y satisface como una comida. Asimismo una reunión de oración en la que reina la sinceridad, pero no pueden sufrir las oraciones pesadas de ciertos hermanos y deciden no asistir. ¿De quiénes somos nosotros? ¿Disfrutamos de las cosas de Dios a intermitencias? A veces nos sentimos profundamente cristianos y decimos: «Sí que tengo gozo; sí que tengo fe, Señor», pero otras veces dudamos de nosotros mismos, pues del Señor no podemos dudar. Estamos mirando a otros quizá más débiles que nosotros y decimos: «Sí que tengo fe»

8. Los que viven en el piso de arriba: ¿Los podemos mencionar? Apenas nos atrevemos, pero tenemos sus escritos que nos ayudan y estimulan: Jorge Muller, Spurgeon, Meyer, Moody, Livingstone y una larga lista de hombres de Dios de todos los siglos. Apenas si son atraídos por nada que no sea espiritual y su gozo es mucho más perdurable que el nuestro en nuestros mejores momentos.

CONCLUSIÓN:

Gracias a Dios, porque estamos dentro del arca los que hemos creído en la invitación del Evangelio; pero no nos contentemos con vivir en los sitios más bajos, sino aspiremos a subir al piso de arriba, a vivir con Dios hasta que Él pueda abrir la puerta superior de su Reino y oigamos las preciosas palabras «buen siervo y fiel… entra en el gozo de tu Señor».

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

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