Es muy importante saber que Dios habla a nuestras vidas a través de nuestras conciencias. Antes de que emprendamos cierta actividad, o acción, la conciencia nos hablará, y es entonces que se empieza a librar una gran batalla en nuestra mente. Es ese el preciso momento en que debe ganar la batalla por mantener las normas morales, la pureza y la honradez que nos debe caracterizar como cristianos.
¿EN QUE MOMENTO NOS HABLA NUESTRA CONCIENCIA?
La conciencia nos habla en todo tiempo y en todo lugar, pero su fuerza es variable. Hay ocasiones en que habla con voz apenas receptible (cuando no le escuchamos) y otras veces con voz fuerte (cuanto le oímos)
La forma de trabajar de nuestra conciencia es: Primero, nos habla antes de que ejecutemos alguna acción. Segundo, se limita a nuestra voluntad y deseos. Tercero, por último produce en nosotros una de dos reacciones, o nos arrepentimos (2 Samuel 24:10) o nos escondemos (Gen. 3:7-8).
La conciencia no solo juzga nuestras acciones, sino que también lo hace en: Nuestras palabras, nuestra comunicación con otros, nuestros pensamientos, nuestras actitudes, nuestros motivos. Cuando la conciencia habla, es porque Dios está hablando a nuestra mente sobre alguna situación de éstas, por lo que debemos tratar de ser sensibles a su voz.
La Biblia nos dice que hay varias clases de conciencia, que en cierto momento el hombre, aún el creyente puede tener. Algunas clases de conciencia son:
UNA BUENA CONCIENCIA (Hechos 23:1) No quiere decir aquí que Pablo nunca pecó, más bien que cuando su conciencia le hablaba, respondía positivamente (era receptible a su voz).
UNA MALA CONCIENCIA (Heb. 10:22) La Biblia no define de manera precisa lo que es una mala conciencia pero podemos llegar a la conclusión de que una mala conciencia es aquella que acepta el conocimiento de pecado. «Obras muertas» que no han sido confesadas ni limpiadas.
UNA CONCIENCIA DEBIL (1 Cor. 8:9-12) En este caso, el apóstol Pablo no solo advierte al creyente maduro en la fe, sino también critíca la actitud de muchos cristianos que no han, ni tratan la manera de madurar espiritualmente. Se dejan de llevar por lo que ven y no por lo que creen.
UNA CONCIENCIA CAUTERIZADA (1 Tim. 4:1-2 Efes. 4:18-19) Estos pasajes describen perfectamente a aquellos hombres cuya conciencia se ha insensibilizado. No atienden a los voz de su conciencia, son aquellos que pecan y se complacen en ello. Su conciencia ha sido cauterizada.
¿PUEDE UNA CONCIENCIA CAUTERIZADA VOLVER A SENTIR SENSIBILIDAD?
La conciencia cauterizada podemos compararla a los callos de la mano, parte de nuestra piel que por la clase de actividad que desarrollamos puede sufrir de insensibilidad al dolor. Afortunadamente nuestra conciencia no es como nuestra piel. Puede volver a experimentar sanidad y restauración. SI LA CONCIENCIA HA PERDIDO SENSIBILIDAD, PUEDE VOLVER A SER ADIESTRADA POR LA PALABRA DE DIOS.
«Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convierten de sus malos caminos, entonces oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.» 2 Crónicas 7:14
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