El propósito de las parábolas – Bosquejo

El presente mensaje sobre «El propósito de las parábolas de Jesús»es muy impactante y necesario para poder convertimos en verdaderos apologistas de la Palabra de Dios, este estudio me lo inspiró Dios por la conversación con personas que no aceptan que Jesús es el Mesías esperado.

Tema: La incredulidad del pueblo de Dios

Complemento: La necesidad de convertirnos en apologistas.

Introducción: El objetivo de este sermón es explicar La gran pregunta ¿por qué Jesús hablaba en parábolas?» ¿Será esta una ironía de nuestro Señor Jesucristo como lo expone Marcos o es real? Lo veremos a continuación.

Ilustración: Tomada del Facebook de alguien (me reservo el nombre) con quien tuvimos un intercambio de opiniones este día (por cierto él es judío y vive en Israel) él publicó: “Tiembla el Vaticano tras descubrimiento de Biblia de 1500 años que asegura Jesús no fue crucificado” El texto decía: “Una Biblia con más de 1.500 años fue descubierta en Turquía y es motivo de preocupación para el Vaticano. Eso es porque esta Biblia contiene el Evangelio de Bernabé, que fue uno de los discípulos de Cristo, que viajaron con el apóstol Pablo, la cual mantiene una visión de Jesucristo similar a la del Islam”. Yo le respondí: La verdad que me da tristeza ver que aun después tanto tiempo y todo lo escritos por los padres de la iglesia y de todos los concilios, hoy salgan con un librito desconocido, que según dicen fue escrito casi 400 años después del Nuevo Testamento, no tiene pruebas de nada, es algo que la verdad no tiene ningún valor porque niegan todo lo que dice la Biblia cristiana (esto es solo un fragmento de la conversación). ´La persona me contestó: Jose Alberto Vega, te diré que en ninguna parte del Antiguo Testamento dice sobre el Mesías del nuevo testamento, empezando que Ud se basa en una mala traducción del hebreo, en Isaías 7:14 dice: “Por tanto les dara D-os una señal He aquí una joven soltera concebirá y dará a luz un hijo y se le llamara Imanu-el», solo para su conocimiento señor Jose, su Mesías no se llamó Imanu-el, además su madre era ya casada, no era una joven soltera, el termino hebreo «almha» es una joven soltera, no casada, pero lo tergiversan esa traducción con el único fin de decir que Isaías hablo de el, pero no fue así, si sigue leyendo el mismo capítulo 7, hasta el versículo 20, vera que esos versículos fueron una profecía hecha antes el tiempo de que los asirios conquistaron y destruyeron el primer templo, pero le hago una recordación que según Ud se refiere a su mesias, pero le hago acordar que según la historia que Ud mismo conoce, el nacimiento de su mesias ocurrió después de que regresaron de ser destruido el primer templo y unos años antes de ser destruido el segundo templo por los romanos, que eran los que dominaban el lugar y no eran los asirios, es una diferencia de unos cientos de años, un pequeño error de cálculo!! le recomiendo que estudie algo más de historia.

I. “El que tiene oídos para oír, que oiga”

Jesús , predicación, incredulidad, judios

¿Qué se propone Jesús con esta expresión de Marcos 4:9?

Marcos 4:10  “Cuando estuvo solo,  los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola”

Este texto, les digo, me hizo pensar mucho, me dije: ¿Cómo es posible que Jesús dijera eso’ ¿Por qué? ¿Qué quería decir? La verdad que me sorprendió, ¿cómo era posible que Jesús quisiera que ciertas personas no fuesen salvas?

La amonestación, “El que tiene oídos para oír, que oiga”, no fue desatendida. V. 10. Cuando estuvo solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban acerca de las parábolas. Jesús se hallaba ahora solo, en el sentido de que había despedido a la multitud e ido a casa. Sin embargo, no se hallaba totalmente solo. Con él estaban los Doce. Pero obsérvese: “los que estaban alrededor de él junto con los Doce”. El significado parece ser que, además de los doce discípulos ya conocidos, se hallaban también presentes algunos que pertenecían al grupo más general de los seguidores constantes.

Marcos es único con su evangelio, a pesar de ser el más corto de los 4, es vívido, describe de tal manera todo lo dicho por el Señor que nos sorprende, porque capta hasta los gestos del Señor.  A este grupo heterogéneo en el momento en que le preguntan a Jesús acerca de las parábolas. Es significativo el uso del plural. Marcos, antes de decirnos que Jesús se quedó “solo”, relata sólo una parábola, la del sembrador; sin embargo, si fijamos la atención en las palabras que Marcos usa para referirse a las preguntas que los discípulos le hicieron a Jesús y la respuesta que él les dio (4:10–12), debemos volver nuevamente a Mateo 13, pero esta vez a los vv. 10–17, especialmente los vv. 10, 11, 13–15. El relato de Lucas (8:9, 10) parece ser un breve resumen.

II. ¿Por qué Jesús usaba las parábolas?

V, 11 “Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios;  mas a los que están fuera,  por parábolas todas las cosas”

Los que estaban con Jesús deseaban saber dos cosas:

  1. Por qué hacía uso de parábolas para hablar a las multitudes (cf. Mt. 13:10), y
  2. Cuál era el significado de una parábola en particular; por ejemplo, la de la cizaña (Mt. 13:36), o (aquí en Mr. 4:13) la del sembrador.

La palabra “misterio” es muy interesante. Fuera del cristianismo, en el ámbito pagano, se refería a una enseñanza o ceremonia secreta relativa a lo religioso, pero oculta para la gente común, y conocida (o practicada) por un grupo de iniciados. En la traducción griega de Daniel 2 en la LXX, donde la palabra aparece no menos de ocho veces (como singular en los vv. 18, 19, 27, 30 y 47b; y como plural en los vv. 28, 29, y 47a), se refiere a un “secreto” que ha de ser revelado, a un enigma que debe ser interpretado.

Aquí se puede definir como una persona o verdad que habría permanecido desconocida si Dios no la hubiese revelado; un secreto revelado o abierto. Así por ejemplo, si no se hubiese dado a conocer, no habríamos sabido que en toda época hay un remanente de judíos (también de gentiles) que será salvo, hasta que al fin, mediante la fe en Jesucristo “todo Israel” será recogido; y que este proceso continuará hasta el regreso de Cristo, cuando el número completo de gentiles destinados a la salvación haya sido recogido también (Ro. 11:25).

Este misterio había sido “dado”, es decir, “graciosamente revelado” a los que estaban con Jesús en aquel momento; en realidad, era revelado a todos los que le habían recibido con fe genuina. A los de afuera (literalmente: “a los que están afuera”) “todo les viene en parábolas”; es decir, a ellos se les presentaba las enseñanzas de Cristo por medio de parábolas. Por lo que sigue es claro que cuando Jesús habla aquí acerca de “los de afuera” está pensando especialmente en los endurecidos fariseos y sus seguidores, hombres de corazones impenitentes (cf. Mt. 13:13, 15), porque prosigue:

III. La explicación

12 “para que viendo, vean y no perciban; y oyendo,  oigan y no entiendan;  para que no se conviertan,  y les sean perdonados los pecados.”

Marcos resume de esta forma la esencia del texto citado por Cristo (Is. 6:9, 10). Lucas 8:10 es más breve. Una declaración más completa se halla en Mateo 13:13–15. Entonces, lo que Jesús dice, es: “Para los de afuera todo viene en parábolas, para que vean y vean pero no perciban… no sea que se conviertan y sean perdonados”. Pero, ¿cómo puede ser esto posible? ¿No resulta chocante? ¿Puede ser verdad que el bondadoso y misericordioso Salvador, el mismo que extendía constantemente tiernas invitaciones, se tomara tanto trabajo para impedir que la gente percibiera y entendiera la verdad? ¿Se puede decir que realmente hiciera un esfuerzo para impedir que los hombres se volviesen a Dios y fuesen perdonados?

Se han hecho varias tentativas para resolver este problema. Entre ellas están las siguientes:

  1. Se afirma que si interpretamos la partícula usada en el griego como si quisiera decir:

a. El resumen de Marcos (cf. la traducción de la LXX): “Para que viendo…, y oyendo…”, preserva el énfasis de la subyacente construcción hebrea de Is. 6:9, 10. Los plurales imperativos seguidos por infinitivos absolutos en hebreo están en el griego de Marcos representados por participios presentes seguidos por subjuntivos. En hebreo todo el pasaje (vv. 9, 10) consiste en una serie de órdenes enfáticas, introducidas por, “Y dijo: Anda y dí a este pueblo”. Luego sigue: “Oíd y oíd, pero no entendáis, Y ved y ved, pero no percibáis .

Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; no sea que vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y entiendan con su corazón, se conviertan y sean sanados.

Es evidente que Marcos abrevia, dejando fuera toda referencia a “Engruesa el corazón de este pueblo y agrava sus oídos…” Sin embargo, retiene, “… no sea que se conviertan y sean perdonados”, una forma legítima de decir “… No sea que… se conviertan y sean sanados”.

Se sugiere que tal vez el mismo Marcos interpretó erróneamente la palabra aramea que Jesús probablemente usó.

Respuesta. Marcos representa a Jesús como diciendo no sólo “para que” sino también “no sea que”. La combinación de para que… no sea que muestra que la partícula “para que” se interpreta mejor como indicando propósito.

  1. Esta expresión es una versión falsa e inaceptable de un dicho genuino de Jesús.

Además, a veces se agrega que en vista de pasajes tales como Mateo 11:28–30 y Apocalipsis 3:20, Jesús jamás pudo haber dicho las palabras que se le atribuyen en Marcos 4:11, 12.

Respuesta. No existe prueba de la teoría que considera esta expresión como falsa e inaceptable. Además, ¿es justo referirse a Mateo 11:28–30, pero olvidar el versículo 25, o a Apocalipsis 3:20 y dejar a un lado el versículo 16? Y por otra parte, ¿acaso el resumen de Marcos no refleja verdaderamente lo dicho en Isaías. 6:9, 10?

  1. Si las palabras de Cristo fueron las que Marcos registra, debieron de decirse en broma.

Evidentemente Jesús quiso que sus palabras fuesen tomadas exactamente en sentido opuesto al literal. Esto es claro por el hecho de que Mateo cambia diametralmente el significado de la declaración, haciendo que Jesús diga “porque (en lugar de para que) viendo no ven…”

Respuesta. Si aceptamos que al pronunciar el Maestro las palabras, “A vosotros ha sido dado el misterio de Dios” hablaba seriamente, declarando lo que conocía como un hecho, no como una broma, entonces lo que sigue, tan estrechamente ligado a estas palabras, debe considerarse también un hecho. Y en cuanto al pretendido conflicto entre Mateo, por un lado, y Marcos y Lucas, por el otro, ¿por qué no pueden ambos estar en lo cierto?

La verdadera explicación, según lo ve este autor, es la siguiente: las dos partículas, porque y para que (tanto si significan “a fin de que”—lo que yo prefiera—o “de modo que”) son correctas. Por propia elección, los fariseos impenitentes y sus seguidores rehusaron ver y oír. Por esto, se les habla ahora en parábolas, como castigo por su rechazo, “para que viendo, vean y no perciban, y oyendo, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados”.

Deben “afrontar las consecuencias de su propia ceguera y dureza” (Calvino sobre este pasaje). Dios había dado a aquellas personas una excelente oportunidad. Dios es soberano para quitar lo que el hombre no quiere mejorar, y entenebrecer el corazón del que se niega a escuchar. Endurece a los que se han endurecido. Si Dios somete incluso al entenebrecido pagano a la concupiscencia de su propio corazón, por detener con injusticia la verdad (Ro. 1:18, 26), ¿no castigará con mayor severidad al impenitente ante quien la Luz del mundo está confirmando constantemente la fidelidad de su mensaje? Y si bendice a los que aceptan lo misterioso, ¿no maldecirá a los que rechazan lo evidente? Es claro, entonces, que Mateo 13:13 está en armonía con Marcos 4:12. En realidad, el “porque” del primero ayuda a explicar el “para que” del segundo.

Cuando por decisión propia, y después de repetidas amenazas y promesas, la gente rechaza al Señor y desdeña sus mensajes, entonces él les endurece, para que los que no quisieron arrepentirse, no puedan arrepentirse y ser perdonados (véase también CNT sobre Mt. 13:10–15 y Jn. 12:37–41).

Y les dijo, “¿No sabéis lo que esta parábola significa? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? 

Por José Alberto Vega

Comentario al Nuevo Testamento de W., Hendriksen P. 156

Comentario al Nuevo Testamento de W., Hendriksen P. 156

Comentario al Nuevo Testamento W. Hendriksen p.158-159

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