Un Liderazgo Cristianos Eficaz en medio de los Conflictivos

I.             Introducción:

El presente ensayo trata sobre un tema muy interesante para nuestros ministerios cristianos, y es sobre cómo desarrollar un liderazgo eficaz en medio de los conflictos. El Salvador está pasando por un proceso muy importante en la proliferación de iglesias a nivel de todo el país, la gente llega a las iglesias con el deseo de escuchar la palabra de Dios, por supuesto el objetivo de la gente es encontrar un remanso de paz, pero muy pronto se encuentran en medio de una iglesia convulsionada por los problemas. Hay una tendencia equivocada a creer que los conflictos entre creyentes se solucionan cuando hay una persona que gana y otra que pierde.

Muchas veces los líderes creen que están resolviendo un conflicto tratándolo de una manera aguada, sin establecer los principios básicos de orden que deben de existir dentro de la iglesia; es por esta razón que muchas ocasiones el problema continúa y hasta se puede convertir en una situación más grave.

Siempre ha habido, hay y habrá conflictos en las iglesias. Por eso, vamos a examinar este tema desde varias perspectivas. Nuestra intención es proveer de herramientas, no a la iglesia, si no al líder de la iglesia a fin de prepararlo para poder encontrar una solución adecuada a la resolución de los problemas de una manera que agrade a Dios. Una iglesia que esté preparada con un liderazgo efectivo, que sepa resolver sus conflictos a la larga tendrá menos dificultades, porque no deberán cargar con los problemas no resueltos del pasado.

En esta ocasión veremos cómo enfrentar los diferentes conflictos dentro de una iglesia.

liderazgo, eficaz, conflictos

 II.           ¿Qué está sucediendo realmente en nuestras iglesias?

Nuestras iglesias a nivel nacional, y quizás a nivel latinoamericano, se han convertido en lugares donde todo el mundo quiere obtener una ganancia o privilegio. Muchos de los miembros de las congregaciones actuales llegan a la iglesia buscando un evangelio suave o ligero donde el pecado sea tolerado, es más, la gente cuando se le empieza a predicar la Palabra con fuerza se sienten incómodos.

Esto ha dado origen a una serie de conflictos internos dentro de la iglesia, empezando por el dirigente máximo que no se quiere ajustar a las normas exigidas por la Biblia y se vuelven un líder aguado, porque no tiene el carácter moral para exigirle a su congregación un comportamiento diferente; y es por esta razón, que la iglesia se ha convertido en un campo de batalla, donde cada uno quiere ganar porque cree tener la razón.

Es triste ver cómo se encuentra la iglesia actualmente, todo el mundo criticando a todo el mundo, pleitos entre los mismos hermanos, pleitos entre los líderes y los servidores, ¿Y dónde queda el pastor o líder principal de la iglesia en este momento? Queda atrapado en medio de lo que llamaremos un liderazgo conflictivo o aguado.

III. ¿Por qué se presentan los conflictos?

Jesucristo dijo que problemas siempre íbamos a tener (Juan 16:33), por supuesto que a nadie le gusta estar en problemas. Muchos cristianos consideran que estar en conflicto es estar en pecado. Al conflicto no se lo ve como parte normal de la vida cristiana. Pues se espera todo lo contrario dentro de la iglesia, pero desgraciadamente no es así. Vamos a tratar de encontrar la solución bíblica a esta situación. Jesucristo nos enseñó detalladamente cómo tratar con el conflicto, y el libro de Proverbios contiene secciones enteras sobre el tema.

El conflicto resulta inevitable por tres razones:

(a) nuestro conocimiento de Dios es incompleto e imperfecto, de manera que suponiendo que viviéramos en un mundo perfecto y sin pecado, hasta entonces quizás la situación cambiaría; (b) pero el caso no es así, Satanás trama conflictos cuando y donde sea posible, especialmente entre cristianos, hay veces que nos pone en conflicto aún con nosotros mismos, y siempre trata de hacer lo mismo en nuestra relación con Dios. (c) conscientemente entramos en conflicto cada vez que proclamamos el evangelio, y predicamos la santidad.

Y cada vez que presentamos objeciones contra el pecado en nuestra sociedad, contra la delincuencia juvenil, cuando enseñamos en contra de las sectas o testificamos de Cristo en medio de un mundo que no quiere cambiar. De modo que el conflicto está presente de manera permanente y debemos aprender a manejarlo cristianamente hasta tanto Cristo regrese a llevarnos al cielo, donde no habrá más llanto, ni enfermedad, ni dolor.

IV. ¿Dónde se genera el liderazgo conflictivo o aguado?

El liderazgo conflictivo o aguado se genera, por lo general, empezando con el líder principal de la iglesia. Esto se debe muchas veces a que esta persona no está preparada en el tema del liderazgo bíblico o espiritual, y por lo tanto, no sabe cómo dirigir su ministerio. Por supuesto los conflictos se generan en todo lugar, en las casas, en las escuelas, universidades, oficinas; pero hay un lugar muy especial donde se genera éstos, y que no debería ser así, y es en la iglesia.

Muchas personas asisten a la iglesia buscando un remanso de paz, pero al poco tiempo de estar asistiendo, a medida que se van relacionando con los demás hermanos de la iglesia y se involucran en esa pequeña comunidad y se relacionan en las diferentes actividades de la iglesia, es cuando empiezan a surgir los problemas, y especialmente cuando la persona empieza servir en los diferentes ministerios que existen dentro de la iglesia se hace necesario una interacción entre los diferentes servidores y líderes de la misma, es aquí donde surgir los conflictos.

En el conflicto es algo inherente al ser humano, toda vez dos personas empiecen a interactuar, siempre habrá una razón para estar emproblemados. No es que la persona quiera verse envuelta en problemas, si no que es prácticamente algo normal que surjan las dificultades, y es cuando el liderazgo se vuelve conflictivo, especialmente entre los líderes. Esto se debe a que como seres humanos todos tienen su forma diferente de pensar, actuar y de ver las cosas.

Satanás no estaría nunca contento si las personas no estuvieran peleando unas como otras. Es por esta razón que el liderazgo se vuelve tan esencial, porque es a los líderes que les toca lidiar con los problemas y es responsabilidad de ellos encontrarles la solución. Algunas veces los problemas más difíciles que se dan dentro de la iglesia son entre los mismos líderes.

A continuación veremos cómo salir adelante de un liderazgo conflictivo o aguado. Digo aguado, porque muchas veces se debe a esto que empiezan a surgir los problemas. Especialmente cuando el líder principal de la iglesia no las sabe gobernar y empieza a otorgar privilegios a personas que no tienen la capacidad para poder liderar al rebaño de Dios.

V. Doce consejos prácticos sobre cómo manejar el liderazgo conflictivo de una manera cristiana.

En el liderazgo conflictivo o aguado se hace necesario encontrar la manera de encontrar la solución a los conflictos.

1. El líder tiene que procurar estar ante la presencia de Dios y vivir en santidad hasta tener la perspectiva divina sobre el conflicto a resolver.

No actúe ni hable imprudentemente, saliéndose de control por enojo o por sentir que las cosas son injustas. Es algo que Moisés tuvo que aprender; su impetuoso mal genio en situaciones conflictivas le costó cuarenta años en el desierto en una oportunidad, y el costo fue no poder entrar a la Tierra Prometida. Sin embargo, cuando Moisés tuvo la perspectiva divina, pudo interceder con poder y resolver hasta las situaciones más difíciles, tales como la apostasía nacional y la adoración de ídolos, la rebelión religiosa y las luchas de poder.

2. Cuando se encuentre ante situaciones de falta de integridad recuerde que  Dios lo ha puesto a usted para que administre bien su obra.

Suponga que tienen un nombre en pecado grave en su iglesia. Porque sabe que debe disciplinarlo. Sin embargo, él es una persona muy popular, rica e influyente. Si lo disciplina, se puede producir una división en la iglesia y usted podría perder su trabajo como pastor. El Dios que creó los cielos y la tierra puede vérselas con gigantes, con ciudades fortificadas y guerreros inmensos llamados Goliat.

Ore durante el problema hasta que pueda caminar por fe, no por vista, y vea el problema como simplemente una pequeña piedra en la mano de un Dios Todopoderoso. Este es un clásico examen de integridad. Si usted se mantiene en su posición, podría perder a corto plazo. La iglesia podría dividirse y usted perdería su trabajo. Pero Dios le dará más de lo que alguna vez haya perdido y usted no tendrá remordimientos. 

Porque la integridad está tan íntimamente relacionada con la humildad que podríamos sostener que son sinónimos. Éstas están unidas imprescindiblemente.

3. Procure ser justo y delegue su autoridad a líderes que tengan dones.

Si usted se encuentra ante un conflicto donde tenga que delegar autoridad a alguien que está capacitado y que posee algún don para el ministerio, pero al mismo tiempo usted tiene un amigo dentro de la iglesia que usted quiere agradar por su posición económica y preparación académica.

Pero esta persona es avara y egoísta, y usted ve que no tienen ningún don especial para el ministerio, tiene que ser justo y delegar la autoridad a la persona que sí la merece, sin importar la situación en que se encuentre esta persona, puede ser humilde, tal vez con poca preparación académica. Pero que Dios lo ha dotado con toda la gracia necesaria para el cargo. No lo dude y use al que Dios ya había preparado de antemano para el puesto. No tenga temor de ofender a su amigo, Dios lo respaldará.

4. Evite las jerarquías hasta donde sea posible.

Como es costumbre en muchas iglesias se usa el sistema secular llamado “nepotismo”, y consiste en colocar en los puestos claves a miembros de la familia. Uno de los problemas puede ser que el pastor coloca a sus familiares en los puestos más importantes de la iglesia. El otro puede ser que también coloca en a sus amigos o personas que económicamente están bien establecidas, o porque tienen algún título académico.

Esto genera un descontento entre los demás líderes o servidores de la iglesia porque da pauta a mantener una escala jerárquica, pues los familiares y los demás líderes más preparados se sienten superiores a los demás, esto genera un conflicto muy grande dentro de la iglesia

Además de eso el pastor o líder principal pierde todo su poder pues se siente atado con estas personas, y cuando ellos toman decisiones equivocadas el pastor se ve imposibilitado de poderles llamar la atención, esto genera un caos dentro de la iglesia. Y es por la razón por la cual muchas personas, después de un tiempo de estar viviendo esto, no se pueden acostumbrar al ver las preferencias, y la prepotencia de estos líderes y mejor abandona la iglesia.

Porque según las Escrituras y de la experiencia sabemos que las jerarquías cristianas generan abuso que resultan en la anulación de la autoridades espiritual. Por lo tanto el liderazgo cristiano no debe de ser jerárquico.

5. Sepa cómo decir las cosas.

Las palabras que se usan son cruciales. «Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y joyel de oro fino es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. Como frío de nieve en tiempo de siega, así es el mensajero fiel a quienes lo envían, pues reconforta el alma de su señor» (Pr. 25:11-13). Lo que usted diga debe ser claro, amable, cierto y apropiado. Hay un tiempo oportuno y una manera adecuada de decir las cosas, y uno lo aprende con la práctica y estudiando a la gente. Nunca mienta, ni cree confusión, ni olvide que le está hablando a otro ser humano que tiene sentimientos; escoja con cuidado el momento y el lugar. La diferencia será enorme. 

6. Cuando corrija sea breve, no regañe ni haga sentir mal a la gente, y si hay una equivocación asuma usted el error.

Cuando algún miembro de la iglesia ha cometido una falta usted debe de encarar el problema e inmediatamente, porque si no lo hace así perderá la fuerza del momento y la gente creerá que a usted no le interesa esa situación. La corrección no debe de durar más de un minuto, y no trate de sacar provecho de esta equivocación sacándole la persona otros errores que cometieron anteriormente, a nadie le gusta ser confrontado con un regaño. Al ser breve usted está encarando el problema como debe de ser y sin caer en el error del regaño.

Nosotros debemos de tomar la responsabilidad por las acciones de nuestros subordinados. En nuestro liderazgo dentro de la iglesia siempre tengamos la valentía de asumir como nuestros los errores que cometan las personas de las cuales nosotros estamos a cargo. Porque si la persona ha cometido un error, casi siempre se debe a que nosotros no hemos sabido explicarnos cuando hemos dado las órdenes, y aunque no haya sido así, es nuestra la responsabilidad de asumir el error.

7. No sea demasiado severo ni absoluto.

La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor. Pr. 15:1

En una situación delicada no sea un dogmático burdo.

Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina. Pr. 12:18

Con mucha paciencia se aplaca el príncipe, pues la lengua suave hasta los huesos quebranta. Pr. 25:15

Sea amable, sensato, misericordioso, puro, lleno de buenos frutos.

Pues donde hay celos y rivalidad, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. Stg. 3:16-18 

8. Actúe con rapidez y no agrande las cosas.

El líder efectivo tiene que aprender a encarar los problemas de una manera rápida y sin sobredimensionar la situación. Se tiene que hacer con rapidez por diferentes razones, una de ellas es, que si se deja pasar el tiempo la situación se puede volver complicada.

El que inicia la discordia es como quien suelta las aguas, ¡abandona, pues, la contienda, antes que se complique! Pr. 17:14

A menos que la gente sea confrontada en cuanto a su comportamiento erróneo, lo más probable es que no cambie. Y es más factible que aprendamos de un recordatorio amable que de un gran escándalo que haga necesario el uso de todo nuestro poder. Si usted está en una iglesia o una organización cristiana, instituya la corrección amable como parte de un liderazgo efectivo. No involucre a otros a menos que sea necesario. Ésta es la actitud sabia básica que está por detrás del proceso de tres etapas de Mateo 18 y de la exhortación de Jesús en varias ocasiones: «ve y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has ganado a tu hermano».

9. Tiene que estar preparado para sufrir pero no dejarse ganar la batalla.

Las presiones del liderazgo son enormes. Un líder tiene que estar preparado para sufrir. Un llamado al liderazgo cristiano, es un llamado al sufrimiento. Con frecuencia la gente tiene altas expectativas de un líder, las cuales él no puede satisfacer. En lugar de buscar a Cristo las personas pueden estar buscando a un pastor para satisfacer sus necesidades, y cuando el pastorales falla, lo consideran incompetente. Pero esto no quiere decir que usted se sentará a llorar con los problemas, al contrario tiene que hacerle frente, pero de una forma amable y firme. El pueblo necesita saber que tiene un líder capaz y que está dispuesto a llevar paz y tranquilidad a su rebaño.

10. Recuerde tiene que tratar a las personas como su igual.

Una de las características principales de un buen líder debe de ser que no parezca autoritario ni jerárquico. Cuando usted trate a sus ovejas como sus iguales, ellos deben ver en usted a su pastor, a alguien que las cuida con cariño, a alguien que está dispuesto a sacrificarse por el bienestar de ellos. Y para lograr esto todo buen líder debe de privarse de la arrogancia. Cuando usted trata con sus ovejas, ellas tienen que aprender a verlo con cariño. Recuerde de esta manera usted puede llevar a cualquiera al lugar donde usted quiera, porque la oveja sigue a su pastor, le tiene confianza, y lo obedecen.

11. No olvide que usted está allí para servir no para gobernar.

 El liderazgo cristiano se enfoca más en ayudar a otros que en mandarlos. Si usted escogió la carrera de pastor es porque usted estaba dispuesto a servir. Y la meta del líder cristiano al ofrecerse al servicio es para velar por el interés de sus seguidores y procurar que ellos sean lo mejor que puedan ser. Pero no olvide que es con humildad, con cariño, no con voz de mando militar.

12. La función del líder, como saber hacer su trabajo.

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Hechos 20:28

La primera preocupación espiritual del líder debe ser por sí mismo. Significa que el líder debe atender a su propio bienestar espiritual primero. El líder debe de tener una vida devocional sólida y consistente. Dios nos ha llamado para apacentar, para guiar y cuidar su rebaño. Para llevar a cabo esta tarea el líder debe de ser un ejemplo para los demás. Para esto todo líder debe de tener una estrategia y esta es capacitar la iglesia para hacer la obra del ministerio. Entonces el resultado de esta estrategia es que el producto del líder es otros líderes.

El llamado al liderazgo viene de Dios por gracia. Nadie la merece. El líder está comprometido con la gente más bien que con un programa. Su estrategia es preparar a otros para hacer la obra del ministerio que incluye la capacitación de otros para dirigir. 

VI. Conclusión

Como hemos podido ver, el liderazgo espiritual conflictivo o aguado tiene su razón de ser. Empieza desde  la cabeza principal de la iglesia, y se debe a una falta de preparación bíblica, y a malas prácticas por ambición o por amistad con personas influyentes. Nuestro manual debería de ser siempre la Biblia pues ella nos da el ejemplo de grandes líderes como Moisés, Josué, David, y otros. Gracias a Dios que la Palabra de Dios nos cuenta todos los errores que cometieron estos grandes hombres de Dios. Así que no debemos de extrañarnos por los conflictos, como podemos ver, sino más bien, el enfocarnos a resolver el problema del liderazgo aguado.

Estos doce concejos, prácticamente se quedan cortos para todos los casos que se pueden dar en la realidad, pero por motivo del espacio disponible para este ensayo solo tocamos algunos, los más relevantes.

Gracias bendito Señor por permitirme llevar a feliz término esta tarea. Bendiciones.

VII. Bibliografía

  • Santa Biblia Reina Valera, revisión 1960, Broadman & Publishers, Nashville Tennesse, 1998
  • Smalling, Roger L. “Liderazgo Cristiano, Principios y Práctica” Mints, 15 de Marzo, 2005
  • Maxwell, John C. “Las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo” Thomas Nelson Publishers, Nashville, 1998
  • http://www.desarrollocristiano.com/articulo.php?id=812

¿Te gustaría anunciar tu empresa aquí? Leer más

¿Qué opinas? Únete a la Discusión