La Revelación: La Palabra de Dios – Meditación

Si queremos escuchar a Dios, hay un camino privilegiado para lograrlo, y es leer su Palabra. La Biblia nos dice que Dios habló a nuestros Padres, de muchas maneras y en muchas ocasiones. A lo largo de miles de años fue diciendo Dios su palabra a Abraham, a Isaac, a Jacob, a Moisés, a los jueces, a los profetas.

Cuando llegó la plenitud de los tiempos habló a María y a José, a los pastores y a los magos, y de modo especialísimo habló a los discípulos por medio de nuestro Señor Jesús.

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo. Hebreos 1:1-2

Jesús es la Palabra de Dios encarnada. Al ver a Jesús los hombres conocieron al Padre; al escuchar a Jesús, los discípulos captaron el mensaje de Dios.

Esta palabra de Dios no se apagó con la muerte de Jesús. Siguió resonando por medio de los apóstoles y profetas, y sigue todavía llegando a nosotros por medio de la Iglesia.

El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. Hechos 13:44

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Cuando en la Iglesia se proclama la Palabra de Dios por medio de toda la Biblia, pasando por el Antiguo Testamento, los evangelios las enseñanzas de Jesús o de los apóstoles descubrimos  una dimensión de profundidad en el mensaje leído: es Dios mismo quien a través del ministerio del la predicación se sigue comunicando con su pueblo para invitarlo a la conversión o al compromiso.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17

A través de la Biblia nos habla Dios. Se da a conocer en lo que dice y en lo que hace. Por eso al leer la Palabra de Dios, procuremos captar más y mejor lo que El espera de nosotros. Al profundizar su mensaje nos irá revelando su misterio. Será como un telón que se va abriendo, mientras las luces, cada vez con mayor intensidad nos permiten ver, conocer, y amar. Nuestra oración no puede sino basarse en la Palabra Revelada: su lectura es un camino privilegiado para escuchar a Dios, para dialogar con El.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebreos 4:12-13

Podemos decir que cuando leemos la Biblia es Dios quien nos está hablando directamente a través de su Revelación especial.

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