Para Padres e Hijos – Bosquejo

Bosquejo para Sermones titulado «Para Padres e Hijos» que enseña como criar a los hijos con valores cristianos.

Tema: Las bases para la formación de los hijos

Objetivo: Enseñar a los padres a criar hijos con valores cristianos, hijos con carácter que sepan huir del pecado.

Introducción:

Todos nos encontramos con el problema de cómo lidiar con los problemas de nuestros hijos. Cuando están pequeños es una delicia tratar con ellos, hasta su aliento es tan fresco que da gusto besarlos y apapacharlos, pero a medida que van creciendo algo va saliendo diferente, empiezan a cambiar, ya se empieza a ver ciertas cosas malas en ellos, como el egoísmo con sus hermanos, empiezan a mentir, etc. ¿Cual es la razón? Por el pecado que mora en nosotros.

Punto 1. ¿Como enseñarles a nuestros hijos los valores para toda la vida desde que están pequeños?

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6  Y estas palabras que yo te mando hoy,  estarán sobre tu corazón; 7  y las repetirás a tus hijos,  y hablarás de ellas estando en tu casa,  y andando por el camino,  y al acostarte,  y cuando te levantes. 8  Y las atarás como una señal en tu mano,  y estarán como frontales entre tus ojos; 9  y las escribirás en los postes de tu casa,  y en tus puertas. Deuteronomio  6:6-9

Esto es llamado el Shemá y era la costumbre en el antiguo Israel, Las enseñó Moisés en el aproximadamente en año 1406 a.C. Sobre este principio fue criado prácticamente todo niño hebreo, incluyendo nuestro Señor Jesucristo.

Punto 2. Un drama ejemplar de la maldad de hijos malcriados Ofni y Finees

Tenían un padre que no los supo corregir, que fue muy aguado con ellos, que les tuvo temor.

1 Samuel 2:12; 16,17, 22-25: 12  Los hijos de Elí eran hombres impíos,  y no tenían conocimiento de Jehová. 16  Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero,  y después toma tanto como quieras;  él respondía: No,  sino dámela ahora mismo;  de otra manera yo la tomaré por la fuerza. 17  Era,  pues,  muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes;  porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová. 22 Pero Elí era muy viejo;  y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel,  y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. 23  Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes?  Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. 24  No,  hijos míos,  porque no es buena fama la que yo oigo;  pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. 25  Si pecare el hombre contra el hombre,  los jueces le juzgarán;  mas si alguno pecare contra Jehová,  ¿quién rogará por él?  Pero ellos no oyeron la voz de su padre,  porque Jehová había resuelto hacerlos morir. 

1 Samuel 2:34: Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día.

1 Samuel 4:17: Y el mensajero respondió diciendo: Israel huyó delante de los filisteos, y también fue hecha gran mortandad en el pueblo; y también tus dos hijos, Ofni y Finees, fueron muertos, y el arca de Dios ha sido tomada.

Como vemos fue un triste final el de estos hijos que no recibieron la corrección de su padre.

Ejemplo de un buen hijo que ha sido criado en amor:

Génesis 37:2: Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos.

Génesis 37:3: Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.

Un buen hijo bien criado nunca cambiará:

Génesis 37:28: Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.

Pero Dios estaba con él:

Génesis 39:4: Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. 

Génesis 39:6: Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era Joséde hermoso semblante y bella presencia. 

Génesis 39:7: Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso Sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. 

Un joven bien criado no cambiará ni aun estando en la cárcel.

Génesis 39:20: Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. 

Génesis 39:23: No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con JOSÉ, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

Gen 45:5  Ahora,  pues,  no os entristezcáis,  ni os pese de haberme vendido acá;  porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra,  y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7  Y Dios me envió delante de vosotros,  para preservaros posteridad sobre la tierra,  y para daros vida por medio de gran liberación. 8  Así,  pues,  no me enviasteis acá vosotros,  sino Dios,  que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa,  y por gobernador en toda la tierra de Egipto. 9  Daos prisa,  id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto;  ven a mí,  no te detengas. 10  Habitarás en la tierra de Gosén,  y estarás cerca de mí,  tú y tus hijos,  y los hijos de tus hijos,  tus ganados y tus vacas,  y todo lo que tienes.

Punto 3. ¿Cual es clave para educar hijos que sean ejemplo?

2 Timoteo 2:22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

Nosotros como padres tenemos la tarea de criar bien a nuestros hijos. Tal vez podemos argumentar que Timoteo no era un adolescente cuando Pablo le escribió este consejo, pero sí pienso que aún no siendo así, este pasaje nos muestra la clave de la victoria para convertir el período de la adolescencia, del cual muchos se lamentan, en un tiempo de gran bendición.

Este puede ser un tiempo en el cual, antes de ganarse a sus hijos, lo pierden. Este es un gran reto para todos los períodos por los cuales transcurren nuestros hijos, seria de mucha bendición para nuestras vidas, en la medida en que podamos dedicarnos a ellos y sembrar en ellos lo que la Palabra de Dios nos demanda como padres.

«La adolescencia es el período de la vida de nuestros hijos de más bendición en toda la experiencia que hemos obtenido de su crianza».

Veamos la clave para obtener esta bendición bajo el siguiente bosquejo:

I. AYUDEMÓSLOS A HUIR (2 Ti. 2:22)

“Huye también de las pasiones juveniles”.

 A.      SENTANDO LAS BASES             

Es por esto que tenemos que comenzar con el principio planteado en Deuteronomio 6:6-7 cuando Dios dice a Israel:

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.                    

Debe estar claro que todo aquello que vamos a enseñar y de lo cual vamos a testimoniar, debe primeramente gobernar nuestro corazón para luego ser transmitido a nuestros hijos. La Palabra de Dios es y tiene que ser la única fuente y base fundamental en la cual debemos comenzar a construir la educación y crianza de nuestros hijos.

B.      CREÁNDOLES CONVICCIONES SOBRE LAS PASIONES

1. La clave no está en que nos pasemos la vida repitiendo como papagayos todos los versículos de la Biblia a nuestros hijos como lo hizo el pueblo de Israel, quienes en la mayoría de los casos terminaron leyendo la Palabra como letanías interminables, sin poner sentido ni interés de poner por obra las demandas de Dios, Mateo 23:3. Mat 23:3  Así que,  todo lo que os digan que guardéis,  guardadlo y hacedlo;  mas no hagáis conforme a sus obras,  porque dicen,  y no hacen.

2. Lo que Dios quiere es que le demos convicciones a nuestros hijos,

3. Tener convicción implica creer, tener evidencia, estar firmes y seguros de que lo que creemos es bueno y necesario para nuestras vidas y para la vida de nuestros hijos.

C.      PROVEYÉNDOLES UN EJEMPLO DE VIDA

1. No hacemos absolutamente nada con querer enseñar a otros aquello de lo cual nosotros no estamos convencidos y mucho menos si se trata de nuestros hijos, quienes a diario ven lo que practicamos y quienes se convertirán en nuestros analistas más severos. Si vamos a enseñarles a huir de las pasiones juveniles, procuremos que nos vean huyendo cada día de ellas.

2. Efesios 6:4 nos dice: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. Esto nos advierte que todo padre que pretenda educar o criar a sus hijos sin proveerles un ejemplo de vida del cual copiar e inspirar su obediencia, todo lo que hará es provocar sus hijos a ira.  

II. AYUDEMOSLOS A SEGUIR (2 Ti. 2:22)

y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz”.

A.      SIGUIENDO LA JUSTICIA               

Este pasaje de la Palabra de Dios. no solamente nos enseña a huir de las pasiones que nos apartan de la vida que agrada a Dios, sino que también nos enseña que debemos tomar la senda que posee características individuales de santidad que Dios demanda de nosotros.

Se nos enseña aquí que la primera característica de la senda a seguir es «LA JUSTICIA».

Santiago 3:18; Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

1 Pedro 2:24; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,  para que nosotros,  estando muertos a los pecados,  vivamos a la justicia;  y por cuya herida fuisteis sanados.

1 Juan 2:29. Si sabéis que él es justo,  sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.

Mateo 5:6 y 10 sobre nuestra actitud frente a la justicia: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.

B.      SIGUIENDO LA FE

1. «LA FE», La fe es definida en Hebreos 11:1 como: «La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». Lo que nos indica que debemos orar porque nuestros hijos asimilen y confíen en aquello que por gracia de Dios hemos confiado y para que dediquen su vida al servicio de Cristo Jesús y su obra.

2. Sabemos que la fe viene por gracia, pero también sabemos que si somos padres de fe y tomamos la senda que se caracteriza por una vida de fe, nuestros hijos tendrán una gran oportunidad para lograr ser hombres y mujeres de fe.

C.      SIGUIENDO EL AMOR

1.       «EL AMOR», sabemos que un padre que ama disciplina, Hebreos 12:6. Porque el Señor al que ama,  disciplina,

2.       Un adolescente espera amor genuino de sus padres y cuando no lo encuentra en ellos lo buscará de otros, Procuremos ser para ellos verdaderos amigos, que les amen y que ellos se convenzan de que nuestro amor es sincero y compartido. 

D.      SIGUIENDO LA PAZ

1. LA PAZ» , Romanos 5:1 Justificados,  pues,  por la fe,  tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

 2. En un hogar de incrédulos no puede haber paz y es por esta razón que los adolescentes buscan la primera oportunidad para escapar de sus hogares los cuales están saturados de toda clase de guerras y desavenencias.

III. AYUDÉMOSLOS A PERSEVERAR (2 Ti. 2:22)

         “Con los que de corazón limpio invocan al Señor”.

NO DIGAMOS SOLAMENTE NO

Son muchos los adolescentes que terminan abandonando el evangelio porque se sienten hastiados de que a todo digamos «NO».

Recordemos  que Dios nos provee de principios que nos ayudarán a ser parte integral de la vida de nuestros hijos adolescentes y que nos permitirá salvar al máximo la barrera generacional que de manera natural se levanta entre padres e hijos.

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen. 

Por: José Alberto Vega   

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