Acán, el Perturbador del Pueblo – Bosquejo

Cita Bíblica: Josué 7:1–26

INTRODUCCIÓN:

«Acán» significa «perturbador». Este capítulo relata cómo Acán perturbó al pueblo de Dios. Notemos:

1. Un pueblo derrotado (vv. 2–6): la gran victoria ganada por Israel sobre la fuerte ciudad de Jericó fue seguida por una gran derrota frente al pequeño pueblo de Hai. Grandes victorias en la vida cristiana a veces son seguidas por grandes fracasos.

2. Una plegaria desanimada (vv. 7–9): la oración de Josué era más una murmuración que una oración, y mostró desconfianza en las promesas de Dios. Aun un Elías pudo desanimarse (1 R. 19:24). No debemos hacer oraciones que deshonren a Dios. «Levántate… el pueblo ha pecado» (vv. 10, 11). Es inútil orar cuando hay pecado no confesado (Sal. 66:18; Jn 9:31), pues en este caso Dios no puede cumplir sus promesas.

3. Uacán, perturbador del pueblo, bosquejon pecado denunciado (vv. 11, 12): el pueblo había quebrantado el mandato de Dios (6:17–19, tomado lo que fue condenado, hurtado lo que fue apartado para Dios, mentido y encubierto lo robado. ¿Cómo podría Dios bendecirlo?

4. El pecador descubierto (vv. 16–21): un hombre, Acán, resultó ser el culpable. Un hombre había perturbado todo el pueblo. Así un hombre, Adán, había perjudicado a la humanidad entera (Ro. 5:12). ¡Qué daño puede causar un miembro a la iglesia! Acán tuvo que confesar su pecado: «Vi… codicié… tomé… escondí…» (v. 21). Así hicieron Adán y Eva; así hizo Giezi (2 R. 5:26–27). «Sabed que os alcanzará vuestro pecado» (Nm. 32:23; He. 4:13).

5. La pena descargada (vv. 24, 25): la paga del pecado es inevitable (Ro. 2:1–3; 6:23; He. 9:27). Sólo el pecador que se arrepiente de su pecado y lo confiesa hallará misericordia (Pr. 28:13; 1 Jn. 1:9).

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

Por José Alberto Vega

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