Aceptando los Planes de Dios – Bosquejo

En este bosquejo nos enseña como aceptar los planes de Dios en nuestras vidas. El libro de Job nos enseña mucho acerca de las pruebas que Dios manda y las bendiciones que vienen después.

Cita Bíblica: Job 1:1–13

Introducción:

El libro de Job está escrito en poesía hebrea antigua, excepto los dos primeros capítulos y el epílogo. Representa una historia que se propagó por tradición, pues el hecho es más antiguo que Moisés, pues no se dice que fuera judío, sino que conservaba la religión primitiva enseñada por Dios al mismo Adán durante el período al primer habitante de la Tierra como explicamos en el primer sermón. No sabemos cuánto duró este tiempo anterior a la caída, pero debió ser bastante largo para que se cumpliera lo que dice en Gn. 2:19: «Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los Cielos, y los trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar, y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre». Naturalmente, todo esto aconteció antes de la caída y del nacimiento de Caín y Abel. Muchos lectores de la Biblia han creído que Caín y Abel fueron los únicos hijos de Adán y por esto surge el problema que aducen algunas veces los lectores de la Biblia: ¿De quién tuvo temor Caín? Y aun otra: ¿Con quién se casó Caín antes de matar a Abel? Ambas preguntas quedan aclaradas leyendo Gn. 5:4, 5.

aceptando a Dios, planes, hombre, humillado, cristiano1. La persona de Job: era, pues, un adorador de Dios anterior a la Ley, cuando el Señor dijo a Satanás: «¿Has considerado a mi siervo Job?» (Job 1:8). Tenía siete hijos y era tan temeroso de Dios que intercedía por ellos, temiendo que en sus banquetes o fiestas hubiesen ofendido a Dios. Como buen padre, se preocupaba de la vida espiritual de sus hijos. Un buen ejemplo para los padres de nuestros días. Los padres suelen sentirse orgullosos de sus hijos y, a veces, cuando visitamos a una familia, nos sacan los dibujos y diplomas obtenidos por éstos. Dios es nuestro Padre Celestial, como nos enseña nuestro Señor Jesucristo, y todos los seres humanos somos criaturas suyas, pero somos sus hijos y herederos y coherederos con Cristo, los que le hemos aceptado como nuestro Salvador y Señor. ¿No queremos dar a Dios la satisfacción de que pueda decir de nosotros como dijo de Job? (1:8).

2. El misterio de Satanás: parece que Satanás había sido puesto a prueba, lo mismo que los otros ángeles y pudiera arrepentirse y pedir perdón, hasta que tuvo lugar la muerte de Cristo, pues es curioso aquel versículo de Jn. 12:31: «Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si soy levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo», y decía esto dando a entender de qué muerte había de morir. El orgullo de Satanás era de ser como Dios, y Dios lo ha dejado alrededor de la Tierra como su ministro tentador (Ef. 6:10–18). La vida de fe de los hijos de Dios a través de los tiempos no habría sido lo que fue y lo que continúa siendo de no ser la influencia malévola de Satanás. Jesús dijo: «Satanás os ha pedido para zarandearos como trigo». He aquí otra experiencia semejante a la de Job en días de Jesucristo mismo, pero Él venció al diablo al tomar su decisión diciendo: «¿Qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Si para esto he venido. Padre glorifica tu nombre» (Jn. 12:27, 28).

3. ¿Por qué no eliminó Dios a Satanás? Ésta es la pregunta que me han hecho muchas veces, pero siempre he contestado que Dios no es un dictador. El salmista dice: «Tu pueblo lo será de buena voluntad en el día de tu poder» (Sal. 110:3). Los ángeles obedientes fueron probablemente probados también y decidieron que la voluntad de Dios era lo mejor; pero no así Satanás. Todavía no está confinado en el abismo, pero está ya condenado, pues lo que hizo durante el tiempo de la humillación del Verbo de Dios, no tiene perdón. Vencer al diablo por un acto tan grande de amor como lo que Dios hizo cuando envió a Jesucristo al mundo, es la mayor manifestación del carácter de Dios. Vencer al diablo y a sus secuaces por la fe y amor al Invisible, es nuestra respuesta a su gran amor. Cuando le amamos con algún notorio sacrificio estamos venciendo nuevamente a Satanás y desacreditando su rebeldía. Un día el universo entero tendrá que reconocer esta verdad y la gran paciencia de Dios.

4. Satanás el insistente tentador: Satanás pretendió que no es posible confiar en Dios y ser bueno por puro amor, confianza y gratitud. Procuró hacer desconfiar de Dios a nuestros primeros padres con una pregunta insidiosa (Gn. 3:1) y a Job mediante su enfermedad. Job no blasfema; es cierto que se queja, pero con toda la razón, y Satanás queda burlado. Alguien ha llamado a Satanás el agente tentador de Dios. Parece que todos los ángeles de Dios tuvieron su tiempo de prueba y unas dos terceras partes quedaron obedientes al Creador, agradecidos por el hecho de su existencia. Pero Satanás se propuso suplantar a Dios subiendo al mismo Cielo y haciéndose pasar como Dios (Is. 14:12–14).

5. Satanás se halla sujeto a Dios: esto aprendemos de Job 1 y 2, y por lo que Jesús declaró a sus discípulos: «Satanás os ha pedido para zarandearos como trigo». He aquí otra experiencia semejante a la de Job en días de Jesucristo, pero El venció al diablo al tomar su decisión: «¿Qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Si para esto he venido. Padre, glorifica tu nombre» (Jn. 12:27, 28).

6. El equivocado consejo de su esposa: Job llegó al extremo del dolor no solamente físico, sino moral, cuando escuchó la desesperada sugerencia de su esposa: «Maldice a Dios y muérete» (Job 2:9). Estaba tan indignada de verle sufrir que le amonesta a poner fin a sus sufrimientos por el suicidio. Si el ser íntegro y temer a Dios traía este resultado, es que su esposo era bueno y Dios era malo. Debemos tener en cuenta que ni Job ni su esposa tenían la revelación completa de Dios, ni siquiera el Antiguo Testamento. Sólo unas tradiciones de palabra que se habían transmitido de padres a hijos; sin embargo, Job tenía fe en Dios. No era tan insensato para creer que el mundo podía haberse construido solo, pero ¿cómo era este Dios? La tesis de Job, por fe, con mucho menos fundamento que nosotros, era de que Dios es bueno, aunque él no hubiera podido entender sus caminos. Ella habría disfrutado con que Job hubiese blasfemado o se hubiese atado una cuerda al cuello y saltado de un árbol al aire y acabar de sufrir. Su tesis era: «Ya que Dios permite que sufras, dale un bofetón moral de palabra y por un hecho irreparable».

7. La sensata respuesta de Job: «Como las mujeres tontas, así has hablado: El bien recibimos de Dios, ¿y el mal no recibiremos?» (Job 2:10). Lo noble de esta respuesta es que ellos tenían menos luz que nosotros. No tenían las promesas de Jesucristo para la otra vida; sin embargo, se empeña en considerar a Dios bueno, contando con su propia experiencia comparativa de su prosperidad anterior.

8. Dios premió esta fe y terminó la prueba: se cree que tendría unos 70 años y sabemos que vivió 140; así que había vivido 69 gozando el bien, entonces son 69 contra 1, si ésta fue la largura de la prueba. Este es un razonamiento muy optimista, digno de una grande fe. ¿Habríamos razonado nosotros de esta manera sin tener las promesas de Jesucristo respecto a la vida venidera ni el ejemplo de los que han sufrido tormentos y aun la hoguera en las persecuciones primitivas y de la Edad Media por la fe en un invisible Señor?

Conclusión:

El caso de Job es una lección de fe para hacemos pensar y consolarnos en nuestras aflicciones presentes. ¡Que sepamos aprenderla!

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

¿Te gustaría anunciar tu empresa aquí? Leer más

¿Qué opinas? Únete a la Discusión