El Día de la Independencia – Bosquejo para Sermones

Queremos ser libres, esta es la oportunidad, estudiaremos El Día de nuestra Independencia

Tema: Nuestra Libertad

Objetivo: Enseñar a los amigos y a los hermanos a obtener nuestra verdadera libertad.

Introducción: Hoy que se celebra la independencia en nuestros países Centro Americanos, la gente acude a las calles para ver los desfiles con mucho entusiasmo. Todos están muy emocionados celebrando algo que sucedió hace muchos años, una independencia de un país de otro, pero muchas de estas personas no saben que todavía no son libres completamente, que todavía son esclavos, sí esclavos del pecado. Podemos ser libres como país, pero, ¿somos libres como personas?, ¿somos libres del mal?

Ilustración: Estados Unidos de América se liberó de Inglaterra en 1776, La India, Sud África, Canadá, y otros se independizaron de Inglaterra, y Centro América y todos los demás países latino americanos se independizaron también a su debido tiempo. Pero estos países se independizaron a través de guerras o luchas internas. Podemos decir que se han liberado, pero, ¿como personas somos completamente libres?

Punto 1. ¿Por qué todavía somos esclavos?

Juan 8:34-36  Jesús les respondió: De cierto,  de cierto os digo,  que todo aquel que hace pecado,  esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre;  el hijo sí queda para siempre. Así que,  si el Hijo os libertare,  seréis verdaderamente libres.»

Romanos 6:16  ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle,  sois esclavos de aquel a quien obedecéis,  sea del pecado para muerte,  o sea de la obediencia para justicia?

El Cristo en la cruzproblema es que somos esclavos del pecado, continuamos pecando, todos somos pecadores. El hombre natural, el que no ha recibido a Cristo como su salvador, quizá cuando peca lo hace más por falta de conocimiento  y su falta puede ser menor porque lo hace por ignorancia. Pero el problema es cuando somos cristianos y seguimos pecando, la falta es más grave pues se supone que ya tenemos a Cristo en nuestro corazón y ya hemos sido sellados con su Santo Espíritu, y que nuestra lucha diaria es vivir en santidad,  pero le seguimos fallando al Señor porque la verdad es que no hay nada bueno en nosotros. Jesús dijo que no había ni uno bueno.

Pero tenemos la oportunidad de someternos a Aquel que nos puede dar la salvación. Al Hijo que nos liberta, por quien somos verdaderamente libres. Al  que hizo el máximo sacrificio para libertarnos.

Punto 2. Pero el Señor ya nos había ofrecido libertad.

Isaías 61:1  “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí,  porque me ungió Jehová;  me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,  a vendar a los quebrantados de corazón,  a publicar libertad a los cautivos,  y a los presos apertura de la cárcel”

Lucas 4:17-21  Y se le dio el libro del profeta Isaías;  y habiendo abierto el libro,  halló el lugar donde estaba escrito: Espíritu del Señor está sobre mí,  Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;  Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;  A pregonar libertad a los cautivos,  Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro,  lo dio al ministro,  y se sentó;  y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Si, ya se cumplió la promesa de Dios Padre, se cumplió con el Hijo. Cristo vino a este mundo a traernos no solo buenas nuevas a los pobres, no solo a sanar a los quebrantados de corazón, ni solo vista a los ciegos, El vino a libertar a los oprimidos, El vino a pregonar y a cumplir la promesa de libertarnos del pecado.

Romanos 6:17-18  Pero gracias a Dios,  que aunque erais esclavos del pecado,  habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado,  vinisteis a ser siervos de la justicia.

Cuando nosotros hacemos a Cristo el Señor de nuestras vidas es que realmente podemos considerarnos libres, ya el pecado no se enseñoreará en nuestras vidas.

Punto 3. ¿Qué tenemos que hacer para ser liberados?

Juan 8:31-32  Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si vosotros permaneciereis en mi palabra,  seréis verdaderamente mis discípulos;  y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.»

Lo que tenemos que hacer es permanecer en Jesús y ser sus discípulos, para conocer la verdad y esta nos hará libres.

Punto 4. ¿Pero por qué tenemos que hacer para ser sus discípulos?

Juan 8:12  Otra vez Jesús les habló,  diciendo: «Yo soy la luz del mundo;  el que me sigue,  no andará en tinieblas,  sino que tendrá la luz de la vida.»

Tenemos que seguirlo a Él, para tener su luz y convertirnos nosotros también en luz para otros.

Punto 5 y cierre.

Juan 8:36 “Así que,  si el Hijo os libertare,  seréis verdaderamente libres.”

El día que Cristo murió en la cruz, es el día de nuestra independencia, pues el vino a morir en una cruz para que todo aquel que lo reciba como su Señor y salvador personal, se convierte inmediatamente un una persona libre.

El día que lo recibimos, podemos decir que es nuestro Día de Independencia.

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