El Ejercicio de la Fe: Abel – Bosquejo para Sermones

Este es el Bosquejo para Sermones «El Ejercicio de la Fe: Abel» que nos ayuda a entender más el libro de Hebreos, en el cual tenemos 24 héroes de la fe.

Cita Bíblica: Hebreos 11:1–4

Introducción:

fe, cima, logro, escalar, ascenso, altura, grandezaEn el libro de hebreos tenemos 24 héroes de la fe cuya mitad se halla en el cap. 11 de modo resumido. Este capítulo contiene la mejor tesis de la fe. No que fueran perfectos tales personajes, pero su fe les guiaba en el camino de Dios. Fueron gente ordinaria y en algunos casos graves pecadores, pero su fe en Dios les puso en el camino de agradarle. En He. 11:4 se encuentra la primera de tales personas. Estudiemos las características de su fe.

1. Abel tenía el más simple conocimiento de Dios, pero se dejó guiar por el Espíritu Santo, y ejerció su fe de un modo muy acertado, adivinando los planes de Dios: hay que leer entre líneas para comprender esta verdad. Tanto él como su hermano trajeron una ofrenda a Dios. La suya era la menos atractiva, pero era la más obediente a las instrucciones divinas. Se supone que cuando Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva tuvo que sacrificar un cordero. Abel imitó el ejemplo y la afirmación de He. 11:4, de que lo hizo por fe, nos muestra que algo fue revelado a sus padres acerca del propósito de Dios de cubrir el pecado de los hombres mediante un sacrificio.

2. Abel se reconoció pecador al ofrecer un sacrificio de tal naturaleza.

3. Abel ejerció su fe reconociendo que Dios no se agrada de lo más hermoso, sino de la obediencia a lo que Él había revelado.Se adhirió a las palabras de Dios, nada más y fue aceptado (Is. 64:6, Ro. 3:20, Ef. 2:1–10 y Tit. 3:5).

4. Abel ejerció fe al ofrecer una ofrenda que prefiguraba la gran ofrenda de Jesucristo por el pecado. Posiblemente, oró diciendo: «Señor Tú diste a mis padres la promesa de Uno que vendrá para expiar nuestros pecados y vengo a adorarte de la manera que Tú has mandado, porque creo en tu promesa y sé que se cumplirá. No comprendo todo lo que esto significa, pero quiero obedecer lo que dijiste acerca de éste que aplastará la cabeza de la serpiente sacrificándose por los hombres. Acepta la vida de este cordero en mi lugar y perdona mis pecados por amor a Aquel que ha de venir» (Is. 53:5–6; 2 Co. 5:21; 1 P. 2:24; 1 Jn. 1:7).

5. Abel ejerció fe al aceptar el testimonio de Dios y por ella fue justificado. La expresión «alcanzó testimonio de que era justo», es interpretada por algunos como que Dios le diouna mejor intención que la de su hermano pero no es así. Abel creyó sencillamente a Dios y por ello fue justificado. Así debe ser con nosotros (Ro. 8:1).

6. El testimonio posterior de Abel: «Aun muerto, habla» del secreto de su fe. Abel continúa proclamando a las generaciones que le han sucedido que hay solamente una manera de poder ser justificado ante un Dios santo, y es por la fe en la sangre preciosa de Cristo, la víctima celestial (He. 9:22).

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

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