El Papel del Espíritu Santo en la Tierra – Bosquejo

Hoy tendremos la oportunidad de conocer «El Papel del Espíritu Santo en la Tierra» 

Tema: El Consolador

Complemento: El Espíritu de verdad.

Introducción: Poder describir el papel del Espíritu Santo en la vida de cada creyente es una tarea harto difícil, y larga, pero hemos tratado de resumir en este corto mensaje la tremenda importancia del Espíritu en los que hemos recibido a Cristo como el Señor de nuestras vidas.

Publicación1

 

I. Como Jesús prepara a sus discípulos y todos sus seguidores

Hechos 1:4-8  “Y estando juntos,  les mandó que no se fueran de Jerusalén,  sino que esperasen la promesa del Padre,  la cual,  les dijo,  oísteis de mí. 5  Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. 6  Entonces los que se habían reunido le preguntaron,  diciendo: Señor,  ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7  Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones,  que el Padre puso en su sola potestad; 8 pero recibiréis poder,  cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,  y me seréis testigos en Jerusalén,  en toda Judea,  en Samaria,  y hasta lo último de la tierra.

Este fue el primero y el último tema de su enseñanza sobre la tierra. que no se fuesen de Jerusalén—Porque el Espíritu Santo había de glorificar el estado presente de las cosas, descendiendo sobre sus discípulos en su asiento metropolitano, y en la próxima de sus grandes festividades después de la ascensión de la Cabeza de la Iglesia; para que se cumpliese la profecía: “de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”

“No se vayan de Jerusalén, sino que esperen la promesa de mi Padre”. Esta orden que Jesús dio a sus apóstoles debemos verla a la luz de su contexto histórico. Después de su resurrección, Jesús les dijo que volvieran a Galilea Mat 28:10  “Entonces Jesús les dijo: No temáis;  id,  dad las nuevas a mis hermanos,  para que vayan a Galilea,  y allí me verán”. Mar 16:7  “Pero id,  decid a sus discípulos,  y a Pedro,  que él va delante de vosotros a Galilea;  allí le veréis,  como os dijo.”

Ellos obedecieron prontamente por dos razones: Primero, porque podrían ver una vez más a Jesús en Galilea, como les había dicho. Y segundo, porque no tenían ningún deseo de permanecer en Jerusalén, el lugar donde los judíos habían dado muerte a Jesús. Sin embargo, el Domingo de Resurrección Jesús ya les había dicho que, comenzando en Jerusalén, ellos proclamarían arrepentimiento y perdón en su nombre a todas las naciones. Les dijo:

“Yo envío sobre vosotros lo que prometió mi Padre; pero permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto” (Lc. 24:49 C.N.T.).

Hechos 1:8 “Aquí, Lucas presenta el tema de todo el libro. Este pasaje contiene la promesa de Pentecostés y el mandato de ser testigos de Jesús en las siguientes áreas geográficas: Jerusalén, Judea y Samaria, y todo el mundo.
a. La promesa. Jesús y los discípulos están en un inconfundible paralelo al momento de comenzar sus respectivos ministerios. Cuando Jesús fue bautizado, el Espíritu Santo descendió sobre él y lo fortaleció para
hacer frente al poder de Satanás (véase Mt. 3:16). Antes que los apóstoles estuvieran capacitados para asumir su tremenda responsabilidad de construir la iglesia de Cristo y conquistar las fortalezas de Satanás, ellos reciben el
poder del Espíritu Santo. El Domingo de Resurrección en el aposento alto, Jesús sopló sobre los apóstoles y dijo:

“Recibid el Espíritu Santo” (Jn. 20:22). Pero inmediatamente antes, les dijo: “Como el Padre me envió, así también yo os envío” (v. 21).

El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Por ejemplo, Jesús informa a los discípulos en su discurso de despedida:

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí” (Jn. 15:26).

El Espíritu Santo, entonces, no es una fuerza inanimada, sino que es la tercera persona de la Trinidad. Y la promesa del Espíritu se origina con el Padre:

“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros” (Lc. 24:49a).

b. El mandato. Sólo a través de la llenura de la persona y el poder del Espíritu Santo, pueden los discípulos ser testigos de Cristo Jesús. Pero no sólo los discípulos reciben el don del Espíritu, sino que, como Lucas lo señala en Hechos, numerosas personas son llenas con el Espíritu Santo y llegan a ser testigos de Cristo. “Un testigo efectivo sólo puede estar donde el Espíritu está, y donde el Espíritu está, el testigo efectivo siempre le seguirá”.La palabra de Jesús: “Recibiréis poder” se aplica primero a los doce apóstoles y luego a todos los creyentes que son efectivamente testigos de Cristo Jesús

Como ver nuestro Señor Jesucristo estaba pendiente de lo que iba a suceder, además ya lo tenía todo preparado para que Su Gracia pudiera funcionar según su plan, era necesaria la venida permanente del Espíritu Santo a la tierra, para que todos los habían sido elegidos desde antes de la fundación del mundo, a la hora de ser tocados por la predicación del evangelio y tomaran la decisión de recibir a Cristo como su Salvador personal iban a necesitar el Espíritu de Verdad dentro de ellos para que pudiéramos cumplir con su llamado a ser de Cristo. Esto lo podemos ver después de Pentecostés, Pedro ya no es el mismo Pedro iracundo, temperamental, sino un Pedro lleno de poder, lo vemos en su primer discurso con una seguridad y maestría como una persona preparada, no parecía ser un hombre común del pueblo, un simple pescador. El resultado: la conversión de 3000 personas.

II. El Espíritu Santo tiene un papel de suma importancia en la tierra por eso el Señor Jesús dijo que era necesario que viniera el Cosolador

Juan 14:15-18 “Si me amáis,  guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre,  y os dará otro Consolador,  para que esté con vosotros para siempre:17  el Espíritu de verdad,  al cual el mundo no puede recibir,  porque no le ve,  ni le conoce;  pero vosotros le conocéis,  porque mora con vosotros,  y estará en vosotros. 18  No os dejaré huérfanos;  vendré a vosotros; 15:26  Pero cuando venga el Consolador,  a quien yo os enviaré del Padre,  el Espíritu de verdad,  el cual procede del Padre,  él dará testimonio acerca de mí.

Vv 15-17. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, etc.—Esta conexión parece designada para enseñar que el templo propio para el Espíritu de Jesús es el corazón lleno de amor a él, que vive activamente para él, y así era la preparación propia para el don prometido. Os dará otro Consolador—palabra usada sólo por Juan; en su Evangelio con referencia al Espíritu Santo, en su Primera Epístola, (2:1), con referencia a Cristo mismo. Su sentido propio es “abogado”, “patrón”, “ayudador”. Este sentido último es evidentemente el indicado en cuanto a Cristo (1Jn_2:1), y en este sentido comprende todo el consuelo como también la ayuda de la obra del Espíritu. El Espíritu es prometido aquí como uno que ocuparía el lugar propio de Cristo en su ausencia. Para que esté con vosotros para siempre—para no irse nunca, como Jesús se iba en cuerpo. Al cual el mundo no puede recibir, etc.—Véase 1Co_2:14, porque está con vosotros, y será en vosotros—Aunque la plenitud propia de estos dos era todavía futura, nuestro Señor, usando tanto el presente como el futuro, parece decir claramente que ellos ya tenían el germen de esta grande bendición.

III. Funciones del Espíritu Santo: Él nos lleva a toda verdad.

Espíritu Santo, nos ayudará en nuestro diario andar en la fe, y creceremos en sabiduría y discernimiento, vemos:

  1. El Espíritu Santo redarguye, corrige, instruye en justicia, 2 Tim. 3:14-17 “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste,  sabiendo de quién has aprendido; 15  y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras,  las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16  Toda la Escritura es inspirada por Dios,  y útil para enseñar,  para redargüir,  para corregir,  para instruir en justicia, 17  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,  enteramente preparado para toda buena obra.

Asimismo vemos a través de este pasaje que el Espíritu Santo nos hace reconocer el espíritu de error, nos ayuda a discernir toda mentira del enemigo para que no caigamos en confusión y herejía. También vemos que todo espíritu que venga de Dios siempre confesará que Jesucristo vino en carne, y nos guiará a la verdad. Es decir, nos hará ver toda mentira y nos hará abrir los ojos para que no vayamos tras espíritus engañadores de Satanás. El Espíritu Santo nunca dirá algo que esté fuera de la Palabra, o que la contradiga directamente. Él siempre nos llevará a la luz y a la verdad. Porque Él nunca, por ejemplo, nos dirá que no leamos la Biblia, o que le demos más entidad a una «revelación» que esté por fuera de la Palabra. Tampoco traerá desorden a nuestras vidas. Por el contrario, él ordenará nuestras vidas y mente.

Entonces, es importante que recordemos que el Espíritu Santo es Consolador, Maestro, Guía, que nos regenera y mora en nosotros. Él nos instruye, nos enseña, nos capacita, nos perfecciona, nos guía a la verdad, nos corrige, nos hace discernir el error, y nos hace buscar más de Dios. Porque como dice en el versículo 1 debemos probar los espíritus si son de Dios, y la única manera de probarlos es a través de la Escritura inspirada por el Espíritu Santo, y permitiendo que éste obre en nosotros, para que podamos discernir eficazmente el error. Es por eso que tenemos que estar atentos para que no caigamos en error, ya que el enemigo anda como león rugiente. Por eso dediquemos tiempo al estudio serio de la Palabra, y la oración para que seamos sensibles a Su Voz, y no indiferentes. Porque de este modo seremos eficaces en discernir cualquier engaño, y no caeremos bajo falsas enseñanzas de falsos maestros sino que permaneceremos en Cristo, y Él nos bendecirá con más sabiduría de lo alto.

Jesús señala al Padre y no a sí mismo, porque, como el Espíritu Santo, él ha sido enviado por el Padre. Como portavoz del Padre, Jesús promete el don del Espíritu (Jn. 14:26).

Conclusión: Por lo tanto esta es la razón de por qué necesitamos el Espíritu Santo en la Tierra.

Si usted todavía no ha tenido el privilegio de tener el Espíritu Santo en usted, lo invito a que reciba Cristo para hacerse poseedor del Espíritu de Dios en su Vida.

Por José Alberto Vega, 16 de septiembre de 2015

Comentario al Nuevo Testamento JFB eSword

Comentario al Nuevo Testamento William Hendriksen p. 46

Ibid p. 46

Comentario al Nuevo Testamento Juan de William Hendriksen p.48

Ibid JFB eSword

http://generacionvictoriosablog.blogspot.com/2014/05/funciones-del-espiritu-santo-el-nos.html

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