Esperando la Coronación – Bosquejo

Este es el Bosquejo para Sermones titulado «Esperando la Coronación» que te servirá para preparar tus sermones.

Cita biblíca: 2 Timoteo 4:6–8

INTRODUCCIÓN:

Apostol Pablo escribiendo tesalonicenses, bosquejo, esperandoNada podría ser más propio de Pablo de acuerdo a su carácter y circunstancias que este lenguaje paulino…

1. Pablo había casi alcanzado el punto de conexión entre la Tierra y el Cielo: Pablo ya era un anciano, y su martirio había sido determinado para dentro de no mucho tiempo. El dice que ha acabado la carrera, y que ha peleado al buena batalla. El próximo paso habría de ser el pasaje a la eternidad. Su situación no era como para sentir pena por él, sino para felicitarle.

2. Reflexiones de Pablo sobre la vida pasada: «La buena batalla». Había peleado por una buena causa, la causa de Dios, y el bienestar eterno de los seres humanos, por los cuales había muerto el Redentor. Es la causa más noble por la que el corazón de un hombre o un ángel jamás haya latido. «He guardado la fe». Pablo había recibido el Evangelio como un depósito sagrado, y lo había guardado, defendido, y mantenido con toda fidelidad. En medio de todas la varias formas de duda e incredulidad que había visto, se mantuvo firme como una roca en defensa de la verdad. Perseveró incansablemente hasta haber acabado la carrera.

3. Pablo mira hacia adelante, a la promesa que Dios le dará: sus ojos miran hacia el futuro y la gloria se eleva majestuosa ante él—«una corona» le espera—emblema de riquezas, de dignidad, de autoridad—una medida inconcebible de gozo, la corona de justicia», adquirida por la justicia del Redentor, una corona segura y de inmenso valor. De parte de Dios es también un testimonio público en honor de Sus santos. La recompensa es dada por un Juez justo, y es intachable.

CONCLUSIÓN:

Esperaremos nuestra recompensa hasta el día de la venida del Señor. Es una recompensa tan segura como el pacto de fidelidad de Dios, y como la gracia y el poder del Mediador.

Otras riquezas pasarán y desaparecerán, pero las dádivas de Dios son eternas. Bendito y bienaventurado el creyente moribundo que mira atrás y ve que el camino de peregrinaje por el desierto ya se ha terminado; y al mirar hacia adelante puede ver las visiones de la
inmortalidad.

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

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