La Gran Diferencia – Bosquejo para Sermones

Este bosquejo nos enseña la Gran Diferencia entre ser un hombre de Dios y que es el hombre malo.

Tema: El hombre de Dios  y el malo

Objetivo: Enseñar los beneficios de ser un hombre de Dios.

Introducción: Existe una gran diferencia entre el hombre que se deleita en las cosas de Dios con el que las desprecia. Desde que el pecado entró al mundo, el hombre perdió su comunión con Dios y se reveló contra Él. En la presente meditación estudiaremos uno de los pasajes de la Biblia que describe muy bien esta diferencia.

Ilustración: La desobediencia del hombre en el huerto del Edén. Génesis 3.

Punto 1. Cualidades del hombre de Dios.La gran diferencia, el bien y el mal, el hombre de dios y el malo

Salmos 1:1-3  Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2  Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3  Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,  Que da su fruto en su tiempo,  Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,  prosperará.

Este Salmo sirve de introducción a todo el libro de los Salmos y prepara al lector para que esté alerta de los falsos adoradores, haciendo un contraste entre dos caminos: el camino bienaventurado de los justos (vers. 1-3) y el camino de condenación de los impíos (vers. 4-6)

El carácter y condición, y el destíno presente y futuro, de los piadosos y de los impíos se describen y se contrastan, enseñando que la verdadera piedad es la fuente de la felicidad final, y el pecado, la de la miseria. Como tal es el resumen de todo el libro, este Salmo, haya sido puesto así de propósito o no, forma un prefacio muy propio.

El justo es bienaventurado, porque ha escogido tener una relación vital y victoriosa con Dios, relación que se manifiesta por medio de la fe (cp. Sal 2:12; 34:8; 84:5; 144:15; 146:5) y la obediencia a los mandamientos del Señor recibiendo abundantes bendiciones (vers. 1-3; cp. Mt 5:3-13)

  1. No anda con malos
  2. No se junta con los pecadores
  3. Aborrece a los escarnecedores
  4. En la Biblia está su delicia y medita en ella de día y de noche
  5. Es como árbol frondoso bien plantado
  6. Da fruto
  7. Su hoja no cae
  8. Y todo lo que hace prospera.

Punto 2. ¿La diferencia con el malo?

Salmos 1:4-6  No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. 5  Por tanto,  no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6  Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

El impío, sin embargo, por el camino que ha escogido, no se sostendrá en el juicio, y no podrá resistir la ira de Dios cuando El separe a los justos de los impíos (vers. 4-6; cp. Sal 76:7; 130:3; Mal 3:2: Mt. 13:24-30; 2 Ts 1:5-10; Ap 6:17).

  1. Es como el tamo (la trilla seca que se lleva el viento).
  2. No podrá resistir la ira de Dios.
  3. No estará con los justos.
  4. Y su camino es para perdición (a una condenación eterna).

Punto 3. ¿Por qué sucede esto?

R/ Por ser esclavos del pecado.

Romanos 6:16  “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle,  sois esclavos de aquel a quien obedecéis,  sea del pecado para muerte,  o sea de la obediencia para justicia?

Esta es la razón por la que el hombre malo no le interesa las cosas de Dios, pues está muerto espiritualmente.

Efesios 2:1-3  “…cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2  en los cuales anduvisteis en otro tiempo,  siguiendo la corriente de este mundo,  conforme al príncipe de la potestad del aire,  el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,  haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos,  y éramos por naturaleza hijos de ira,  lo mismo que los demás.

El origen del pecado se le atribuye a Satanás:

Ezequiel 28:15-17 “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,  hasta que se halló en ti maldad. 16  A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad,  y pecaste;  por lo que yo te eché del monte de Dios,  y te arrojé de entre las piedras del fuego,  oh querubín protector. 17  Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,  corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;  yo te arrojaré por tierra;  delante de los reyes te pondré para que miren en ti.

Desde que Satanás fue expulsado del cielo, se desató una batalla entre el bien y el mal. Entre Dios y Satanás. Dios busca la forma de rescatar a la humanidad de la condenación eterna a la cual el Maligno quiere llevarla por medio del pecado.

Estando Satanás en la tierra hizo que el hombre cayera, tentó a Eva para que el pecado entrara el mundo por un hombre, Adán. Y así como el pecado entró al mundo por un hombre, así también por un Hombre fuimos libertados.

Punto 4. ¿Quién nos liberó?

R/ Dios por medio de Jesucristo

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna. 17  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,  sino para que el mundo sea salvo por él.18  El que en él cree,  no es condenado;  pero el que no cree,  ya ha sido condenado,  porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19  Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo,  y los hombres amaron más las tinieblas que la luz,  porque sus obras eran malas. 20  Porque todo aquel que hace lo malo,  aborrece la luz y no viene a la luz,  para que sus obras no sean reprendidas. 21  Mas el que practica la verdad viene a la luz,  para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Por el gran amor de Dios hacia los hombres envió a su Hijo al mundo para que el mundo fuera salvo por Él.

A pesar de ver a la raza humana con una tendencia grande hacia el pecado, Dios se compadeció y quiso librarnos del Maligno:

Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores,  Cristo murió por nosotros.

Romanos 6:17-21  Pero gracias a Dios,  que aunque erais esclavos del pecado,  habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18  y libertados del pecado,  vinisteis a ser siervos de la justicia. 19  Hablo como humano,  por vuestra humana debilidad;  que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad,  así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 20  Porque cuando erais esclavos del pecado,  erais libres acerca de la justicia. 21  ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis?  Porque el fin de ellas es muerte.

Pero ya hemos sido liberados de esa esclavitud del pecado, y ahora somos libres gracias al amor de Dios, que entregó a su Hijo para que nos librara,

Romanos 6:22-23  Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,  tenéis por vuestro fruto la santificación,  y como fin,  la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte,  mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Hoy lo que nos toca es dar frutos dignos de arrepentimiento por agradecimiento a Dios que nos ha salvado.

Si usted le ha tocado este mensaje, y nunca ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador, lo invito a que lo reciba y esto hará una gran diferencia en su vida.

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