El Libro de 1 Pedro – Bosquejo

pedro, capitulo 1, bosquejoEl Libro de 1 Pedro – Bosquejo. Este libro fue escrito por el Apóstol Pedro.

¿Quién era Pedro?  Pedro fue una persona muy conocida en el Nuevo Testamento y está mencionado 157 veces.  Fue un de los doce apóstoles que Jesús había escogido para estar con él.

Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;  Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,  Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. Mateo 10:2-4.

Pedro siempre aparece primero en las lista de los apóstoles y fue el líder entre ellos.

Pedro es conocido por tres nombres:

Pedro – Mateo 4:18, “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores”. Este nombre aparece 156 veces en el Nuevo Testamento.

Simón – Hechos 15:14 “Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre”.  Fue llamado por este nombre mas de 50 veces en los Evangelios y en el libro de Hechos.

Cefas – Juan 1:42 “Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas  (que quiere decir, Pedro).  Jesús dio este nombre a Pedro y Pablo usó este nombre 6 veces cuando refirió a Pedro en el Nuevo Testamento.

En la Biblia hay bastante información sobre Pedro y su familia.  Era hijo de Jonás.  “Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas  (que quiere decir, Pedro)”.  Juan 1:42  Tenía un hermano llamado Andrés.  “Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:”.  Juan 6:8. Era de la ciudad de Bethsaida. Juan 1:44 “Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro”.  Fueron compañeros con Jacobo y Juan en la pescaría.  “y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres”.  Lucas 5:10.

Tenía una casa en Capernaum.  “Y entraron en Capernaum; y los días de reposo,  entrando en la sinagoga, enseñaba . . Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan”.  Marcos 1:21,29.  Pedro era casado.  “Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella”.  Marcos 1:30.  Fue Pedro quien Dios usó para ser el principal predicador en el Día de Pentecostés.  Hechos 2:14 “Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras”.  En el libro de los Hechos Pedro fue considerado el líder de la nueva iglesia en Jerusalén.

Fue la visión de Pedro que abrió la puerta del Evangelio a los gentiles (a los que no eran judíos de nacimiento),  Hechos 10:1-48.  “Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis;  y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra;”  Vs. 10-11

Pedro escribió dos libros en el Nuevo Testamento, 1 y 2 de Pedro; y según la tradición fue muerto en Jerusalén por el año 60 d.C.

Esta carta fue escrita a los discípulos que fueron perseguidos en Jerusalén y Palestina por su fe en Jesús.    Hechos 8:1,  “Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles”.

VS.         2   Elegidos, no predestinados a la salvación.  Todos los que creen en Jesucristo para la salvación de sus almas, son elegidos para ser hijos de Dios.     “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.  Juan 1:12.

Santificación – Por el Espíritu Santo somos sellados, santificados para ser parte de la familia de Dios. 1 Corintios 1:2, “A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”.

Rociados con él sangre de Jesucristo.  El altar del Antiguo Testamento fue rociado con la sangre de los animales sacrificados. Éxodo 29:16, “Y matarás el carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor”.

La sangre del animal sacrificado fue rociada sobre el altar para asociarse a la persona ofreciendo el animal con la redención de su alma.  La sangre del animal no quitó su pecado, pero cubrió sus ofensas y reveló su fe en el futuro sacrificio de Cristo.

También el pueblo fue rociado con sangre para mostrar su asociación con el pacto de Dios. Éxodo 24:8 “Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto  que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas”.

Y de igual manera cuando somos bautizados en el Nombre de Jesús, estamos mostrando nuestra asociación con Cristo y su iglesia.

Gracia y paz.   Pablo usó esta frase varias veces en sus libros.  No hay paz sin la gracia de Dios.  En el mundo está faltando la paz porque ellos no conocen la Gracia de Dios en Cristo Jesús.  Pablo dijo en Filipenses 4:6-7 que la paz de Dios es lo que guarda nuestros pensamientos y corazones en este mundo de maldad.  “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

VS.         3  Bendito el Dios y Padre.  Todo de lo que tenemos es de Dios.  Pablo dijo que por la gracia de Dios él era lo que era.

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.  1 Corintios 15:10

Grande misericordia.

La palabra misericordia significa compasión, comprensión, benevolencia, ternura y pena.  Solamente cuando acerquemos el trono de Dios por los meritos de Cristo,  podremos experimentar la misericordia de Dios.  “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.  Hebreos 4:16

Nos hizo renacer.  La única manera de alcanzar la salvación de nuestras almas es por el nuevo nacimiento, un nacimiento espiritual.  Jesús dijo a Nicodemo:  “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”  Juan 3:3.

Una esperanza viva.  Nuestra esperanza no está basada en un Cristo muerto, pero en un Cristo triunfante, victorioso y vivo; un Cristo que resucitó de los muertos.  “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.  Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”.  1 Corintios 15:21-22

A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.  Colosenses 1:27

Nuestro Cristo no necesita ser cargado por las calles de la ciudad por los hombres.  Nuestro Salvador no es una imagen de madera o barro hecha por los hombres,  pero una persona viva que resucitó de entre los muertos y está vivo para siempre en los cielos.

Por la resurrección de Jesucristo de los muertos.  “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”.  1 Corintios 15:20

Nuestra esperanza de vida eterna está basada en la resurrección de nuestro Salvador.

Pablo dijo: “Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte”.  1 Corintios 15:23-26

Vs.         4  “una herencia”

La palabra herencia significa algo que uno recibe de una otra persona.  A veces nuestras características son heredadas de nuestros padres.  Pero en este versículo la referencia es de algo que vamos a heredar después de esta vida.  Es como una herencia dejada a nosotros por nuestros padres, o un pariente que murió.

Nuestra herencia es algo diferente de las herencias de este mundo.  Pedro dijo que es: incorruptible, incontaminada e inmarcesible.

Vamos a examinar estas tres palabras.

“incorruptible”. . .  ¿Qué significa la palabra incorruptible?  Significa estar puro, no pervertido, estar en su estado original y natural.  Algo que no puede ser contaminado.

Muchas herencias han sido contestadas por los herederos, ellos tratan de alterar los deseos del autor.

“incontaminada” . . .   Algo que no puede ser alterada, no como  el agua, el aire, o los alimentos que muchas veces son contaminados.  Nuestra herencia es una herencia celestial, una herencia que no puede ser contaminada con las cosas de este mundo.

“inmarcesible” . . . Esta palabra significa algo que no ha sido marcado con imperfecciones,  que no ha sido dañado por otras cosas.  Es algo perfecto.

Pedro dijo que nuestra herencia está “reservada” en los cielos.

“una herencia reservada”  ¿Cómo podemos tener un tesoro en los cielos?

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;  sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.  Mateo 6:19-20

Cuando hagamos bien a otros en el nombre de Jesús, vamos a tener nuestra recompensa que está depositada en el banco del Cielo.

Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.  Mateo 10:42

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.  Colosenses 3:23-24

Vs.         5  “guardados por el poder de Dios mediante la fe”

La Biblia enseña claramente que después que una persona está salva,  no puede perder su salvación.  Estamos seguros eternamente en las manos de Dios.

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.  Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.  1 Juan 5:12-13

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,  y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.  Juan 10:27-29

Nuestra salvación no depende de nosotros, no pagamos nada y ninguno puede pagar algo para obtener este regalo de Dios.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe.  Efesios 2:8-9

El poder de nuestra salvación no está en nosotros, pero en el poderoso mano de Dios.

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.  Judas 1:24

“para alcanzar la salvación”  ¡Que palabra extraña!  Si ya somos salvos, ¿por qué necesitamos alcanzar la salvación?

Nuestra salvación está en tres etapas,  el pasado, el presente y el futuro.

La Biblia enseña que hemos sido libertados del castigo del pecado por el sacrificio de Cristo en la cruz;  estamos siendo libertados del poder de pecado por el poder del Espíritu Santo y un día vamos a ser libertados de la presencia del pecado.

El cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte.   2 Corintios 1:10

Un día cuando estamos en la presencia de Dios, nuestra salvación será completa.

“preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”

Cuando Jesús venga en el rapto para su iglesia, no será revelado a todos, solamente a los cristianos vivos en la tierra. En esta primera parte de su venida a la tierra el va bajar hasta las nubes (1 Tesalonicenses 4:17).

Pero después de los siete años de tribulación en la tierra, Jesús regresará literalmente a esta tierra para reinar por mil años en Jerusalén.

Un día la salvación de Dios, nuestro Salvador Jesucristo será revelado a todos.  Al final de este mundo, todos van a ver Jesús viniendo en las nubes del cielo.

He aquí que viene con las nubes,  y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.  Sí, amén.  Apocalipsis 1:7

¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.  ¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?”  Isaías 61:1-2

En el capítulo 19:11-16 del libro de Apocalipsis leemos mas detalles sobre esta venida.

Vs.         6  “En lo cual vosotros os alegráis”

Debemos estar alegres de que un día cuando Jesús venga, vamos a ser libertados de todos los males de esta tierra.  Debemos estar esperando este encuentro con el Señor con ansiedad.  Si hemos vivido una vida que agrada al Señor vamos a ser alegres con la venida del Señor.   Pero si nuestra vida ha sido vivida solamente por nosotros mismos,  no vamos a ser alegres cuando encontramos con Jesús en las nubes.

“un poco de tiempo”

Esta vida es muy corta comparada con la eternidad.

Cuando no sabéis lo que será mañana.  Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. Santiago 4:14

Los días de nuestra edad son setenta años;  Y si en los más robustos son ochenta años. Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,  Porque pronto pasan, y volamos.  Salmo 90:10

“si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”

Muchas veces en la vida cristianan, tenemos que pasar por pruebas y tribulaciones.  Pero todas estas son temporarias.

Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.  Filipenses 1:29

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.  Juan 16:33

La esperanza del cristiano es cuando pasamos por pruebas y dificultades en esta vida, el Señor está con nosotros.

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.   Isaías 43:2-3

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