El Maestro está Aquí y te Llama – Bosquejo

maestro, jesus te llama

Bosquejo para sermones donde vemos que nuestro Dios asumió forma humana para llegar cerca de nosotros y redimir nuestras almas del infierno.

Texto Base: Juan 11:28

1.           ¿QUIEN LLEGO? – «El Maestro» Vs. 28

¿Quién era este maestro extraordinario que había llegado a la casa de Marta y María?  Era Jesús, el Hijo de Dios.

Según la Biblia Jesús es:

  • El Creador de este universo – Juan 1:3, Col. 1:16, Hebreos 1:12
  • El Camino, la Verdad y la Vida – Juan 14:6
  • La Estrella de la Mañana – Números 24:17, 2 Pedro 1:19, Apocalipsis 2:28, 22:16
  • El Juez de los jueces – Hechos 10:42, 17:31, 2 Timoteo 4:1
  • El Ungido del Señor – Lucas 2:26
  • El Mesías – Juan 1:41
  • El Todo Poderoso – Apocalipsis 1:8
  • El Pan y el Agua de la Vida – Juan 6:35
  • El Consejero, el Padre Eterno, el Príncipe de Paz – Isaías 9:6
  • El Rey de los reyes – 1 Timoteo 1:17, Jeremias 23:5, 1 Timoteo 6:15
  • La Rosa de Sarón – Cantares 2:1

Aquel que había llegado a la casa de Marta y María era el Dios Todo Poderoso en la persona de Jesús.  Nuestro Dios asumió la forma humana para poder llegar cerca de nosotros y redimir nuestras almas del infierno.

2.  ¿COMO LLEGO?

El Hijo de Dios vino a este mundo en una forma humana, con un cuerpo como cualquier uno de nosotros.  Jesús nació como cualquier otro bebé y se quedó aquí en este mundo por 33 años.

«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Este era en el principio con Dios….Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.»  Juan 1:1-2, 14

La venida de Jesús había sido anunciada por 4,000 años por los profetas y hombres piadosos de Dios.  Pero cuando llegó, muchas personas no lo reconocieron y el pueblo de Israel no sabía que su Mesías había llegado.  La nación de Israel se había alejado de su Dios y su estado espiritual era muy débil.  La mayoría de los judíos estaban esperando un gran político o militar que pudiera librarlos de su estado de esclavitud por bajo del imperio Romano.  Jesús no nació en un palacio, pero vino a este mundo por medio de una desconocida, pero piadosa sierva llamada María.  Por ser de una familia de escasos recursos su nacimiento se realizó en un pesebre y sus primeros visitantes fueron pastores que guardaban sus rebaños en los campos cerca de Belén.

Cuando Jesús llegó a la casa de Marta y María, se quedó afuera Vs. 30 y ellas fueron allá para encontrarse con Jesús Vs. 29.  Hoy si usted quiere encontrarse con Jesús, debe estar dispuesto a ir a donde está el Hijo de Dios.  Jesús no está en la mayoría de las iglesias, pero está cerca (Apocalipsis 3:20).  Para tener un encuentro personal con Jesús como Marta y María, a veces es necesario dejar su casa (su posición social, o religioso y a veces su hogar).  Jesús dijo una vez a un joven rico: «Vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.»  Lucas 18:22

3.     ¿CUANDO VINO? –

«Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.»  Vs. 17

Yo no se por que Jesús esperó cuatro días antes de ir a la casa de Marta y María.  Tal vez el número cuatro tiene algún significado.  Sabemos que según la historia habían pasado 4,000 años desde que Adán pecó en el Jardín del Edén hasta la venida de Jesús.  Cuando Jesús llegó a Betania, Marta dijo a Jesús que había llegado muy tarde para salvar la vida de su hermano Lázaro Vs. 21.  Muchas veces los pensamientos y planos de Dios no son conocidos a nosotros, pero en su tiempo Dios siempre cumple sus promesas.

«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.  Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»  Isaías 55:8-9

Cuando Jesús llegó, Lázaro ya estaba muerto y sepultado, no había mas esperanza de su vida.  Sus queridos familiares y amigos pensaban que era la última vez que lo miraban.

Según la Biblia toda persona sin Cristo en su corazón está muerto en sus delitos y pecados, sin esperanza de la vida eterna.

«Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, es espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.»  Efesios 2:1-2

«Al oír esto Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.  No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.» Mc 2:3

Hasta que una persona no siente la necesidad de la salvación y cura divina de su alma, no puede ser salvo.  Una persona que no se siente enfermo no va a un médico.

4.           PORQUE JESÚS VINO –

«Jesús le dijo, Tu hermano resucitará»  Vs. 23

Jesús fue a la casa de Marta y María con el propósito de restaurarle a la vida a Lázaro  Vs. 11.

Y de la misma manera Jesús vino a este mundo para salvar la vida de los pecadores, a los muertos en pecado.

«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.»  Lucas 19:10

Jesús vino para dar vida eterna a todos los que abren sus corazones y que lo reciben como su Salvador personal.

«Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).»  Efesios 2:4-5

Jesús vino a la casa de Marta y María para traer alegría y gozo.  Usted puede imaginar la felicidad y júbilo que había cuando Lázaro se sentó nuevamente a la mesa con su familia a comer.  Lázaro estaba muerto, pero ahora estaba vivo.

Y cuando un pecador se convierte a Jesús hay gozo en el cielo.

«Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.  Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.»  Lucas 15:7, 10

5.      ¿POR QUIEN VINO JESÚS?

«Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo   Lázaro duerme; mas voy para despertarle.»  Vs. 11

Jesús fue a la casa de Marta y María, pero fue para ver a Lázaro.  Jesús fue a un individuo, y lo llamó por su nombre para que saliera del sepulcro y viviera nuevamente.

«Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!»  Vs. 43

La salvación del alma humana es una decisión individual,  una cosa es saber que Cristo está cerca y saber que está hablando, y otra muy diferente es saber que está hablando a usted.

Cuando Jesús pasó por la ciudad de Jericó millares de personas escuchaban sus palabras, pero sola una persona estaba dispuesta a ver Jesús con un corazón abierta. Aquella persona era Zaqueo y cuando oía sus palabras atendió a la llamada de Jesús y fue salvo.

«Cuando Jesús llegó a aquel lugar; mirando hacia arribo, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.  Entonces él descendió aprisa,  y le recibió gozoso.»  Lucas 19:5-6

Cuando Jesús pasó por su ciudad, vio que el corazón de un hombre había tocado por sus palabras y lo llamó.

«Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.  Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.»  Mateo 5:27-28

El llamado a la salvación es universal, cualquier persona en cualquier lugar a cualquier tiempo puede oír la llamada divina si está dispuesto a dejar sus pecados y llegar a donde Jesús está llamando.  Muchas veces por miedo de la familiares, o de nuestros amigos o amor a los placeres de este mundo, la gente no escucha la voz de Jesús llamando.

Alguno tal vez puede decir que nunca escuchó la llamada divina como María la escuchó, pero según la Biblia hay dos voces de Dios que todo ser humano ha oído.

Las maravillas del universo hablan del amor divino, y revela al hombre que hay un Dios todo poderoso, que ama sus criaturas.

«Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos…Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.   Salmo 19:1-2, 4

«Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.  Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad de hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.»  Romanos 1:19-20

Sabiendo que hay un Dios todo poderoso que controla el universo no es suficiente para ser salvo.  Pero a cualquier persona que busca el creador del universo con un corazón sincero, puedo encontrarlo a través la Palabra de Dios.

La segunda voz con que Dios habla a todo ser humano es de la conciencia.  La voz de la conciencia humana comienza a hablar cuando llegamos a una edad muy tierna.  Todos nosotros hemos visto un niño que trata cubrir una falta o mentira.

«Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por  naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para si mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.»  Romanos 2:14-15

Cualquier persona que ha sentido el peso de sus pecados y ha clamado a Jesús pidiendo perdón,  ha sido recibida de brazos abiertos como el hijo pródigo.

«Y levantándose, vino a su padre.  Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello,  y le besó.»  Lucas 15:20

Cuando Lázaro escuchó la llamada del Señor, lo atendió, y salió de entre los muertos.  Cuando María sabía que Jesús estaba llamándola, ella fue inmediatamente a atender esta llamada del Maestro.

Zaqueo, Mateo, Nicodemo, Pedro, Juan y millares de otras personas escucharon la llamada de Jesús y fueron salvos.  Hoy Jesús está llamando a todos en todo lugar que se arrepientan de sus pecados.

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

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