El Mensaje Maravilloso de Jesús – Bosquejo

Bosquejo para sermones «El Mensaje Maravilloso», sobre un telegrama divino de Dios para nosotros. Un mensaje de importancia para entregar y ser recibido por todos

mensaje de jesus

Texto Base: 1 Timoteo Cp. 1 (Vs. 15)

Aquí tenemos un telegrama divino, una carta del supremo Dios para la humanidad.  Un mensaje de suprema importancia para entregar y ser recibido por todos.

1.           EL MENSAJERO DIVINO  – «CRISTO JESÚS vino al mundo»

¿Quién era Jesús, este niño que nació tan diferente de muchos otros?  No era un niño cualquier.  Al nacer un coro celestial de ángeles cantaban para los hombres.  En el oriente magos (hombres sabios) miraban para el cielo y vieron una estrella nueva que apareció para marcar el nacimiento de este niño divino.

Cristo Jesús era el Mesías prometido del Antiguo Testamento.  El era la esperanza de Abraham, Daniel, David y todos los salvos del Viejo Testamento.

Este era el Hijo del Dios verdadero, el mensajero divino que vino directamente del trono de Dios, enviado por su Padre Celestial a este mundo.   «Cristo Jesús VINO AL MUNDO»

El hijo unigénito de Dios personalmente llegó a este mundo.  Dios no confió la obra de redención a los ángeles, mucho menos a los hombres.  Cristo vino a este mundo para ser nuestro Salvador.

2.           EL MENSAJE DIVINO – «para salvar a los pecadores»

Aquí tenemos el mensaje divino y el propósito celestial del mensajero.

«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido».  Lucas 19:10

«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».  Juan 3:16

La entrega de esta mensaje era muy difícil, y costo el mensajero su vida por una muerte cruel en la cruz.

«Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados». 1 Pedro 2:24

3.           EL RESULTADO DIVINO – «yo soy el primero»

El éxito del mensajero y la eficacia de su masaje.

Pablo había aceptado a Cristo como su Salvador, y estaba con orgullo de ser un cristiano.

«Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego».   Romanos 1:16

Pablo sabia que tenía una nueva vida y estaba salvo y seguro que tenía un nuevo hogar en el cielo después de esta vida.

«Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenza, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi deposito para aquel día».  2 Timoteo 1:12

El poder de Dios para salvar los pecadores es ilimitado, no hay ninguno que El no puede salvar.

María Magdalena, de quien Jesús expulsó siete demonios.

Zaqueo, el publicano y muchos otros.

4.           EL DESEO DIVINO – Que el evangelio sea «recibido por todos»

El deseo del corazón de Dios es para que todos los hombres arrepientan de sus pecados y reciba a Cristo como su Salvador personal.

«El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno parezca, sino que todos procedan al arrepentimiento».  2 Pedro 3:9

Nuestro Dios en el cielo ama a todas las personas de este mundo, y debemos amarlas también, siguiendo las órdenes de nuestro Salvador en Marcos.

«Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura».  Marcos 16:15

Y Usted, ¿ya recibió a Jesucristo como su Salvador personal, ya está con su nombre escrito en el Libro de la Vida?

Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:

Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

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