Bosquejo. Cuando pensamos en misiones siempre recordamos estas últimas palabras del Señor Jesucristo dada a su iglesia antes que El regresara
En Mateo 28:18-20 leemos, «Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo»
Cuando pensamos en misiones siempre recordamos estas últimas palabras del Señor Jesucristo dada a su iglesia antes que El regresara al cielo. Lo mismo que la palabra misión o misionero no aparece en la Biblia, su significado está visto desde los primeros capítulos de la Biblia cuando Dios vino a este mundo en busca de pecadores (Gen. 3). Mas tarde escuchamos a Jesús diciendo, «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). En los cuatro evangelios vimos este gran misionero iniciando su iglesia y enseñándola a ser una iglesia misionera. Hoy vamos a meditar en uno de sus discursos sobre este asunto en Mateo 9:36-10:5.
1. La Observación – «Al ver las multitudes» (9:36)
Jesús estaba siempre mirando a las personas alrededor de El y viendo sus necesidades. «¿No decís vosotros: aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega» (Juan 4:35). Jesús vio el mundo desamparado y la gente como ovejas sin pastor. Jesús sabía que sin alguno para enseñarles el camino para el cielo, no podían llegar a este lugar celestial.
2. La Compasión – «Tuvo compasión de ellos» (9:35).
Una cosa es ver la necesidad de alguno, y otra cosa hacer algo para aliviar o ayudar la persona con su carga. «Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos…» (Mateo 14:14). William Carey vio la necesidad del pueblo de India y gastó su vida contando la historia de Jesús a ellos.
Debemos tener compasión de la gente en lugares distantes, pero también debemos ver las personas cerca de nosotros que necesitan el Salvador.
3. La Oración – «Rogad» (9:38)
Debemos orar para que haya más obreros (Mateo 9:38). Debemos orar por la seguridad de los misioneros, porque están en una guerra espiritual (Efesios 6:10-12,18) y debemos orar por las almas perdidas (Romanos 10:1). Tal vez Usted no puede ir al campo misionero, pero Ud. puede tener parte y ayudar a través de sus oraciones e interés en sus trabajos.
4. La Acción – «A estos doce envió Jesús» (10:5).
El plan de Dios es para que hombres y mujeres escuchen el llamado del Señor para llevar el evangelio al mundo perdido. El propio Jesús escogió doce apóstoles para ser los primeros misioneros y los mandó a predicar el mensaje de salvación. Hoy día el Señor continúa llamando personas dispuestas a ir donde El los mande e iglesias listas para apoyarlos en sus ministerios como fue la iglesia en Antioquia. «Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profesores y maestros: Bernabé,….. Y Saulo. Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron…» Hechos 13:1-4
Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:
Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.
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