Bosquejo
Entre todas las ordenes dadas por el Señor Jesucristo, la mas importante se encuentra en Marcos 16:15 donde leemos:
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.»
El suceso o falta de suceso de cualquier iglesia depende del cumplimiento o no de esta orden de Jesús.
Esta orden está ligada directamente con el trabajo misionero. Alguna persona ha dicho que una iglesia sin visión misionera, es un campo misionero. Jesús no está diciendo en esta pasaje que la iglesia debe esperar que el mundo venga a su templo para ser evangelizado, pero que nosotros, los creyentes debemos ir hasta el mundo para evangelizarlo. Fue exactamente esto que la iglesia primitiva en los días de la Biblia hizo, y evangelizó a Asia, a Europa, el norte de África y en fin todo el mundo conocido en aquella época.
Cuando examinamos más detalladamente este versículo en Marcos, hay cuatro cosas que llaman nuestra atención sobre el plan de evangelización dado por el Señor Jesucristo.
1. ¿Por que debemos ir?
A. Debemos ir porque según la Biblia TODOS los hombres son pecadores;
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios Romanos 3:23, “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 5:12.
Y por eso TODOS están separados de Dios;
“Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. Isaías 59:2.
Y TODOS están condenados a la muerte y el infierno;
“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”. Ezequiel 18:4 y el infierno “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Apocalipsis 20:15
B. Debemos ir porque Cristo MURIÓ por todos los hombres;
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron”. 2 Cor. 5:14
Porque Cristo es el ÚNICO camino que lleva el hombre al cielo:
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 14:6
Porque Cristo es el ÚNICO Salvador:
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Hechos 4:12
Y porque Cristo es el ÚNICO mediador entre Dios y los hombres:
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, (1 Timoteo 2:5).
C. Debemos ir porque es una orden dada por Jesús a su iglesia.
ID en este versículo está en el tiempo imperativo del verbo que da una orden.
2. ¿Quien debe ir?
Para las personas que conocen la gramática, el verbo IR está en la forma imperativa, del plural: VOS. Entonces excluyendo la persona que dio la orden, Jesús, TODOS debemos ir. El trabajo misionero no es solamente para el pastor, los diáconos o una persona que ha obedecido la llamada del Señor e ido a otro país. Según la Biblia todos nosotros debemos ser misioneros. Es claro que algunas personas son llamadas para ir a otras países y hacer trabajos especiales para el Señor, pero todos somos llamados para participar en la obra misionera.
Usted puede y debe ser un misionero en su iglesia, ayudándola a evangelizar a las personas en su alrededor, y luego a toda la ciudad. Usted puede también orar y ayudar a soportar las personas que el Señor ha llamada para ir a otras lugares distantes para ser misioneros.
“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” Hechos 8:4
3. ¿Hasta donde debemos ir?
Debemos ir por TODO el mundo según Marcos 16:15.
Debemos ir hasta todas las naciones “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” Mateo 28:19.
Porque “el campo es el mundo” Mateo 13:38.
Y hasta lo último de la tierra:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Hechos 1:8.
Debemos comenzar en Jerusalén (nuestra ciudad), y en toda Judía (nuestro municipio), Samaria (nuestro país) y finalmente hasta lo último de la tierra (otros países, que no conocen el nombre de Jesús, países donde la Biblia es desconocida).
Hay muchas naciones donde las personas nunca han vista una Biblia, mucho menos escuchado la historia de Jesús y de su amor y muerte por sus pecados.
Hay países enteros donde no hay ninguna iglesia Bautista.
4. ¿Por qué debemos ir?
Debemos ir para predicar a Jesús, el Salvador del mundo.
2 Corintios 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.
Infelizmente en el mundo de hoy muchos han dado más énfasis a su nombre, o de su denominación. Hay muchos universitarios con el nombre de sus fundadores, y denominaciones que siguen las doctrinas de sus fundadores más que la Biblia.
Nuestro texto dice:
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a todo criatura.»
Debemos predicar el Evangelio de Jesucristo porque es el poder de Dios para la salvación, y este poder ha transformado millones de vidas en todas las naciones del mundo por toda la historia.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Romanos 1:16
Es el único plan que Dios tiene para alcanzar el mundo es que el Evangelio sea predicado en todo el mundo. Y este plan incluye todos nosotros según Romanos 10.
Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Como, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán se no fueren enviados? Romanos 10:13-15.
La misión es para todos
Para algunos, es para trabajar en su iglesia y soportar la obra de misiones por medio de sus oraciones y ofrendas para este trabajo.
Para otros es para obedecer la llamada del Señor, y estar dispuestos a ir donde el Señor nos manda, a veces para un lugar o país distante.
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Isaías 6:8
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