Por Jesucristo la Luz Admirable Somos la Luz del Mundo»

En el presente sermón estudiaremos por qué: “Por Jesucristo la  Luz Admirable Somos la Luz del Mundo” será de mucha edificación.

Tema: La Luz del Mundo

Complemento:

Jesucristo “Aquella luz verdadera,  que alumbra a todo hombre,  venía a este mundo.” (Juan 1:9)

Texto: Mateo 5:14-16: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestra buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

¿Por qué somos la luz del mundo?

 

        El Sermón del Monte es sumamente práctico. Jesús habla de cosas comunes como la tierra, la sal y la luz. Elementos de los cuales todo el mundo comprende perfectamente u saben lo útil que son. En aquel tiempo la sal era un bien muy preciado y necesario porque no existía la forma de extraerla como ahora.  Ahora ¿Por qué  Jesús dice a sus discípulos que son la luz del mundo. ¡Otra afirmación admirable y maravillosa!

Jesús habla de una realidad tan necesaria de conocer porque si lo hemos recibido a Él por fe y arrepentimiento nos convertimos en sus hijos, hijos de aquella Luz verdadera, esto es una realidad. El no dice esto para producir un espíritu de soberbia en sus discípulos, sino que este atributo nos lo ha transmitido Él con su poder infinito y por su enseñanza, y al ser nosotros luz en este mundo, somos de utilidad en el mundo para expeler las tinieblas (la ignorancia y los pecados) y para alumbrar el camino a un mundo en oscuridad. Este sermón nos ayudara a comprender el significado de ser la Luz del Mundo. ¿Qué significa esto significa esto entonces?

I. UN MUNDO EN TINIEBLAS, NECESITA URGENTEMENTE DE ESTA LUZ. 

         Al principio de la creación, la Biblia nos narra que la tierra estaba desordenada y vacía, a partir de esto Dios comenzó una etapa creadora e inició poniendo orden y llenando el vacio de la tierra. Seis días le bastaron para terminar su obra creadora, y descansar al séptimo día. El cuarto día, fue el día dedicado a la creación de la luz, a través de dos lumbreras el Señor separo el día de la noche, y nos dice la palabra, que Dios vio que era bueno. Podemos ver entonces que al hombre le fue entregado el planeta en completa luz. A parte de todo lo demás que fue creado en los días anteriores, al hombre le fue entregado un planeta ordenado, Dios le dio instrucciones precisas al hombre y le dijo:

“…… Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”(Génesis 1: 28).

El mandato cultural

A esto se le llama el mandato cultural, este sugiere un proceso de dominio sobre cada aspecto de la vida. Pero ¿qué paso después?, el hombre fue engañado y entregó ese dominio cultural a el engañador, y es así como vivimos en un mundo caído, lleno de oscuridad espiritual primordialmente. El hombre vive a ciegas, sin rumbo, el libro de Proverbios en capitulo 4 versículo 19 nos dice claramente: “El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en que tropiezan”. Juan 12:35 nos declara:

“Entonces Jesús les dijo: Aun un poco esta la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a donde va”

Podemos ver que la Biblia declara que este mundo esta en tinieblas y sus habitantes no saben a donde van, tropiezan, porque carecen de la luz bendita que Cristo otorga. He aquí la necesidad urgente de la luz divina, esa luz que nos alumbra en nuestro interior y nos hace ver un camino mas seguro para llegar al Padre. El punto es que tenemos que vivir en un mundo caído nos guste o no, y tampoco podemos vencer totalmente el pecado, hasta que Jesús vuelva. La biblia nos advierte también de que este mundo en oscuridad, esta corrompido y practica pecados horribles, tales como: homicidios, crímenes, guerras, egoísmo, fornicación, adulterio, la biblia en Romanos 13:12 le llama “obras de las tinieblas” y nos llama a no participar de tales pecados, sino a vestirnos de las armas de la luz. Entonces, ¿Quién es la verdadera luz del mundo?

II. JESUCRISTO ES LA ÚNICA VERDADERA LUZ DEL MUNDO.

Jesús es la luz, porque el como el verbo nos vino a revelar al Padre. En su vida, muerte, resurrección y ascensión a los cielos, sus enseñanzas, nos sirven para alumbrar nuestra vida, y por ende ayudar a los demás a que encuentren esa luz verdadera. Los efectos negativos de la caída, son anulados a través de la luz divina.

Muchas personas viven vidas aparentemente tranquilas, pero su interior esta lleno de oscuridad total, sus acciones demuestran que no les alumbra la luz de Cristo. Mateo 4:16 nos dice:

“El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció”. 

Esa luz que les resplandeció es la luz de Jesús, si revisamos otros pasajes nos aclararan más acerca de este tema, vamos ahora a Juan 1:5, nos dice:

“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”.

Refiriéndose a Cristo como la luz también. Veamos otro texto, también en el Evangelio de Juan, capitulo 8 verso 12:

“Otra vez Jesús les hablo, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, que texto más hermoso, Jesús mismo declara ser la luz de la vida.

Por consiguiente todo discípulo de Jesús necesita:

III. TODO DISCÍPULO DE JESÚS DEBE SER LUZ DEL MUNDO.

         Si usted, como cristiano comprometido se considera un discípulo de Jesús, debe ser luz para el mundo. Es un compromiso tremendo y una responsabilidad para toda la vida. Ser luz implica desarrollar una cosmovisión cristiana, donde nuestra reflexión cristiana incluya todas las aéreas de la vida. Es un enfoque de vida; una filosofía cristiana. Explicando esto mas sencillamente, significa que, nuestro patrón de conducta diario, o sea nuestras relaciones familiares, con amigos, en el trabajo, en la iglesia, en cualquier lugar donde nos encontremos, debemos ser luz. Nuestro testimonio debe ser impecable y ser ejemplo a aquellos que aun andan en oscuridad. Esto es básicamente lo que significa que todo discípulo de Jesús debe ser luz del mundo.

Revisemos algunos pasajes, donde se refiere a esto que acabo de explicar. Veamos primero Juan 12:36:

“Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz”.

Un discípulo debe creer a esa luz para poder ser hijo de luz. Revisemos otro, Efesios 5:8:

“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas sois luz en el Señor, andad como hijos de luz”.

De la luz a las tinieblas

Este pasaje sugiere que anteriormente nosotros estábamos en oscuridad, andábamos tropezando en tinieblas, pero ahora ya no somos eso, somos luz en el Señor, y se nos manda, andar como hijos de luz. Este mandato es el punto para que regulemos nuestras vidas, y vivamos vidas santas en un mundo caído y depravado.

Somos luz del mundo también, si predicamos el evangelio y llevamos vidas fieles. En Filipenses 2:15, nos declara que somos luz en medio de una generación perversa y maligna.

“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna  y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”.

Que interesante y como amplia lo que dice el texto que nos ocupa en Mateo 5, cuando dice que así debe alumbrar nuestra luz delante de los hombres. Esta generación caída, llamada también maligna y perversa, no puede ver la luz por si sola, es necesario que nosotros llevemos y subamos esa luz hasta lo más alto que podamos, para que les ilumine el entendimiento y se vuelvan a Dios. Esa es la misión a la que hemos sido llamados y la cual debemos cumplir.

Ejemplo

Esto nos lleva a la necesidad de hablar con nuestro ejemplo, la mayoría de personas no leen la Biblia, nuestras vidas es la única “Biblia” que leen. Aprenden mucho del evangelio “escrito” en nuestras vidas. El texto del cual he tomado esta reflexión, nos dice claramente que nuestra luz debe alumbrar delante de los hombres, ¿Cómo se realiza esto?, pues debe haber una disciplina y un compromiso en nuestras vidas, para llevar a cabo esta misión. Primeramente una sanación interior, liberarnos de los apegos que nos llevan a ser egoístas y nos impiden ver las necesidades de aquellos que están en oscuridad. Si nuestras vidas son iluminadas por la luz de Cristo, irradiaremos esa luz a los demás. Por lo tanto podemos concluir:

IV. CONCLUSIÓN.

           Una lámpara, puesta debajo de un catre, y no sobre un candelero, no irradiara ningún tipo de iluminación. Mas claro no hubiera podido decirlo Jesús. En palabras sencillas explico que debemos hacer nosotros para llevar a cabo tan bella misión, que es de llevar esperanza a un mundo caído. La humanidad entera esta sumergida en la oscuridad total, no pueden ver mas allá, son ciegos guiando ciegos. Jesús es la luz verdadera que trae luz a nuestras vidas, y eso nos compromete a que así como fuimos iluminados, irradiemos esa luz a los demás, nuestras vidas deben ser la antorcha que lleve esa luz a la familia, a nuestras comunidades, a nuestras naciones que tanta necesidad tiene de ser alumbradas por la luz verdadera que es CRISTO JESÚS.

Te invitamos a pertenecer el grupo selecto de los que hemos sido iluminados por nuestro ¨Señor Jesucristo» solo tiene que recibirle y hacerlo el Señor de tu vida.

Por: Mario Samayoa y José Alberto Vega, 20 de septiembre de 2015

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