Señor Alegra el Alma de tu Siervo – Bosquejo

Tema: La alegría que solo Dios nos puede dar

Complemento: Porque a ti elevo mi alma.

ALEGRA EL ALMA DE TU SIERVO, PORQUE A TI, OH SEÑOR, ELEVO MI ALMA. (Salmo 86:4)

Introducción: Algunas veces, nuestras vidas caen en abismos de tristeza, frustración, desesperanza y hasta deseos de morir. Las circunstancias nos llevan y nos traen a callejones sin salida. No vemos salida alguna a nuestro problema, muchos menos encontramos la luz al final del camino.

Muchos de nosotros no podemos ver la realidad de la vida, lo que realmente nos está pasando. La palabra de Dios nos aporta muchos ejemplos de personas que literalmente estaban ciegas, sin esperanza.

Ilustración: Cuando me he encontrado en lo peor de alguna enfermedad, muchas veces no he alcanzado a comprender el propósito de Dios en mi vida. Solo cuando ha pasado la tormenta y Dios me ha sacado de forma increíble, (por varios milagros), puedo comprender lo que Dios estaba haciendo en mi vida. 

Pero ¿qué nos dice Jesús al respecto?

I. Jesús nos da una explicación bastante clara

Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente,  y ninguna alegoría dices. 30  Ahora entendemos que sabes todas las cosas,  y no necesitas que nadie te pregunte;  por esto creemos que has salido de Dios. 31  Jesús les respondió: ¿Ahora creéis? 32  He aquí la hora viene,  y ha venido ya,  en que seréis esparcidos cada uno por su lado,  y me dejaréis solo;  mas no estoy solo,  porque el Padre está conmigo. 33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.  En el mundo tendréis aflicción;  pero confiad,  yo he vencido al mundo. (Juan 16:29-33).

Pero por qué les dice el Señor estas cosas?, porque Él sabía todo lo que vendría después, mucho sufrimiento y persecución. El convertirnos al  cristianismo no significa que ya todo mal y sufrimiento ya pasó. No al contrario, es cuando la vida hay veces se nos pone más dura. Jesús le dijo a los que le querían seguir:

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,  niéguese a sí mismo,  y tome su cruz,  y sígame. (Mt 16:24).

II. ¿Pero por qué nos viene el mal?

Nosotros siempre estamos tratando de echarle la culpa a los demás que están en sufrimiento, muchas veces los atacamos por están en pecado, otras por falta de fe.

Veamos la historia de este hombre ciego de nacimiento y lo que nuestro Señor Jesucristo le dice: “Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo:

Rabí, ¿Quién peco, éste o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni este pecó, ni sus padres; sino que esta ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo (Juan 9:1-5).

Como podemos ver no todo mal es por pecado o falta de fe, aquí lo dice muy claro el Señor Jesús: para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Esta es la aseveración más importante a tomar en cuenta, pues Él es la luz de este mundo. Hoy nosotros, sus hijos somos la sal y la luz de este mundo:

Vosotros sois la sal de la tierra;  pero si la sal se desvaneciere,  ¿con qué será salada?  No sirve más para nada,  sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.14  Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15  Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,  sino sobre el candelero,  y alumbra a todos los que están en casa.16  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras,  y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos (Mt 5:13-16).

III. Pero el Señor Jesucristo hace más que milagros

Él tiene la capacidad de regenerarnos y no solo eso, sino de  devolvernos la esperanza y de integrarnos de nuevo a la sociedad.

Bendice,  alma mía,  a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2  Bendice,  alma mía,  a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3  El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4  El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5  El que sacia de bien tu boca. De modo que te rejuvenezcas como el águila. (Sal 103:1-5)

Conclusión:

Qué maravilla lo que nos ofrece Su Palabra por medio del salmista. Maravillémonos de lo que Dios hará con nosotros después de haber estado en el hoyo más profundo, el nos rejuvenecerá como las águilas. Que maravillosa enseñanza mi amigo lector.

Mi estimado lector, cuando usted ya no vea la luz en su camino, a causa de la adversidad que atraviese, tan solo recuerde que nuestro Señor es la luz, y el le devolverá la ALEGRIA A SU ALMA. TAN SOLO PERMITA QUE EL ALUMBRE SU SER INTERIOR Y USTED LE PERMITA ENTRAR.

Si usted todavía no ha tenido la oportunidad de recibir a Cristo como su Señor, este es el momento que tome la decisión, solo arrepiéntase de todos sus pecados e invítelo a que sea el Señor de su vida, y usted vendrá a ser un hijo de Dios con todos los derechos de hijo.

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