«Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís». Colosenses 3:23-24
1. El cristiano debe ser una persona ocupada
«Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo». Lucas 19:13
Con el ejercicio y esfuerzo una persona desarrollase.
Para ser un atleta que vence y es útil a su equipo es necesario mucho entrenamiento y práctica.
Para ser un cristiano que agrada el Señor, debemos ser ocupados en las cosas del Señor y su iglesia.
2. El cristiano debe hacer su trabajo de corazón
Ha mucha actividad y entusiasmo en la obra del Señor, pero muchas veces está hecha mecánicamente o por obligación.
Mira el texto, «hacedlo de corazón»
El cristiano debe ser una persona que hace su trabajo, espiritual o material con interés y esfuerzo.
«Todo lo que viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…» Eclesiastés 9:10
3. El cristiano debe hacer su trabajo con el propósito de agradar el señor
«Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios». 1 Cor. 10:31
Dios sabe todo y todo lo que hacemos está en la mira de Dios.
Nuestro Señor está digno de todo honor.
Por amor a nuestro Salvador y su obra de redención, debemos hacer todo para su honra.
4. El trabajo del cristiano será premiado, recompensado
Estamos sirviendo el Señor, y en el tiempo debido recibiremos la recompensa.
«Así, que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano». 1 Corintios 15:58
«Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras». Mateo 16:27
«No nos cansemos, pues de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos». Gálatas 6:9
Si usted ha sentido o cree que este sermón le ha tocado su corazón y quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:
Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.
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