La Verdadera Conversión de un Hombre

Tema: El amor de servir y glorificar a Jesús

Complemento: Cuánto le es necesario padecer por mi nombre

Introducción: Que tanto significó para la humanidad la conversión de un solo hombre. Un hombre que transformó el mundo conocido de aquella época. Y lo más interesante es que ni siquiera estuvo a los pies de Jesús como uno de sus discípulos, pero cuando se convirtió por medio del propio Señor Jesucristo. Cuando Pablo se convirtió en el camino a Damasco, Jesucristo llegó a ser el tesoro supremo y gozo de su vida.

El propósito de esta meditación es formar hombres con una fuerte convicción hacia Jesús.

¿Es Necesaria la Obra de Cristo? Otros quieren negar hoy en día que Cristo es la única esperanza del hombre. Desean creer que Cristo es la provisión que Dios ha dado para los cristianos, pero para otras religiones existen otras vías para arreglar cuentas con Dios y ganar la gloria eterna. La obra de Cristo es útil para los cristianos y para los no cristianos, ¿Es Necesaria la Fe Consciente en Cristo?

Ilustración: Me recuerdo allá hace 33 años yo era un ateo, pero de verdad ateo, pero el Señor de forma misteriosa llegó a mi vida, y ahora me gozo en su palabra, y espero gozarme pronto aun en el sufrimiento. Pues hasta esto ya estaba escrito:

¿Pues qué,  si algunos de ellos han sido incrédulos?  ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? 4  De ninguna manera;  antes bien sea Dios veraz,  y todo hombre mentiroso;  como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado. (Rom. 3:3-4).

Pero…¿qué fue lo que le pasó a Pablo camino a Damasco?

I. La conversión de Pablo.

Saulo,  respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor,  vino al sumo sacerdote, 2  y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco,  a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino,  los trajese presos a Jerusalén. 3  Mas yendo por el camino,  aconteció que al llegar cerca de Damasco,  repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4  y cayendo en tierra,  oyó una voz que le decía: Saulo,  Saulo,  ¿por qué me persigues? 5  El dijo: ¿Quién eres,  Señor?  Y le dijo: Yo soy Jesús,  a quien tú persigues;  dura cosa te es dar coces contra el aguijón. (Hechos 9:1-5)

Bendito sea mi Señor Jesús que en Su sola potestad toda rodilla se doblará.

Hechos Vv. 1-9.”Tan mal informado estaba Saulo que pensaba que debía hacer todo lo que pudiera contra el nombre de Cristo, y que con eso le hacía un servicio a Dios; parecía que en esto estaba en su elemento. No perdamos la esperanza de la gracia renovadora para la conversión de los peores pecadores, ni dejemos que ellos pierdan la esperanza en la misericordia de Dios que perdona el pecado.

Saulo no comió durante tres días, y agradó a Dios dejarlo sin alivio durante ese tiempo. Ahora sus pecados fueron puestos en orden ante él; estaba en tinieblas sobre su propio estado espiritual, y herido en el espíritu por el pecado. Cuando el pecador es llevado a una percepción adecuada de su estado y conducta, se arroja totalmente a la misericordia del Salvador, preguntando qué quiere que haga. Dios dirige al pecador humillado, y aunque suele no llevar a los transgresores al gozo y la paz de creer sin dolor ni intranquilidad de conciencia, bajo los cuales el alma es profundamente comprometida con las cosas eternas, de todos modos son bienaventurados los que siembran con lágrimas, porque cosecharán con gozo. 

II. El cambio operado en Pablo

Pero cuantas cosas eran para mí ganancia,  las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8  Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo, 9  y ser hallado en él,  no teniendo mi propia justicia,  que es por la ley,  sino la que es por la fe de Cristo,  la justicia que es de Dios por la fe; 10  a fin de conocerle,  y el poder de su resurrección,  y la participación de sus padecimientos,  llegando a ser semejante a él en su muerte, 11  si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. (Fil. 3:7-11)

Más Saulo se sometió sin reservas, deseoso de saber lo que quería el Señor Jesús que él hiciera.

Fue un compromiso costoso. Lo que Pablo aprendió en Damasco no solamente fue el gozo del perdón de sus pecados y la amistad con el Rey del universo, sino también lo mucho que tendría que sufrir. Jesús le envió a Ananías con este mensaje: “Le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hechos 9:16). Los sufrimientos misioneros de Pablo fueron “por amor a su nombre.” Cuando se acercaba al final de su vida y era advertido de no ir a Jerusalén, respondió: “¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón?, Pues yo estoy dispuesto no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús” (Hechos 21:13). Para Pablo, la gloria del nombre de Jesús y su reputación en el mundo eran más importantes que la vida misma.”

III. Por Amor de Su Nombre entre Todas las Naciones

Pablo esclarece el asunto en Romanos 1:15 cuando dice que su misión y llamado son por causa del nombre de Cristo entre todas las naciones: “Recibimos la gracia y el apostolado para conducir a todas las naciones a la obediencia de la fe por amor de su nombre.” El apóstol Juan describió el motivo de los primeros cristianos del mismo modo. Escribió para informar a una de sus iglesias que debían encaminar a los hermanos cristianos en la misión en una manera “digna de Dios.” Y la razón que ofrece es que “harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios…pues ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles (3 Juan 6–7).

La prueba indubitable del cambio son los frutos “Por sus frutos los conoceréis” (Mt 7:16).

John Stott comenta sobre estos dos textos (Romanos 1:5; 3 Juan 7): “Ellos sabían que Dios había exaltado a Jesús. Le entronó a su derecho y confirió sobre Él, el más alto rango a que toda lengua confesara su señorío. Anhelaron que Jesús recibiera el honor debido a su nombre.” Este anhelo no es un sueño sino una certeza. En lo más profundo de toda nuestra esperanza, cuando todo lo demás se ha hundido, queda esta gran realidad: El Dios eterno, el todo suficiente, esta infinita, invariable, y eternamente comprometido a la gloria de su grande y santo nombre. Por amor a la fama de su nombre entre las naciones, Dios actuará. Su nombre no será profanado para siempre. La misión de la iglesia será victoriosa. Vindicará a su pueblo y su causa en toda la tierra.

Conclusión:

¡Que el Bendito Redentor Vea la Agonía de Su Alma!

En la década de 1740 David Brainerd, misionero con los indígenas en New Jersey se quedó con esta certeza en los últimos momentos antes de su muerte a la edad de 29 años. Siete días antes de morir en 1747 habló de su anhelo por la gloria de Dios en el mundo. Estas son las últimas palabras que escribió con su puño y letra con la poca fuerza que le quedaba:

Viernes, 2 de octubre. Mi alma pasó este día por momentos dulcemente arraigada en Dios.
Anhelo “estar con Él” para “contemplar su gloria…¡Oh, que su reino venga al mundo; Que todos quieran glorificarle por lo que Él es en sí mismo; y que el bendito Redentor pueda ver el ‘ de su alma, y esté satisfecho’.” ¡Oh, ven, Señor Jesús, ven pronto! Amén.

Si usted todavía no goza del privilegio de tener a Jesús como el Señor de vida, este es el momento de recibirlo. Solo tiene que arrepentirse de todo corazón de sus pecados e invitarlo a que more dentro de usted.

Alégrense las Naciones de John Piper p.104

Comentario al Nuevo Testamento de Mathew Henry eSword

Aléngrese Las Naciones, John Piper p. 114

Ibid p.116

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