¡El Deber de un Obrero! 2 Timoteo 2:14-16

Introducción

Pablo, el sabio maestro de Timoteo, nos enseña a nosotros,  por medio de su carta a su discípulo amado cual debe de ser:  ¡El Deber de un Obrero! 2 Timoteo 2:14-16.

2 Timoteo 2:14-16

Recuérdales esto,  exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras,  lo cual para nada aprovecha,  sino que es para perdición de los oyentes.  Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,  como obrero que no tiene de qué avergonzarse,  que usa bien la palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías,  porque conducirán más y más a la impiedad.

Pablo le está escribiendo a su discípulo amado, le está dando recomendaciones de que es lo que debe de hacer. Imaginémonos que es a nosotros que nos está dirigiendo estas recomendaciones: Recuérdales esto…exhortándoles…que no contiendan…lo cual para nada aprovecha…Procura con diligencia…como obrero…que usa bien la palabra…evita profanas y vanas palabrerías…Que bella enseñanza del maestro a su amado alumno.

comentario, tesalonicensesPablo dice: Recuérdales estas cosas, encargándoles en la presencia del Señor, que no libren batallas verbales completamente inútiles  que confunden a los oyentes.

“14. Se dice a Timoteo que les recuerde a “hombres fieles” (“ministros”) que deben permanecer firmes en el cumplimiento de la tarea de enseñanza, predicación etc., encomendada por Dios. En medio de sus muchas aflicciones, que ellos miren a Cristo Jesús, el Salvador resucitado y reinante, que imparte fortaleza a sus fieles y los recompensa. Es claro que la expresión “estas cosas” se refiere especialmente a todo el párrafo precedente (vv. 1–13), y, quizás más directamente aún, a los vv. 8–13.

15. El ejemplo personal de Timoteo debe servir como un arma poderosa contra el error: Haz todo lo posible por presentarte a Dios aprobado. Timoteo debe esforzarse en todas las formas posibles a fin de conducirse él mismo de tal modo que aun ahora, ante el tribunal del juicio de Dios 138 , él sea aprobado, esto es, como uno que, después de un examen completo de parte de nada menos que el Juez Supremo, tenga la satisfacción de saber que éste se ha agradado de él y lo elogia (nótese los sinónimos en Ro. 14:18 y 2 Co. 10:18). Ahora bien, este feliz resultado se alcanzará si Timoteo es hallado:

a. obrero que no tiene de qué avergonzarse

Entonces, Timoteo debe ser un obrero, no un parlanchín. Además, su obra debe ser de tal naturaleza que no le produzca vergüenza ni le cause temor de verse avergonzado cuando oiga el veredicto divino al respecto.

Por cierto, esto significa que él es el tipo de líder que está preocupado de “usar correctamente la palabra de verdad”. Esta palabra de verdad es “el testimonio acerca de nuestro Señor” (2 Ti. 1:8),  el “evangelio” (la misma referencia y véase Ef. 1:13), “la palabra de Dios” (2 Ti. 2:9). Es la verdad redentora de Dios. El modificativo “de verdad” enfatiza el contraste entre la inconmovible revelación especial de Dios, por una parte, y las charlas sin valor de los seguidores del error, por la otra.

b. que usa correctamente la palabra de verdad.

La expresión “usar correctamente” ha causado mucha controversia. Es cierto que el significado del elemento básico principal del verbo compuesto del que se toma este participio presente masculino (ὀρθοτομοῦντα) es primariamente “cortar”. Sin embargo, el punto de vista que el verbo compuesto retiene el sentido literal o casi literal de “dividir” es discutible. En un verbo compuesto el sentido enfático puede desplazarse hacia el prefijo, al punto que en el proceso semántico se pierde el sentido literal de la base.

Así cortar derecho empieza a significar usar derecho, usar recto. No es extraño que, por una transición sencilla de la esfera física a la moral, una noción tal como “cortar un camino o un sendero derecho” haya llegado en el curso del tiempo al uso exclusivamente moral de la expresión. Así Pr. 11:5 (LXX) nos enseña que “la justicia del perfecto corta derecho su camino”, lo que significa “conserva derecho su camino”, lo hace hacer lo que es recto (cf. Pr. 3:6 LXX). Así es comprensible que aquí en 2 Ti. 2:15 el sentido sea “usar correctamente”

Cuando hemos sido llamados por el Señor a un ministerio, significa que nos ha escogido dentro de un montón de personas por alguna razón muy especial, y esta es para servirle como obreros aprobados. Esto implica que debemos de ser obreros obedientes y sin tacha, que conoce la Palabra y sabe usarla.

Hay por lo menos dos palabras claves en este texto:

  1. Obrero: Un trabajador que le sirve al Señor.

Un obrero cristiano es una persona que glorifica a Dios con su patrón de vida

  1. Profano: El mundo, el pecado.

El obrero cristiano debe de llevar una vida diferente al mundo. El Obrero debe de ser capaz de evitar lo que no edifica, lo profano, y todo lo vano.

Esta Epístola es el último testimonio y cántico de muerte de Pablo. Pablo está preso, esta es una despedida a Timoteo, le está dando las últimas recomendaciones 2Ti 4:6  “Porque yo ya estoy para ser sacrificado,  y el tiempo de mi partida está cercano.”

Timoteo llegó a ser pastor de la iglesia en Éfeso, una iglesia grande.

Recomendaciones de Pablo a Timoteo:

2Ti 3:14-17 “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste,  sabiendo de quién has aprendido

  1. Que persista, que no se dé por vencido
  2. Formar bíblica y teológicamente a los ministros
  3. Que forme desde la sana doctrina el carácter de los discípulos. Jesús no nos mandó a ser teólogos, sino discípulos.
  4. Que exhorte a alejarse de toda fábula que nada edifica.

El ministro es un guía, un modelo a seguir. Por eso dice: Que procura presentarte ante Dios aprobado.

El ministro es comisionado por Dios para un trabajo. El llamado viene de Dios para hacer una obra.

2 Ti 2:15  Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,  como obrero que no tiene de qué avergonzarse,  que usa bien la palabra de verdad.

La diligencia nos lleva a la eficacia:

  1. Se necesita diligencia para hacer apologética
  2. Para parar a los alborotadores
  3. Para predicar la sana doctrina.

No hemos sido aprobados por el mundo, sino por Dios. El ministro debe de vivir una vida piadosa, honesta, buscando  la excelencia. Nuestro afán debe de ser buscar un valor cristiano. Como obrero sin tacha.

  1. El obrero trabaja por un deber (responsable), no discute.
  2. Da lo mejor de sí. Aquí no cabe los berrinches, la arrogancia, ni la mala voluntad.
  3. Que usa bien la Palabra de verdad.

Comentario a 1 y 2 Timonteo y Tito de Hendricksen, pag.209

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