¿Fue Jesús Dios y Profeta? – Estudio

Cómo podemos responder tal pregunta? Existe solamente una forma.

Jesucristo dijo que debemos vivir por “toda palabra (…) de Dios” (Mateo 4:4; Lucas 4:4). En realidad Él estaba citando el Antiguo Testamento (Deuteronomio 8:3), así que la afirma­ción de Cristo obviamente incluye tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Cristo también dijo: 

Tu palabra es ver­dad. Juan 17:17

¿Fue Cristo Dios y un profeta? Reciente­mente hubo una controversia religiosa sobre esto, porque el líder de 1.100 millones de católicos romanos dice que no. Pero nosotros nece­sitamos comprobar en la Palabra de Dios, la Biblia, la respuesta a esa pregunta. Y cualquiera puede comprobarlo por sí mismo muy fácilmente.

El testimonio de Jesús

Note Apocalipsis 12:17: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testi­monio de Jesucristo”.

Este versículo dice que los cristianos que se han arrepentido “guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”. ¿Qué significa eso? Considerando que Cristo habló eso, es decir, es Su testimonio, ¡entonces necesitamos saber lo que es!

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Dios dice que ninguna escritura es de interpretación privada (2 Pedro 1:20). Nosotros siempre debemos dejar que la biblia interprete a la Biblia. Esa es la única forma en que pode­mos entenderla. En este caso, ¡hay otra escritura que define exactamente lo que es “el testimonio de Jesús”!

Esa definición se encuentra en Apo­calipsis 19:10: “el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. En otras pala­bras, ¡lo que Jesucristo habló es en el espíritu de la profecía!

¡Esa es una declaración firme! Si usted sabe algo de la Biblia sabrá que Jesucristo vino predicando el evangelio, o “las bue­nas nuevas”, del Reino de Dios (ver por ejemplo Marcos 1:14-15). Él dijo que el Reino “se había acercado”, pero todavía no está aquí.

¿Qué es el evangelio? ¡Son las buenas nuevas del venidero Reino, o Familia, de Dios! El mensaje de Cristo acerca de este Reino fue ¡una profecía directa de Su boca! Es una maravillosa profecía del her­moso Mundo de Mañana que está a punto de venir a esta Tierra ¡cuando Jesucristo gobierne y traiga paz, abundancia y ale­gría! ¡El evangelio es el contexto de toda la profecía de la Biblia!

¿Qué sucedió justamente antes que Cristo empezara a proclamar ese evan­gelio? En los versículos 12-13 de Mar­cos 1, usted lee que Jesús tuvo que pelear una titánica batalla con Satanás el dia­blo (vea también Mateo 4 y Lucas 4).

Pero ¿sabe usted por qué? Fue porque Él tenía que calificar para reemplazar a Satanás en su trono, ¡desde el cual el diablo gobierna esta Tierra! Sí, Sata­nás tiene un trono, y él gobierna. En 2 Corintios 4:4 leemos que él es “el dios de este mundo”, ¡el mundo le rinde adora­ción a Satanás!

Sin embargo, Cristo ganó esa batalla y venció a Satanás; así Él calificó para desterrarlo de su trono y gobernar la tie­rra. Jesucristo fue cien por ciento hombre y cien por ciento Dios. A esto le llamamos la Unión Hipostática. Cristo asumirá ese gobierno como soberano absoluto en Su Segunda Venida.

Por esta razón Cristo anunció el evangelio del Reino de Dios, ¡precisamente después de esa batalla!

De igual modo, Dios está ofreciendo posiciones de gobierno hoy día, a todos aquellos que conquisten al diablo tal y como lo hizo Cristo (ver Apocalip­sis 3:21). Aunque no es al mismo nivel de lo que Cristo hizo, los primeros fru­tos también califican para gobernar con Jesucristo venciendo al diablo hoy día. ¡Esa verdad constituye una gran parte del glorioso evangelio de Cristo!

En realidad, toda la verdad de la Biblia debería ser vista en el contexto de ese evangelio.

La profecía más importante de Cristo

El 18 de noviembre, en su Angelus a los fieles, el papa Benedicto XVI declaró que, “Jesús no describe el fin del mundo, y cuando Él usa imágenes apocalípticas, no actúa como un “vidente” , Por el contrario, Él desea asegu­rarse que Sus discípulos de cualquier época permanezcan imperturbables por fechas y predicciones”.

Esa es una afirmación alarmante. ¿Qué dice la Biblia acerca de eso?

Jesucristo declaró muchas profe­cías mientras estuvo en la Tierra. La más importante de éstas fue la profecía del monte de los Olivos, registrada en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21. Toda profecía gira en torno a ésta. Yo consi­dero que es la profecía más crucial en la Biblia.

¿Y sobre qué trata? En esta profecía Cristo describe el fin de esta era.

Mateo 24:3 establece el marco: “Y estando él sentado en el monte de los Oli­vos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” La palabra griega tra­ducida “siglo” (aion) debería leerse como “era”. Esta palabra está refiriéndose a la presente era del gobierno de Satanás sobre la Tierra; es decir, que cuando Cristo regresa, ¡realmente hay un nuevo mundo venidero!

Así que este capítulo muestra a Jesu­cristo profetizando lo que va a suceder ¡al final de esta era! ¿Cómo podría alguien decir que Jesucristo no es un profeta?

Algunos comentarios se refieren a esta profecía como “el pequeño Apo­calipsis”, y por una buena razón. Una descripción de ésta aparece en Mateo, Marcos y Lucas, pero no en el Evangelio de Juan. Pero ¿por qué el evangelio que Juan escribió es el único que no regis­tró la profecía del monte de los Olivos? En realidad Juan sí lo hace, pero no en su Evangelio. Él la registra en el libro de Apocalipsis, capítulo 6.

Allí Juan habla de siete sellos, los pri­meros cuatro son conocidos como los cuatro jinetes del Apocalipsis. La pala­bra apocalipsis es una palabra griega sin traducir que significa revelación. ¡Los siete sellos en el libro de Apocalip­sis son interpretados en la profecía del monte de los Olivos! Usted puede leer acerca de esto en mi artículo del mes pasado, “¡Los siete sellos de Apocalipsis han sido abiertos!”. Así que en realidad, ¡los cuatro escritores de los Evangelios dieron una versión de la profecía del monte de los Olivos!

Apocalipsis 5 muestra que Cristo es el único profeta calificado para abrir los siete sellos de Apocalipsis. ¡Cristo es el profeta de todos los profetas!

Hay muchas partes de la Biblia en donde Cristo es mencionado como un profeta (vea Deuteronomio 18:15, 18; Lucas 7:16; 24:19; Juan 4:19; 6:14; 9:17; Hechos 3:20-23; Hebreos 1:1-2). Y existen muchas otras donde Él mismo dio las pro­fecías (vea Mateo 16:21; 17:22-23; 25:31-34; 26:64; Marcos 13:1-2; Juan 7:37-40).

Una profecía es la revelación de Dios acerca de lo que Él va a hacer. Cristo pro­fetizó, y ¡cada detalle de esa profecía ha ocurrido o está a punto de suceder!

Las señales proféticas que Cristo dio en Mateo 24 tienen el propósito de ayudarnos a permanecer vigilantes y a prepararnos para Su Segunda Venida. “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de fami­lia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (versí­culos 42-44). Cristo dijo que no sabría­mos el día ni la hora, pero que debería­mos saber cuando estuviera cerca, a la puertas (versículo 33). ¡Nosotros debe­mos entender eso!

Guerra con el dragón

Una profecía del tiempo del fin describe a un grande y temible poder político que tiene “una boca que hablaba grandes cosas y blasfemias (…). Y abrió su boca en blasfemias contra Dios” (Apocal­ipsis 13:5-6). Está profetizado que esta “bestia” hará alianza con otra “bestia” que parece un cordero pero que habla como dragón (versículos 11-12). Esta última es una entidad religiosa poderosamente engañosa y está profetizado que matará a millones de personas e incluso martirizará a los santos de Dios (ver versículos 13-15).

¡Qué profecía tan condenatoria! Por lo tanto, no debe sorprendernos que los poderes que ésta describe traten de des­viar la atención de la gente de la profecía y del mensaje profético de Jesucristo, el pro­feta más encumbrado que haya existido.

En realidad, decir que Jesús no es un profeta es un ataque en contra de Cristo. ¡Y también en contra de aquellos que tie­nen el testimonio de Cristo!

Considere esta profecía del tiempo del fin: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer ; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descen­dencia de ella, los que guardan los man­damientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). El diablo odia ese testimonio y trata de desacredi­tarlo y suprimirlo. Y él lo hace combatiendo contra aquellos que lo tienen.

Reitero, ese “testimonio” es “el espíritu de la profecía” (Apocalipsis 19:10). Aquellos que tienen este espíritu revelador se enfocan en aquel que dio ese testimonio, ¡en el Profeta de profetas, o sea Jesucristo!, el único que puede abrir los sellos de Apocalipsis a fin de que podamos entenderlo. Entonces ellos van y proclaman y publican esa profecía, que desenmascara a esa religión babilónica y revela el espíritu engañoso y blasfemo que la domina (Apocalipsis 17).

Apocalipsis 12 muestra el relato de esta batalla que a través de la historia ha existido entre los santos de Dios que tie­nen el espíritu de la profecía de Cristo, y una iglesia inspirada por esta “serpiente antigua” que trata de silenciarlos ¡con el propósito de evitar ser desenmascarada!

¡Actúe ahora!

Es una afirmación un tanto descarada decir que Cristo no fue un profeta. ¡Él es el Profeta de todos los profetas! Si Él no hubiera descifrado los siete sellos, lo que conforma todo lo escrito en Apocalip­sis, entonces no sabríamos nada sobre el marco de tiempo o la secuencia de todas las otras profecías de la Biblia.

Este error debe motivar vigorosa­mente a cualquiera que todavía tenga el testimonio de Jesucristo en su memoria, ¡a arrepentirse y aferrarse al Padre de las luces cuya lámpara de verdad arde con esplendor!

¡Se está acabando el tiempo para tomar tal acción y recibir la protección por parte de Dios de la devastadora Tribulación del tiempo del fin, profetizada por Jesucristo! (Mateo 24:21). ¿Fue Jesús un Profeta?

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