La Encarnación de Cristo – «Las Predicciones» – Parte 3/6

Hoy estudiaremos «Las predicciones» en nuestro estudio de LA ENCARNACIÓN DE CRISTO parte 3/6

 Las predicciones de la Encarnación son más que asombrosas porque todo se cumplió tal como lo predijeron los profetas.

A. La predicción del Dios-Hombre

En esta profecía acerca del Mesías en Isaías 9:6; Isaías predijo la unión de la deidad y la humanidad en El.

“Porque un niño nos es nacido,  hijo nos es dado,  y el principado sobre su hombro;  y se llamará su nombre Admirable,  Consejero,  Dios Fuerte,  Padre Eterno,  Príncipe de Paz. Isaías 9:6

CMH: Este Hijo nació para provecho de nosotros los hombres, de nosotros los pecadores, de todos los creyentes, desde el comienzo hasta el fin del mundo.

Con justicia se le llama Admirable, porque Él es Dios y hombre y no hay nadie como Él. Su amor es la admiración de los ángeles y de los santos glorificados. Él es el Consejero, porque conoce los consejos de Dios desde la eternidad; y Él da consejo a los hombres, consejos en que consulta nuestro bienestar. Es el Admirable Consejero; nadie enseña como Él. No existe consejero en la tierra que se le pueda comparar, solo Él conoce el consejo que cada ser necesita.  Es Dios, el Poderoso. Tal es la obra del Mediador que ningún poder menor que el del Dios todopoderoso podía hacer que ocurriera. Es Dios, uno con el Padre. Como Príncipe de Paz nos reconcilia a Dios; es el Dador de paz en el corazón y la conciencia; cuando su reino esté plenamente establecido, los hombres no aprenderán más a guerrear.

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Jesús tuvo que despojarse de sus atributosdivinos mientras estuvo encarnado en la tierra. a esto se la llama la «kenosis de Cristo»  La forma griega de la palabra kenosis es ἐκένωσεν (ekénōsen) es usada en las Sagradas Escrituras en Filipenses 2:6-7, “Quien siendo en forma de Dios, no consideró ello como algo a que aferrarse; sino que vaciándose (ekénosen) a sí mismo, tomó forma de siervo, siendo hecho en semejanza de hombre y hallado como uno de ellos…”, usando el verbo κενόω (kenóō) «vaciar» Sifnifica que Jesús se vació de todos sus atributos divinos.

Como podemos observar Jesús algunas veces actuaba con las limitaciones de su humanidad como podemos ver se cansaba al igual que nosotros.

Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. Juan 4:6

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Juan 19:28

Jesús tuvo sed tambien.

Pero sabemos que  Dios no se cansa ni tiene sed. Mateo 24:36 nos dice, “Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” Pudiéramos preguntarnos, el que si Jesús era Dios, ¿cómo no podría saberlo todo como sucede con Dios?

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste,  Y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;  Alto es, no lo puedo comprender. (Salmos 139:1-6).

Parece que mientras Jesús estaba en el mundo, Él renunció al uso de algunos de Sus atributos divinos. Aún así, Jesús seguía siendo perfectamente santo, justo, misericordioso, clemente y amoroso, pero hasta cierto grado, se privó de Sus atributos divinos como la omnipresencia y omnipotencia.

Pero a pesar de auto limitarse  mientras estuvo encarnado en la tierra, Él tiene el principado está sobre Él, que llevará esa carga. Cosas gloriosas se dicen del gobierno de Cristo. No hay final para el aumento de la paz, porque la felicidad de los súbditos durará para siempre.

La plena armonía de esta profecía con la doctrina del Nuevo Testamento, demuestra que los profetas judíos y los maestros cristianos tenían el mismo punto de vista de la persona y la salvación del Mesías. ¿A cuál rey o reino terrenal se pueden aplicar estas palabras? Entonces, oh Señor, date a conocer a tu pueblo por todo nombre de amor y en todo carácter glorioso. Da aumento de gracia en todo corazón de tus redimidos de la tierra.

Todo esto con referencia a su Deidad.

B. Predicción del nacimiento virginal (Isaías 7:14)

En esta profecía Isaías predijo que el medio de la encarnación sería un nacimiento virginal.

Por tanto,  el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá,  y dará a luz un hijo,  y llamará su nombre Emanuel. Isaías 7:14

La palabra «virgen» se ha tomado del texto hebreo emplea almá, que en otros contextos se ha traducido por muchacha o jovencita. Ese término designa a una muchacha joven, en edad de contraer matrimonio o incluso casada. La versión griega de los Setenta (LXX) tradujo el heb. almá por la palabra griega parthenos, que significa virgen. De este modo, el texto de Isaías se enriqueció con una perspectiva mesiánica que no poseía en su forma original. Esta relectura mesiánica no carecía por completo de fundamento, porque las palabras de Isaías se fundaban en la promesa del Señor a David, es decir, en una palabra profética que contenía como en germen toda la esperanza mesiánica de Israel. Por eso, Mt pudo citar esta profecía como anuncio de la concepción virginal de Jesús (cf. Mt 1.23).

La identificación: en esta cita bíblica la palabra niño ha sido objeto de muchas discusiones a través de todos los tiempos, pero la gran mayoría de los intérpretes modernos considera que la señal dada por el profeta debía ser un acontecimiento cercano. De lo contrario, Ahaz no habría podido recibir esa señal como prueba de que los reyes de Damasco y Samaria fracasarían en el intento de arrebatarle el trono al descendiente de David. Por tanto, la madre del niño debió ser una mujer conocida de Ahaz, muy probablemente su propia esposa.

Como prueba de la encarnación Isaías usa la palabra Emanuel: Que significa, en hebreo, Dios (está) con nosotros. Este nombre simbólico reafirmaba una vez más la protección divina para la dinastía real de Jesús la cual se cumplirá en su reinado aquí en la tierra, para su pueblo y para toda la tierra. Esto nos demuestra la encarnación de Cristo. Su nacimiento virginal.

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