La Muerte, El Estado Intermedio y la Glorificación – Estudio

INTRODUCCIÓN

En el presente estudio, he querido compartir con todos ustedes lectores de “El Punto Cristiano”, mi experiencia, como estudiante de Teología. En esta oportunidad, el tema a tratar en  este estudio, es acerca de uno de los puntos del “Ordo Salutis” u “Orden de la Salvación”. Es acerca de “La muerte, El Estado Intermedio y la Glorificación.

    ¿Cuál es el propósito de la muerte en la vida cristiana?

    ¿Qué le sucede a nuestros cuerpos y a nuestras almas cuando morimos?

    ¿Cuándo recibiremos los cuerpos resucitados?

    ¿Cómo serán?

Estas respuestas serán contestadas, a medida que avancemos en nuestro estudio. Espero contribuir con este aporte teológico, para que sea de provecho para aquellos ávidos lectores y estudiosos de la Palabra de Dios. Un consejo, amigo lector, les invito a ser como aquellos hombres de Berea, que nos menciona el libro de los Hechos en el capítulo 17 verso 11, que nos dice:

Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así.

I. EXPLICACIÓN Y BASE BIBLÍCA.

Iniciemos abordando el tema de La Muerte. ¿Por qué mueren los creyentes?

1. La muerte no es castigo para los creyentes.

Pablo nos dice claramente que: 

Ahora,  pues,  ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,  los que no andan conforme a la carne,  sino conforme al Espíritu.  (Romanos 8:1).

Todos sabemos que hemos de morir, ahora bien, no debemos ver la muerte como un castigo de parte de Dios hacia nosotros, ni como el resultado de la paga del pecado. Recordemos que nuestros pecados ya han sido perdonados a través de Cristo Jesús.

2. La muerte es el resultado final de vivir en un mundo caído.

El hecho de vivir en un mundo caído, no permite que nuestra experiencia de la SALVACIÓN, sea completa. Dios en su gran sabiduría, nos aplica gradualmente los beneficios de la salvación. Por lo tanto debemos convivir en un mundo caído con todo lo que esto signifique. Recordemos que la muerte será un aspecto que será quitado del todo. Pablo nos dice:

Entonces vendrá el fin,  cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies. El ultimo enemigo que será destruido es la muerte. (I Corintios 15:24-26).

Perovida, muerte, cielo, oración, estudio biblico hasta que esto se de, tendremos que experimentar la muerte, no como castigo por nuestros pecados (estos ya han sido perdonados a través de Jesucristo), sino como resultado de vivir en un mundo caído. Significa entonces que, es inevitable que envejezcamos, que nos enfermemos, que seamos victimas de catástrofes naturales, accidentes, lesiones, etc. Recordemos esto: el último enemigo aun no ha sido destruido.

3. Dios usa la experiencia de la muerte para completar nuestra santificación.

No debemos confundir, que la muerte es parte del castigo de Dios hacia nosotros cuando pecamos, ya hemos visto que es el resultado de un mundo caído, y que la sufriremos todos los seres humanos en un determinado momento. Por consiguiente, cuando sufrimos en esta vida, no lo interpretemos como un castigo de Dios; ahora bien, puede ser una prueba o por lo consiguiente una disciplina. Recordemos lo que nos dice Hebreos 12:6

Porque El Señor al que Ama, Disciplina, y Azota a todo el que recibe por Hijo.

El propósito de la disciplina es hacernos un bien, a fin de que participemos de su santidad. La disciplina al principio es desagradable, pero al final resulta un fruto muy agradable, que trae paz a nuestras vidas. Sirve también para fortalecernos y formar nuestro carácter.

II. ¿CÓMO DEBEMOS PENSAR EN CUANTO A NUESTRA MUERTE Y LA DE LOS DEMÁS?

1. Nuestra Muerte.

El Nuevo Testamento nos anima a ver nuestra muerte con gozo, ya que esto nos llevara mucho más pronto hacia Cristo. El apóstol Pablo nos lo declara en II Corintios 5:8

Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor.

Cuando esta preso, no sabiendo que iba a ser ejecutado o puesto en libertad, puede decir:

Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. (Filipenses 1:21)

Y concluye diciendo que estar con el Señor es mucho mejor:

Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger, pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. (Versículos 22 y 23).

Podemos de igual manera leer en Apocalipsis 14:13

Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: “Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor.

Sí –dice el Espíritu- para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos”. Aquí nos declara que es bienaventurado morir en Cristo, ya que tendremos descanso de la fatiga terrenal. La Biblia también nos reconforta aun mas cuando nos dice en Romanos 8:38-39

Porque estoy convencido de que ni LA MUERTE, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

¡Que maravilloso es saber esto que nos dicen estos pasajes! Por sobre todas las cosas, el amor de nuestro Dios es superior. Esto es en cuanto a nuestra muerte, veamos ahora acerca de la muerte de amigos y parientes.

2. La muerte de amigos y familiares cristianos.

Hemos visto que nuestra muerte, no debe infundirnos ninguna clase de temor, sino más bien se trata de verla con un auténtico gozo, ya que partimos para estar ante la presencia de Dios mismo. No sucede así, con la muerte de algún amigo o un ser querido. Nuestra actitud, debe de ser con dolor y tristeza, esto es obvio, ya que somos seres humanos y sentimos; pero, debemos también verla con gozo, ya que ellos se han adelantado a estar con Cristo. No es incorrecto el hecho que expresemos tristeza por la muerte de un conocido muy querido o por un familiar; tampoco es incorrecto sentir tristeza por el sufrimiento o la adversidad que hayan atravesado antes de morir. En la Biblia se nos da un ejemplo muy claro, al respecto; en Hechos 8:2 nos dice

Y algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él.

Esta es la historia de Esteban, el primer mártir de la Iglesia, que murió apedreado por sus detractores. Sin embargo, nos muestra el afecto que ellos le tenían a este gran hombre de Dios y como les afecto en sus vidas su muerte injusta. Veamos también, como la muerte de un ser querido  afecto mucho a Jesús, al punto de hacerle llorar, esto lo vemos en Juan 11:35, (por cierto el versículo más corto de la Biblia) cuando nos dice “Jesús lloro”, esto sucedió ante la muerte de su gran amigo Lázaro, al cual después resucito. Ahora bien, la muerte de seres queridos y amigos, debe ser vista también con gozo, Pablo les dijo a los Tesalonicenses en el capítulo 4 verso 13 de la primera epístola lo siguiente

Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza.

Nuestra tristeza, debe ir mezclada con gozo con una combinación de esperanza. Y la esperanza se las aclara en I Tesalonicenses 5:9-10

Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos juntamente con Él.

Es por esto que la Biblia dice en Apocalipsis 14:13 “…..Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor…….”. y es más en el libro de los Salmos 116:15 nos dice también  “Estimada a los ojos del Señor es la muerte de sus santos”; que maravilloso es comprender y conocer el punto de vista bíblico acerca de la muerte de nuestros seres queridos y amigos entrañables. Ahora veamos, lo que nos dice la Palabra acerca de……

3. La muerte de los que no son creyentes.

Muchas veces nos encontramos en situaciones, donde fallece una persona que nosotros conocimos, y no le dio la oportunidad a Jesús de transformar su vida. Esto si nos debe traer aflicción y tristeza, ya que tuvimos la oportunidad de lanzarle el mensaje, pero por diversas circunstancias no lo hicimos y ya es demasiado tarde. La mayoría de veces, una persona moribunda, le produce en su corazón, una búsqueda genuina de Dios y esto les trae al arrepentimiento genuino, antes de partir. Con todo no es prudente dar a otros con certeza alguna indicación de que pensamos que la persona ha ido al cielo. Esto seria dar una información desorientadora y falsa seguridad, y disminuiría la urgencia de la necesidad que tienen los que aún viven y pueden confiar en Cristo Jesús. En estos casos, es mucho mejor reflexionar en cuanto a nuestras propias vidas, el futuro y por supuesto compartir el evangelio con otros.

III. ¿QUÉ SUCEDE CUANDO LA GENTE MUERE?

1. El alma de los creyentes va de inmediato a la presencia de Dios.

La muerte es una cesación temporal de la vida corporal y una separación del alma y el cuerpo. Cuando un creyente muere, su cuerpo físico es abandonado por su espíritu y de inmediato va hacia la presencia de Dios. El apóstol Pablo, lo menciona en II Corintios 5:8

“pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor”.

En Eclesiástes 12:7 nos lo explica mejor cuando dice: “entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio”; claramente la Biblia nos aclara, lo que sucede cuando morimos. Contrario a lo que otras doctrinas enseñan, la biblia no nos enseña la doctrina del purgatorio. Ya que el hecho de que cuando las personas mueren su espíritu asciende al Creador, deja de lado la creencia de un purgatorio. En la enseñanza Católico Romana, el purgatorio es el lugar a donde van las almas de los creyentes para ser purificadas del pecado hasta que estén listas para ser recibidas en el cielo. Según esta creencia, los sufrimientos del purgatorio se entregan a Dios como sustitución por el castigo de los pecados que los creyentes deberían haber recibido en su tiempo, pero no lo recibieron.

 Pero la Biblia no enseña esta doctrina, y en realidad es contraria a los versículos que acabamos de citar. La Biblia tampoco enseña la doctrina del “sueño del alma”. El hecho de que las almas de los creyentes van inmediatamente a la presencia de Dios también significa que la doctrina del sueño del alma es incorrecta. Esta doctrina enseña que cuando los creyentes mueren van a un estado de existencia inconsciente, y lo próximo de que se dan cuenta tendrá lugar cuando Cristo vuelva y los resucité a vida eterna. Esta doctrina nunca halló amplia aceptación en la Iglesia. El respaldo bíblico, que se ha encontrado para sustentar esta doctrina se halla por ejemplo en textos tales como Mateo 9:24

“les dijo: Retiraos, porque la niña no ha muerto, sino que está dormida. Y se burlaban de Él”. ; verso 27: “y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos que habían dormido resucitaron”. Juan 11:11 “Dijo esto, y después de esto añadió: Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero voy a despertarlo;

Esto solo por citar algunos ejemplos, aunque la lista es larga. Aquí les dejo unos más, para que sean analizados personalmente: Hechos 7:60; 13:36; I Corintios 15:6,18,20,51; I Tesalonicenses 4:13; 5:10. En todos estos pasajes la biblia habla de la muerte, como un “sueño” o “dormir”; pero cuando la biblia, llama así a la muerte lo esta haciendo en un lenguaje metafórico, para indicar que la muerte es temporal para los creyentes, tal como el sueño es temporal. Esto lo explica Juan en el capítulo 11 versículo 11 “…..Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero voy a despertarlo en los versículos 12 y 13 nos aclara cual fue la intensión de Jesús al decir estas palabras “Los discípulos entonces le dijeron: Señor, si se ha dormido, se recuperará. Pero Jesús había hablado de la muerte de Lázaro, mas ellos creyeron que hablaba literalmente del sueño. Luego Jesús, en el verso 14 les aclara que hablaba de que en realidad estaba muerto: “Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto.

Otro tema que debemos aclarar es este, ¿debemos orar por los muertos?, el hecho de que las almas de los que mueren vayan directamente a la presencia del Señor, no quiere decir que debamos orar por ellos. No hay ninguna indicación en el Nuevo Testamento de que se realizara esta práctica por parte de la Iglesia Primitiva, ni esta documentada en ningún libro de instrucción en el canon bíblico. Una vez que los creyentes mueren, entran en la presencia de Dios y están en un estado de perfecta felicidad con él. Entonces ¿de qué serviría orar por ellos? La recompensa celestial final se basará en las obras hechas en esta vida, como lo testifica la escritura.

IV. LA GLORIFICACIÓN.

La obra de Cristo no estará completa sino cuando nuestros cuerpos estén completamente libres de los efectos de la caída y llevados a ese estado de perfección para el que Dios los creó. De hecho, la redención de nuestros cuerpos ocurrirá únicamente cuando Cristo vuelva y resucite nuestros cuerpos de los muertos. Pablo nos lo dice en Romanos 8:23-24

Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aún nosotros gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, LA REDENCION DE NUESTRO CUERPO. Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿porque esperar lo que uno ve?

Glorificación, se le llama al estado de aplicación de la redención cuando recibamos un cuerpo resucitado. Refiriéndose a esto el Apóstol Pablo nos dice en Romanos 8:17

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a in de que también seamos glorificados con Él.

Entonces, podemos definir como Glorificación de la siguiente manera:

Es el paso final en la aplicación de la redención. Tendrá lugar cuando Cristo vuelva y resucite el cuerpo de los creyentes que han muerto a través de todos los tiempos, y lo vuelva a unir con el alma, y cambie el cuerpo de los creyentes que están vivos, para que los creyentes tengan al mismo tiempo cuerpos perfectos resucitados igual al suyo”. Nuestros cuerpos entonces serán incorruptos, serán cuerpos espirituales y serán resucitados en “poder”.

CONCLUSIÓN.

Que maravilloso es saber que nuestro Dios tiene todo ya planeado con respecto a nuestras vidas, en Cristo, por supuesto. Nuestro futuro esta escrito, nuestros nombres están inscritos en el Libro de la Vida y estas a su vez escondidas en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Estimado lector, espero que este breve estudio, les halla abierto los ojos del entendimiento, para conocer y comprender lo que la palabra de Dios dice respecto al tema de la muerte, el estado intermedio y la glorificación. Espero también, que les sirva a los ministros de Dios, para poder enriquecer su conocimiento; y a todos los creyentes, para que nuestras bases teológicas sean fortalecidas con el poder de la Palabra de Dios.

Por Mario Samayoa

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