Predica el Pentecostés Presente, no el Pasado

El presente estudio de «Predica el Pentecostés Presente, no el Pasado» nos enseña algo muy importante para la predicación presente.

No hay nada más resistente a la acción intencionada, de esperanza en el presente que la nostalgia, la nostalgia de una era pasada.

Predicar en festivales -cualquier festival -es algo de lo más importante y la más peligrosa predicación que hagamos.

Importante, porque los festivales marcan los principales puntos de inflexión en la historia cristiana. Ellos nos orientan hacia lo que es lo central, a algo crucial, acerca de la fe cristiana. Pero también peligroso, porque la casi irresistible tentación de predicar en festivales es para conmemorarlos. Los festivales nos invitan a recordar la acción de fe en Dios en el pasado. ¿Qué es una buena cosa … con tal que nos impulse a buscar una acción de Dios entre nosotros en el presente y prepararnos  para la acción de Dios a través de nosotros en el futuro.

A menudo, sin embargo, cuando miramos hacia atrás para conmemorar la acción de Dios en el pasado nuestra atención permanece allí, y nos ponemos nostálgicos por los días pasados ​​y comparamos  desfavorablemente los que actualmente vivimos. Y es  aquí donde está el peligro, como no hay nada más resistente y a propósito, que la acción esperanzadora  en el presente que la nostalgia, la añoranza sentimental de una época pasada.

Pocos días festivos se presentan  a sí mismos como maduros para la nostalgia como Pentecostés. Después de todo, no fueron  estos los días de gloria de la iglesia –predicaciones llenas  del Espíritu; estando atentos, incluso a escuchar de milagros; tres mil convertidos en un solo día? Exactamente. ¿Y qué es lo que hemos visto o hecho la mayoría de nosotros desde que posiblemente podríamos comparar? Predicar sobre Pentecostés principalmente como un recuerdo del pasado -pensar en el gran pastel y las velas para celebrar el cumpleaños  de la iglesia –nos adormecernos sin la intención del trabajo en curso del amor de Dios de amar, bendecir y redimir este mundo ahora mismo, aquí mismo, a través de nosotros.

Pero el Pentecostés no tiene por qué ser acerca del pasado. De hecho, sospecho que Lucas, al igual que todos los historiadores, escribió sobre el pasado con el fin de dar sentido al presente y prepararse para el futuro. (Creo que dice mucho en su introducción a la primera parte de su historia en dos volúmenes-véase Lucas 1:1-4). Si es así, ¿por qué no imitar a Lucas y predicar el Pentecostés no como una conmemoración nostálgica sino como los medios por los que pueda anticipar y dar sentido a la actividad continua de Dios en el mundo?.

Desde este punto de vista, el principal objetivo del sermón no es describir en detalle la venida del Espíritu en lenguas de fuego, tampoco el uso elaborado que hace Pedro de Joel  en su sermón, ni tampoco maravillarse de la eficacia de su predicación. Más bien, el objetivo es compartir lo suficiente de estos detalles con el fin de pedir a sus oyentes donde es que ven algo similar de lo que ocurre hoy, para abrir la historia bíblica de este evento pasado con el fin de ayudarles a reconocer la acción de Dios entre y a través de ellos en el presente.

Hace unos años, hice exactamente eso … completamente por accidente. Un mes antes habíamos terminado con éxito la más ambiciosa campaña en la historia de la congregación. En mi sermón de Pentecostés, les dije que yo había visto que el Pentecostés ocurrió en el «compromiso del domingo» que culminó esa campaña. Se trataba de un comentario casual. No me malinterpreten: Quise decir lo que dije, pero no era el centro del sermón. Pero usted no habría sabido que por la reacción que suscitó. Más personas comentaron como la única línea en todo lo que había predicado en bastante tiempo. El comentario más frecuente fue: «Usted me ayudó a experimentar Pentecostés como algo que está sucediendo hoy en día, no sólo hace mucho tiempo.»

Tenga en cuenta que lo que pasó en nuestra congregación no era lo mismo que lo que sucedió dos mil años antes. Más bien, estábamos discerniendo un patrón de la actividad de Dios y  vinculando de cómo Dios actuó en el pasado y en la forma en que Dios todavía estaba obrando en y a través de nosotros. Los detalles no eran importantes-el patrón de cómo Dios está activo en el trabajo a través de la gente de Dios era lo que contaba.

Recientemente, he descrito lo que creo que es el gran desafío de esta generación de líderes de la iglesia: el abrir la historia bíblica para que las personas escuchen y sientan que habla en el presente. Pentecostés es uno de esos días de «hacer o deshacer» en este esfuerzo. En la medida en que nosotros predicamos el Pentecostés como una conmemoración de un día maravilloso en el pasado de la Iglesia, tenemos la oportunidad de encender cálidos sentimientos nostálgicos sobre uno de los festivales de la iglesia … para aquellos que todavía se preocupan por esas cosas. Pero en la medida que nosotros predicamos el Pentecostés como una promesa de la actividad continua de Dios y como una pista para discernir cómo Dios nos está usando con tanta seguridad como Dios usó a Pedro, tenemos el potencial para hacer esta parte del testimonio bíblico vital y útil.

La mayoría de nuestros oyentes están mucho más acostumbrados a la conmemoración que a la anticipación de la posibilidad que debamos ayudarlos nombrando donde vemos que el Pentecostés está ocurriendo a nuestro alrededor. Pero anticipando que la obra de Dios  termina  siendo mucho más divertida que conmemorativa, lo que te prometo que no va a tomarnos mucho  tiempo probarlo por nosotros mismos. Así que les mostraré, invitándolos  y enviándolos a buscar el continuo Pentecostés de Dios. Gracias por esto, Predicadores por su trabajo, y por todo lo que hacen.

Suyo en Cristo,

David

Por: David Lose

WorkingPreacher.org

David J. sostiene Pierde El Presidente E. Anderson Marbury en la Predicación Bíblica en el Seminario Luther, donde también se desempeña como Director del Centro para la predicación bíblica

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