Proverbio Cap. 2 – Estudio

Introducción:

Para mí el libro de proverbios es uno de los libros más importantes de la Biblia, pues fue dado por Dios para enseñar a todo el mundo el camino a la sabiduría. Esto lo podemos aplicar tanto a los niños como a los adultos.

Debemos preocuparnos porque nuestros hijos desde muy temprano en su vida comiencen a aprenderlo,  pues se convertirá en una guía práctica para sus vidas.

Proverbio del día, capitulo 2

Proverbio 2:1  “Hijo mío,  si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2  Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;  Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3  Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4  Si como a la plata la buscares,  Y la escudriñares como a tesoros, 5  Entonces entenderás el temor de Jehová,  Y hallarás el conocimiento de Dios. 6  Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. 7  El provee de sana sabiduría a los rectos;  Es escudo a los que caminan rectamente. 8  Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos, Pro 2:9  Entonces entenderás justicia,  juicio Y equidad,  y todo buen camino”

Dios, como un padre amoroso, nos está dando por medio de su Palabra: Preceptos, consejos y mandamientos que debemos de poner en práctica y obedecer para que nuestros caminos sean preservados.

Recibir sus palabras, significa que solo como hijos suyos  podemos tener la capacidad de recibirla y obedecer sus mandamientos. Esto es casi imposible de cumplir para un inconverso, pues las cosas del Espíritus solo pueden ser discernidas espiritualmente (1 Co 2:14  “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,  porque para él son locura,  y no las puede entender,  porque se han de discernir espiritualmente”). Aquí Dios les está hablando a sus hijos, los que hemos recibido a Jesucristo como nuestro Salvador personal. El Señor nos está mandando a que:

1.       Recibamos sus palabras.

2.      Que guardemos sus mandamientos dentro de nuestro corazón.

3.      Que estemos atentos escuchar su sabiduría.

4.     Que Inclinemos nuestro corazón a la prudencia.

5.      Que clamemos a la inteligencia.

6.      Que demos  a la prudencia nuestra voz; que la busquemos como a     plata, y la escudriñares como a tesoros.

Como conclusión de este párrafo podemos decir: Que estas son las indicaciones dadas por Salomón para  entender el temor de Jehová,  y hallar su conocimiento,  Porque solo Jehová da la sabiduría y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia, y solo él provee al hombre recto de sana sabiduría; Solo él es  escudo a los que caminan rectamente. Él es que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos, y que solo entonces entenderemos justicia, juicio y equidad y todo buen camino.

Pero nos hace una serie de promesas cuando la sabiduría entre en nuestros corazones, y la ciencia fuere grata a nuestras almas. (Pro 2:10)

Proverbio 11 “La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia, 12  Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades, 13  Que dejan los caminos derechos, Para andar por sendas tenebrosas; 14  Que se alegran haciendo el mal, Que se huelgan en las perversidades del vicio; 15  Cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos. 16  Serás librado de la mujer extraña, De la ajena que halaga con sus palabras, 17  La cual abandona al compañero de su juventud, Y se olvida del pacto de su Dios. 18  Por lo cual su casa está inclinada a la muerte,  Y sus veredas hacia los muertos; 19  Todos los que a ella se lleguen,  no volverán, Ni seguirán otra vez los senderos de la vida”

¿Cuáles son las promesas?:

1.       Que la discreción nos guardará y preservará nuestra inteligencia.

2.      Que nos librará del mal camino.

3.      Que nos librará de los hombres que hablan perversidades y que dejan los caminos derechos para andar por sendas tenebrosas, que se alegran haciendo el mal, que andan felices en los perversidades de los vicios, cuyas veredas son torcidas y torcidos sus caminos.

4.     Que seremos librados de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras, las que abandonan al compañero de su juventud, o sea, podemos decir de la mala mujer, la mujer que nunca puede llegar a amar a ningún hombre, la cual no le importa Dios. En este retrato de esta mujer podemos ver una mujer haragana, la que siempre está pensando el mal, la que no le interesa para  nada las cosas del Señor.

El que la sigua no le importará para nada los caminos de Dios, pues sus caminos son de muerte.

Dios nos exhorta a andar por el buen camino:

Proverbio 2:20  “Así andarás por el camino de los buenos, Y seguirás las veredas de los justos; 21  Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella”

Y nos advierte lo que le pasa a los que andan lejos de los caminos de Dios:

Pro 2:22  “Mas los impíos serán cortados de la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados”

Para los que todavía no han recibido a Cristo como su Señor, hay una forma sencilla para hacerse acreedores a las promesas de Dios, y consiste solamente en arrepentirse de los malos caminos y convertirse al Hijo de Dios, aceptándolo como su Salvador personal. Si usted todavía no la ha hecho, este es el momento de recibir a Cristo en su corazón. Que el Señor los bendiga.

Amén.

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