¿Que Hago con mi Mal Carácter?

El pastor Juan Bueno, contesta la interrogante de este hermano, ¿Que hago con mi mal carácter?.

Soy líder en la sociedad a la que pertenezco en mi iglesia, y estoy muy contento con ese privilegio. Pero he descubierto que tengo mal carácter y eso me ha acarreado la antipatía de varios amigos y aun de los más cercanos. Yo le pedido al Señor que me cambie este carácter, pero no sé si es lo correcto. ¿Qué me aconseja?

El carácter lo forman la herencia y el medio am­biente. Pero es posible que lo que de nuestros padres heredamos lo pueda corregir el medio y la cultura. He conocido a varias personas cuyo carácter era lo que llamamos irascible, y casi irremediable; pero una experiencia personal con Cristo ha realizado una va­riante milagrosa y ahora son distintas.

Si usted recuerda al apóstol Pedro, él era muy emo­tivo y esto le trajo dificultades, pero asimismo lo hizo muy útil. Juan y Jacobo, apóstoles fieles del Señor tenían el sobrenombre de “hijos del trueno”. Sin em­bargo, siguieron las pisadas de su Maestro y, andando el tiempo, Juan llegó a ser llamado el discípulo amado, y después, el discípulo del amor.

Dios puede hacer maravillas en este pobre carácter nuestro. Y no necesariamente tiene que cambiarlo sino orientarlo para que sea instrumento de bendi­ción e inspiración. Creo que esto es lo que usted debe hacer; pídale al Señor que El tome ese carácter suyo y que lo moldee de acuerdo a su voluntad.

Le felicito por ser líder en su sociedad. Si le fuera posible, procure recibir un curso sobre relaciones humanas, que hoy están tan en boga. Pero no des­cuide su vida espiritual, porque es allí donde radica la médula de su actual confusión. Dios quiere y puede transformar en gozo y simpatía su situación difícil.

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