Una Cosa Casi Todos Olvidan Cuando se Trata de Hermenéutica

El estudio de Una Cosa que Casi Todos Olvidan Cuando se Trata de Hermenéutica nos ayudará a encontrar el verdadero significado de la correcta interpretación bíblica para poder predicar la Palabra de Dios

Escritura: Salmos 10:1-10:17

Una dimensión clave tiende a ser pasada por alto cuando se habla de la hermenéutica: el corazón del intérprete.

Interpretar un pasaje bíblico es un elemento crítico en la tarea del predicador. Los principios de la hermenéutica deben ser fácilmente accesibles para el buen predicador

interpretacion biblia, hermeneutica, cuandoNumerosos libros de texto sobre hermenéutica hacen una lista de estos principios – debe de haber una preocupación de la forma litería y de la influencia del género; concerniente a las elecciones gramaticales hechas por el autor en sus esfuerzos para hacerse entender ; la importancia de la intención del autor ; conocimiento de la relevancia de la influencia de los factores del fondo histórico que influyen en el significado del texto , tales como los factores geográficos, religioso- políticos, culturales, etc.; profundamente sensibles  del contexto escrito, ambos inmediatos y dentro del flujo de la obra como un todo; un reconocimiento de que la Escritura no se contradice a si misma, pero que si la interpreta, y todavía con la importancia de mantener el enfoque en el texto en particular , y así sucesivamente.

Pero hay una dimensión clave que tiende a ser pasada por alto en la hermenéutica de textos y, sin embargo debe ser frente y al centro en nuestra preocupación como predicadores. Tal vez deberíamos llamarlo el principio de la ceguera moral, o el principio del corazón del intérprete.

Jesús puso su dedo en la llaga en Juan 5. Cuando habló a la élite religiosa entrenada de su época, tornó la defensa en ataque. Había sido acusado de quebrantar el sábado, a la que él se aseguró de que lo acusaran de algo más sustancial (ver v. 18). “Por esto los judíos aun más procuraban matarle,  porque no sólo quebrantaba el día de reposo,  sino que también decía que Dios era su propio Padre,  haciéndose igual a Dios”.

Luego expuso algunas verdades fundamentales en relación con el Padre y el Hijo, en torno a temas de la dádiva de vida eterna y el juicio (véanse los vers. 19-29). “Respondió entonces Jesús,  y les dijo: De cierto,  de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo,  sino lo que ve hacer al Padre;  porque todo lo que el Padre hace,  también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo,  y le muestra todas las cosas que él hace;  y mayores obras que estas le mostrará,  de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos,  y les da vida,  así también el Hijo a los que quiere da vida.  Porque el Padre a nadie juzga,  sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre.  El que no honra al Hijo,  no honra al Padre que le envió. De cierto,  de cierto os digo:  El que oye mi palabra,  y cree al que me envió,  tiene vida eterna;  y no vendrá a condenación,  mas ha pasado de muerte a vida. De cierto,  de cierto os digo: Viene la hora,  y ahora es,  cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios;  y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo,  así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio,  por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto;  porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno,  saldrán a resurrección de vida;  mas los que hicieron lo malo,  a resurrección de condenación”.

Desde el versículo 30 él comenzó apuntando directamente a sus acusadores y habla en la primera y segunda persona. Hace mención de sus testigos en apoyo de su afirmación (reconociendo el testimonio de Juan el Bautista),  pero ante todo el testimonio de su propio Padre. Sí, ahí estaban las obras que hizo, pero el enfoque es realmente su Padre. Pero luego lo hizo muy personal. Les dijo a los líderes judíos que nunca lo habían visto a Él, no lo conocía y no tenían Su Palabra en ellos. Eso es extraño, ya que es la Biblia citando al liderazgo fraternal de Jerusalén. ¿Cómo podían ser acusados ​​de no estar sujetos a la Biblia?

Juan 5:30-47  “No puedo yo hacer nada por mí mismo;  según oigo,  así juzgo;  y mi juicio es justo,  porque no busco mi voluntad,  sino la voluntad del que me envió,  la del Padre.  Si yo doy testimonio acerca de mí mismo,  mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio acerca de mí,  y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan,  y él dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno;  mas digo esto,  para que vosotros seáis salvos. El era antorcha que ardía y alumbraba;  y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan;  porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese,  las mismas obras que yo hago,  dan testimonio de mí,  que el Padre me ha enviado. También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí.  Nunca habéis oído su voz,  ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros;  porque a quien él envió,  vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras;  porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;  y ellas son las que dan testimonio de mí;  y no queréis venir a mí para que tengáis vida. Gloria de los hombres no recibo. Mas yo os conozco,  que no tenéis amor de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre,  y no me recibís;  si otro viniere en su propio nombre,  a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer,  pues recibís gloria los unos de los otros,  y no buscáis la gloria que viene del Dios único?  No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre;  hay quien os acusa,  Moisés,  en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés,  me creeríais a mí,  porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos,  ¿cómo creeréis a mis palabras?”.

Jesús lanzó un fracaso hermenéutico en ellos. Eran sin duda diligentes, escudriñando las Escrituras para los mejores consejos de la vida, pero no comprendieron de la Persona que se revela en ella. ¿Cómo? Porque ellos no tenían el amor de Dios en ellos. ¿Cómo puede ser eso? Debido a un problema mutuamente excluyente que podría ser uno de los mayores peligros que enfrentamos como predicadores…

Ellos estaban preocupados por la realidad horizontal de lo que la gente pensaba de ellos, lo que significaba que no estaban preocupados por la realidad vertical de lo que piensa Dios. Les encantaba conseguir la gloria unos de otros, en lugar de la gloria que viene de Dios.

Esa es la ceguera moral. Ese es el principio del corazón del intérprete. Si mi corazón está preocupado por lo que la gente piensa de mí, puedo estar ciego a la verdad del texto que pretendo comprender y proclamar a los demás. Si usted predica, medita este principio en oración – esto es algo que no podemos darnos el lujo de perder.

Juan 5. ¡Qué capítulo! Jesús fue acusado de alentar a la violación del sábado. El volvió ese cargo en uno de aparente blasfemia, luego procedió a defenderse de la acusación. Durante diez versículos expuso verdades sobre la dádiva de vida y el juicio con respecto a su relación con su Padre. Luego en los versículos 30-47 el acusado se volvió fiscal como él fue tras sus acusadores con una secuencia de testigos que no sólo defendieron su posición, pero al contrario resaltó la culpabilidad de sus acusadores. Este maravilloso drama legal.

En el momento culminante de este evento, Jesús golpeó a sus acusadores en el pecho en cuanto a su manejo de la Biblia. Ellos buscaban los mejores consejos a fin de recibir la gloria entre ellos mismo, pero eran ciegos a la revelación de Dios a través de su Hijo en el Antiguo Testamento. Se preocupaban por la gloria horizontal en vez de gloria vertical.

Esto plantea un problema que debemos ponderar cuando estudiamos un pasaje de la Biblia, sobre todo cuando nos estamos preparando para predicar. Tenemos que estar atentos a un par de realidades:

1. Busque por la autorrevelación de Dios, no sólo para un consejo de vida (o incluso para un sermón). Maravillosamente, nuestro Dios quiere ser conocido mucho más de lo que, naturalmente, queremos conocerlo. Y necesitamos reconocer que nuestra tendencia natural será siempre la de no verlo a Él, pero por defecto debemos de buscar en el contenido de la Biblia como material para nuestro bien. Algunos lo harán por defecto de forma natural a la curiosidad intelectual, otros al escepticismo intelectual, otros para obtener consejos para su vida, etc. Cualquiera que pueda ser el matiz por defecto, la orientación por defecto será hacia nuestro propio beneficio en lugar de a Dios. Solamente Él aviva nuestros corazones y nos da el gusto de conocerlo a Él. Y solo entonces descubriremos el placer de buscar de Él y comprenderemos que fue Él quien nos buscó primero.

2. Cuando tú miras a Jesús, Él te mira a ti. Jesús no permanece simplemente como el objeto de nuestra curiosidad. A medida que lo estudiamos, Él se da la vuelta para estudiarnos a nosotros. A medida que lo acusamos, nos encontramos condenados. A medida que exploramos su carácter, nos encontramos con nuestro propio carácter probado. El cambio de defendido a acusador lo encontramos en Juan 5, es un cambio que experimentamos todo el tiempo si nuestros ojos están puestos en él. Esto convierte el estudio bíblico en una conversación gloriosa, si estamos dispuestos a comprometernos en ellos.

Por: Peter Mead

Traducido por: José Alberto Vega

BiblicalPreaching.net

Cor Deo

Peter Mead está involucrado en el liderazgo eclesial en una iglesia bíblica independiente en el Reino Unido. Se desempeña como director de la Cor Deo – un innovador programa ministerial de entrenamiento de mentoría y tiene un ministerio más amplio la predicación y la formación de predicadores . Él también escribe a menudo en BiblicalPreaching.net .

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