Una oración que llegue a Dios – Estudio

Tema: Cómo pedir ante la enfermedad.

Introducción:

Como a menudo sucede, o con frecuencia resulta que tenemos a un enfermo en la sala de un hospital que los médicos dicen que ellos no pueden hacer nada, que no pueden seguir con la operación, que hay que esperar a que la “naturaleza haga su obra”, que sea la naturaleza la que nos sane.

Como cristianos nosotros sabemos que no existe eso de que la naturaleza nos va a curar, el único que sana es nuestro señor Jesucristo; pero ahora viene el problema que no sabemos pedir, no sabemos cómo orar, empezamos diciendo señor sánala/o, señor rescátala, necesitamos de tu ayuda, pero muchas veces hay duda en nuestros corazones, estamos pidiendo al señor que la sane pero por dentro nosotros estamos con la duda, será que la va a sanar o será que no va a ser escuchar nuestro caso.

La palabra de Dios nos dice cómo es que realmente debe ser nuestra oración, todos creemos que orar es un arte tan especial que solo la gente de mucho conocimiento lo puede lograr. Si es cierto, se necesita fe, pero la Biblia nos enseña cómo es que podemos llegar a tenerla, cómo podemos adquirir esa fe que necesitamos.

Para esto veremos a continuación dos partes de la Biblia donde nos enseña Cómo orar a Dios de una manera efectiva.

Ilustración:

En este momento una hermana en Cristo y fiel amiga, está en su casa esperando a que la “naturaleza haga la obra”, según las palabras del doctor que la estaba operando por segunda vez por una complicación de la vesícula biliar. Y al encontrar un hematoma en el abdomen se dio por vencido y dijo estas palabras. Ahora nos toca a nosotros pedirle a nuestro creador que sea Él quien haga la obra. Hermanos a orar todos por la hermana que en estos momentos está en su casa esperando su milagro.

oracion, enfermos, hospitalizados

I. Debemos de orar sin cesar

Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos» (Efe 6:17-18).

Quiere decir Tomar el yelmo de la salud. Es una palabra griega con sentido diferente al que se usa en el versículo 13 y el 16 aquí nos está diciendo qué nos vamos a cubrir o lo que podemos ponernos encima y cubrirnos con salud.

¿Qué es lo que nos está ofreciendo el Señor Jesús? Es la salvación adecuada, muchas veces no comprendemos estos significados porque no conocemos el idioma original en que fueron escritos. Pero según el comentario de Jamieson-Fausset-Brown la interpretación que se le podría dar, cómo nos dice en:

1 Tesalonicenses 5:8 “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios habiéndonos vestidos con la coraza de fe, y de amor y con la esperanza de salvación como yelmo”

Realmente aquí la palabra yelmo lo que nos está diciendo que nos hemos metido de salvación, y al momento de decir que estamos vestidos de salvación significa de que nosotros hemos creído, que tenemos fe, que hemos nacido de nuevo, y que cuando nos arrodillamos a orar realmente lo estamos haciendo de todo corazón porque estamos seguros de lo que estamos haciendo, ya no es con dudas pues esta es una fe fuerte, bien sustentada en nosotros porque hemos sido salvos.

Esto lo podemos resumir en que hemos nacido de nuevo y ya no somos personas fluctuantes como veremos más adelante. Así se añade el yelmo Escudo de la fe como siendo su acompañamiento inseparable. Esto lo podemos hallar confirmado en:

Romanos 5:1 “Justificados Pues por la fe tenemos Paz para con Dios por medio de nuestro señor Jesucristo”

Si nosotros tenemos la fe en que hemos sido justificados es que estamos confirmando que somos personas que han nacido de nuevo y que por la fe se ha dado este efecto en nosotros y tenemos toda la seguridad de que lo que estamos pidiendo a Dios nos lo va a conceder.

El versículo 18 nos dice: “orando en todo tiempo”, en griego significa en toda estación, pero en este tiempo lo podemos traducir o interpretar en nuestro contexto como orando a cada momento, no sólo cuando nos arrodillamos cuando hacemos una oración especial, sino todo el día debemos de estar diciendo al Señor: Señor escucha mi ruego, Señor escucha mi plegaria, Señor concede lo que te estoy pidiendo, Señor inclina tu oído a mi petición, Señor se propició a mí. Lo que nos dice el versículo 18, es en todo momento.

Esto lo podemos encontrar en colosenses 4:2 donde nos dice:

“Perseverar en la oración velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros…”

O sea Pablo está haciendo explícito que nosotros debemos de orar en todo tiempo con Acción de Gracias, que significa que estamos dando por hecho lo que estamos pidiéndole al Señor, que Él nos lo va a conceder. Veamos lo que nos muestro Señor Jesucristo nos dice por medio de Lucas con respecto a ese a esto, en el capítulo 21 versículo 36:

“Velad,  pues,  en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán,  y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.

Como podemos ver el hecho de orar es que nosotros debemos de estar conscientes de que lo que estamos haciendo es algo que el señor no los ha dicho, nos lo ha encomendado, que Oremos por los santos y que lo que estemos pidiendo lo vamos a obtener por la fe y nuestras peticiones serán escuchadas por el señor.

II.  ¿Por qué nos viene la prueba o el día malo?

Amados hermanos

«2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. (Stg. 1:2-6).

MH. Vv. 1-11. El cristianismo enseña a los hombres a estar gozosos en las tribulaciones; tales ejercicios vienen del amor de Dios; y las pruebas del camino del deber darán lustre a nuestras virtudes ahora y a nuestra corona al final.

En los tiempos de prueba preocupémonos que la paciencia actúe en nosotros, y no la pasión; lo que se diga o haga, sea la paciencia la que lo diga y haga. Todo lo necesario para nuestra carrera y guerra cristiana será otorgado cuando la obra de la paciencia esté completa.

No debemos orar pidiendo que la aflicción sea eliminada, tanto como pidiendo sabiduría para usarla correctamente. ¿Y quién no quiere sabiduría para que lo guíe en las pruebas, regulando su propio espíritu y administrando sus asuntos?

He aquí algo como respuesta a cada giro desalentador de la mente, cuando vamos a Dios experimentando nuestra propia debilidad y necedad. Después de todo, si alguien dice, esto puede pasarle a algunos, pero me temo que yo no triunfaré, la promesa es: a todo aquel que pida, le será dado.

Una mente que se ocupe en considerar, de manera única y dominante, su interés espiritual eterno, y que se mantiene firme en sus propósitos para Dios, crecerá sabia por las aflicciones, continuará ferviente en sus devociones y se levantará por sobre todas las pruebas y las oposiciones.

Cuando nuestra fe y espíritu se levantan y caen con las causas secundarias, nuestras palabras y acciones serán inestables. Esto no siempre expone a los hombres al desprecio del mundo, pero esos caminos no pueden agradar a Dios.

Ninguna situación de la vida es tal que impida regocijarse en Dios. Los de baja condición pueden regocijarse si son exaltados a ser ricos en fe y herederos del reino de Dios; y los ricos pueden regocijarse con las providencias humillantes que los llevan a una disposición mental humilde y modesta.

La riqueza mundana es cosa que se agota. Entonces, que el que es rico se regocije en la gracia de Dios que lo hace y mantiene humilde; y en las pruebas y ejercicios que le enseñan a buscar la dicha en Dios y de Él, no en los placeres perecederos.

2. Hermanos míos—frase muy repetida por Jacobo, que denota la comunidad nacional y la de la fe, sumo gozo—“todo gozo”, causa del mayor gozo. Nada sino gozo . Considerad que todas “las diversas tentaciones” son cada una asunto de gozo . Cayereis—de improviso, de modo de ser rodeados de ellas (así el griego original). Tentaciones—no en el sentido limitado de instigación al pecado, sino de pruebas y aflicciones de cualquier especie que prueban y purifican el carácter cristiano. Ver “tentar”, eso es, atentar, Gen_22:1. Algunos de aquellos a quienes escribe Jacobo estaban “enfermos,” o de otra forma “afligidos” (Gen_5:13). Toda prueba posible al hijo de Dios es una obra maestra en la estrategia del Capitán de nuestra salvación para el bien de él.

3. La prueba—el examen o comprobación de vuestra fe, es decir, por “diversas tentaciones.” Ver Rom_5:3 “La tribulación” obra paciencia, la paciencia obra experiencia (en el original: dokime, afín de dokimión: “comprobación” aquí; allí es “experiencia”; aquí comprobación, que produce experiencia).

Rom 5:3-8  “Y no sólo esto,  sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,  sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4  y la paciencia,  prueba;  y la prueba,  esperanza; 5  y la esperanza no avergüenza;  porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 6  Porque Cristo,  cuando aún éramos débiles,  a su tiempo murió por los impíos. 7  Ciertamente,  apenas morirá alguno por un justo;  con todo,  pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8  Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores,  Cristo murió por nosotros”.

4. Que esta perseverancia tenga una obra perfecta (v. 3), eso es, que tenga su pleno efecto, demostrando el grado más perfecto de fortaleza, a saber “el gozo de llevar la cruz” , y resistiendo hasta el fin (Mat_10:22) . Seáis perfectos—bien desarrollados en todos los atributos del carácter cristiano. Para esto se requiere el “gozo” , como parte de la “obra perfecta” de la probación. La obra de Dios en un hombre es el hombre. Si las enseñanzas de Dios por la paciencia han tenido una perfecta obra en ti, tú eres perfecto . Cabales—lo que tiene completas todas sus partes, sin carecer de parte integral; 1Th_5:23 : “vuestro entero espíritu y alma y cuerpo”; pues “perfecto” significa “sin mancha en sus partes.

5. Y si—El griego tiene “pero”, que es importante. “Pero (por cuanto esta perfecta entereza sin carecer de nada es difícil de adquirir) si alguno…” tiene falta—como el vocablo está repetido (según el uso de Jacob) del v. 4, “sin carecer de nada”, tradúzcase: “Si alguno de vosotros necesita sabiduría”, es decir, sabiduría por la cual podáis “tenerlo todo por gozo cuando caigáis en diversas tentaciones”, y permitáis que “la paciencia tenga su obra perfecta”. Esta “sabiduría” se demuestra detalladamente en sus efectos (1Th_3:17).

La suprema sabiduría, que gobierna la paciencia así en la pobreza como en la riqueza, se describe en los vv. 9, 10. Demándela—(ver el 4:2.) abundantemente—Con generosidad. Traducido “con simplicidad” en Rom_12:8. Dios da sin agregar cosa alguna que quite de la liberalidad de la dádiva . Dios requiere la misma simplicidad de parte de sus hijos (Mat_6:22  “tu ojo … simple”). Y no zahiere—una ilustración de cómo Dios da con simplicidad. Da al humilde suplicante, sin reprocharle sus pecados pasados e ingratitud, ni su futuro abuso de la bondad de Dios.

Los judíos rezan: “Que no tenga yo necesidad de dádivas de los hombres, cuyos dones son pocos, mas sus censuras muchas; pero dame de tu mano, amplia y llena”. Véase la petición de Salomón de “sabiduría,” y el don de Dios por encima de lo que pidió, aunque Dios preveía que su futuro abuso de la bondad divina iba a merecer cosa muy dura.

Jacobo tiene por delante el sermón del monte (Véase mi Introducción). Dios oye la oración sincera, y concede, o la cosa pedida, o bien algo mejor; de la manera que el buen médico tiene en cuenta el bien del enfermo mejor con negarle la cosa nociva que pide, que con concederle algo momentáneamente agradable pero perjudicial.

6. Pida en fe—eso es, en la persuasión de que Dios puede dar y dará. Jacobo empieza y termina con “fe”. Por la mitad de la epístola, quita los impedimentos de la fe, y enseña el verdadero carácter de ella . No dudando—titubeando entre la confianza y la incredulidad.

Compárese el caso de los israelitas, que parecían creer en parte en el poder de Dios, pero que se inclinaban más hacia la incredulidad con “limitarlo”. Por otra parte, comp. Act_10:20; Rom_4:20 (“Tampoco… dudó con desconfianza”); 1Ti_2:8. Semejante a la onda de la mar—Isa_57:20; Eph_4:14. “Llevados por doquiera de todo viento de doctrina”. Movida del viento—o “llevada” por fuerza exterior. Echada—por fuerza interior, por su propia inestabilidad .

Ya echado sobre la ribera de la fe y la esperanza; ya arrollado al abismo de la incredulidad; una vez, elevado a la cima del orgullo mundano, otra, arrojado a la arena de la desesperación y aflicción .

Conclusión:

Debemos de estar más que seguros en si pedimos de esta forma Dios que es rico en misericordia y fiel a su promesa, nos contestará favorablemente a nuestras peticiones.

 


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