Años – Reflexión

Enseñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.

Salmo 90:12

El tiempo pasa, nos vamos volviendo viejos, yo el amor no lo reflejo como ayer. En cada conversación, cada beso, cada abrazo, siempre surge un pedazo de razón…

Este párrafo es un trozo de una canción de la nueva trova. Una canción que nos hace pensar cuán implacable es el tiempo. Alude a que el tiempo pasa, muchas veces inadvertido; esos momentos que alguna vez vivimos, reímos, lloramos, odiamos y amamos, se disuelven con el paso de los años. Muchas veces nos dejan marcas, cicatrices (incurables a veces), buenas y malas experiencias, que al final de la vida, simplemente nos hacen reflexionar, en que, pudo haber sido mejor.

glorificar a Dios, alabarle

La vida del ser humano, se mide a través de segundos, minutos, horas, meses y años; los cuales determinan la edad cronológica que vivimos. Es un proceso inevitable,  que no podemos detener.

La frase de la canción, nos dice algo muy revelador; y es que en todo lo que sucede a través de los años de nuestra vida, todo tiene una razón de ser. Esto no difiere mucho de lo que nos dice el texto del Salmo 90:12

Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.

Que importante, es tener conciencia de todo lo que sucede en nuestras vidas. Se trata de tomar tiempo para reflexionar en cuanto a nuestras acciones, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, a nuestros sueños.

El libro de Eclesiastés, escrito por el rey Salomón, dedica un capitulo entero, al tema del tiempo. El objeto de prestar atención a nuestro vivir, es que aprendamos algo, es traer sabiduría al corazón. Por eso mismo Salomón, en el versículo 1 del capítulo 3 nos dice:

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Que revelador lo que el sabio nos expresa. No debemos correr, ni apresurar las cosas; ya que tarde o temprano llegaran. Significa que hay tiempo para todo, para nacer para morir; para reír para llorar, tiempo de amar y tiempo de aborrecer, tiempo de guerra y tiempo de paz. Esto nos lo explica unos versículos más adelante del pasaje. Los apegos de nuestra vida, no deben privarnos de vivir plenamente, felices y conformes con lo que la vida nos ofrece. Recordemos que Dios tiene el control de todo, inclusive de nuestros años de existencia. Él planeo nuestro nacimiento en el día, mes y año en el cual ocurriría. El Salmo 139:13, 15-16, nos expresan algo muy maravilloso y de lo cual debemos estar muy agradecidos con nuestro Creador, nos dice:

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

Con cuanta profundidad nos describe el proceso de la concepción humana. Todo nuestro ser, fue formado bajo la tierna mirada de nuestro Creador. Se encargo de que su obra fuera perfecta en todo aspecto. SOMOS UN MILAGRO DE LA CREACION!!!!

Fuimos entretejido y formados en las entrañas de la tierra, la Biblia nos dice que polvo somos y al polvo volveremos. Nacimos primeramente en la mente de Dios. Ahora bien, veamos que produce en el rey David, esta reflexión acerca de nuestra creación; en el verso 17 nos lo dice:

!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!.

El efecto que causo en David, este descubrimiento fue de mucho gozo y alegría de saber que su origen, proviene de un Ser increíblemente Creativo.

El objeto de nuestro existir es para darle gloria a Dios. Esto significa que cada momento de nuestra existencia debe ser aprovechado al máximo. Los años de nuestra vida, pasan y pasaran, hasta que todos lleguemos al ocaso de nuestra existencia. Es algo inevitable. Lo importante es que hemos aprendido de cada año que vivimos, cuales experiencias nos han enseñado a ser mejores personas; a valorar a los demás y a nosotros mismos. A convivir con la naturaleza, cuidar nuestro entorno y ser buenos administradores de nuestro planeta. El tiempo en el que vivimos, esta plagado de mucha maldad y egoísmo. Esta lleno de gente que no viven a plenitud, al contrario, se encuentran llenas de odio, rencores, materialismo y viven agitadamente sus vidas. Su tiempo se reduce, no disfrutan ni un solo segundo. La Biblia nos dice en Efesios 5:16

Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

Entonces somos llamados a hacer precisamente eso, aprovechar.

Debemos de sacar el máximo provecho de todo lo que realicemos. Se trata de traer sabiduría a nuestro corazón. De adquirir y practicar valores del Reino de Dios, para poder vivir victoriosos, en un mundo maltrecho y negativo.

Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo;  este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres,  para que se ocupen en él. 

Eclesiastés 1:13

Es cierto los años pasan, es implacable y no perdona. El mundo sigue su curso. Pero nosotros como Hijos del Dios Altísimo, tenemos la paz interior que nos motiva vivir con propósito. Y este es GLORIFICAR A DIOS.  

Por Mario Samayoa y José Alberto Vega

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