El Secreto – Reflexión

Dad gracias en todo,  porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús. I Tes 5:18

¿Se ha encontrado usted muchas veces sin un centavo en su bolsa?

¿Está acaso padeciendo una grave enfermedad?

¿Está atravesando graves conflictos personales?

¿Está a punto de una ruptura familiar?

Todas estas situaciones de la vida, es por las que atravesamos todos los seres humanos, en determinados momentos. Muchas veces llegamos al punto de derrumbarnos, deprimirnos y sentirnos sin una salida satisfactoria. A mí en lo personal me suceden tremendas dificultades económicas que parece  que van a llevarme a extremos. Una tarde, reflexionando acerca de mis problemas. Le reclamaba a Dios, y me ponía melancólico; recordando los momentos de bonanza económica, de salud y de paz en mi hogar. Meditando estaba, cuando en mi mente repetí estas palabras: “DAD GRACIAS EN TODO”. Me pregunté ¿Por qué vienen a mi mente estas palabras? Y concluí, que era simplemente porque Dios quiere enseñarme a ponerlas en práctica. El quiere que yo las declare, que las vocifere y que le agradezca por mi situación. Y entonces, lo hice, lo dije. Y fue tal la paz que me embargo, la tranquilidad que trajo a mi desasosiego mental; que me levante de mi asiento, tire la tristeza al cesto de basura, aclare mi mente y me puse a escribir estas palabras.

Luego pensé, en que en este momento miles de personas alrededor del mundo, están pasando por situaciones quizá peores que la mía. Vino a mi mente también el pensar, no solo en situaciones económicas, sino también en pensar en aquellos que están pasando crisis de salud, quizá enfermedades terminales. Pensé en aquellos que están al borde de un suicidio, que no ven salida a su situación y la única opción que ellos vislumbran es el quitarse la vida. Pensé en aquellos que están a punto del divorcio y que se encuentran muy dolidos emocionalmente. Pensé en aquellos que están siendo controlados por algún vicio insuperable para ellos, y que les ata y destruye. Pensé en aquellos que viven vidas solitarias y tristes, a pesar de tenerlo todo. Pensé en aquellas mujeres que han sido abusadas y están esperando bebé. Pensé en aquellos que están en las cárceles totalmente solos y sin esperanza, pagando por sus errores.

Mi mente recreo cada escena que pensé, y me dije: Dios quiere que yo le agradezca y que aprenda a convivir cualquiera que sea mi situación. Es una especie de entrenamiento divino. El cual me prepara a aceptar la vida tal cual venga. Es el fortalecerme a pesar de todo. Es ver en el la fuente de toda provisión. Recordé las palabras de Pablo, en Filipenses 4:11-13

No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el SECRETO tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

El pasaje me describió perfectamente mi situación. Aprendí que debo APRENDER a contentarme cualquiera que sea mi situación. Esto me ilustro, que la vida es una escuela, donde se aprende a sobrellevar la escasez y la abundancia; al igual que sobrellevar toda situación que se me presente. Las cuales pueden ser de enfermedad, emocionales o financieras. Pero lo mas interesante, que descubrí en estas palabras, fue que existe un SECRETO, el cual me permitirá vivir contento con lo que tengo: y ese SECRETO es que:

TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE.

Es Él quien me da fortaleza, confianza, seguridad y quien trae paz a mi ser. El descubrir este secreto, es el que me motiva a DAR GRACIAS EN TODO y a aceptar mi situación, tal cual sea. Cuando conozco este secreto, es cuando me doy cuenta, que no existen los problemas, tan solo son situaciones, que debo sobrellevar y resolver.  

¡Que descubrimiento más maravilloso me reveló Dios!

Estimado lector, le invito a que descubra EL SECRETO para ser fortalecido a través de Cristo. Le invito a entregar sus cargas y su vida misma al pastor de nuestras almas. Le invito a ser agradecido cualquiera que sea su situación; ya sea en escasez, en la abundancia, en las crisis financieras, en las crisis personales y familiares, y porque no, desde el propio lecho de muerte. APRENDAMOS EL SECRETO de ser agradecidos con nuestro Dios, el conoce nuestras necesidades materiales y espirituales. Él nos proveerá a su tiempo y nos consolará tiernamente.

Finalmente, amigo lector, el Señor me recordó estas palabras maravillosas y con las cuales reconforto mi alma necesitada:

Y MI DIOS PROVEERÁ A TODAS VUESTRAS NECESIDADES, CONFORME A SUS RIQUEZAS EN GLORIA EN CRISTO JESÚS. (Fil. 4:13)

Por Mario Samayoa

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