Si tan Solo Tuviera más Dinero – Reflexión

¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? (Marcos 8:36) (NVI).

¿Es imposible ser feliz sin dinero?

¿Podemos aprender a ser felices con mucho o poco dinero?

¿Tener dinero es lo más importante?

Estas y muchas preguntas más surgen en nuestras mentes cuando pensamos en nuestras finanzas.  Si recordamos el episodio del joven rico que abordo a Jesús, y le lanzo la siguiente pregunta:

Al salir él para seguir su camino,  vino uno corriendo,  e hincando la rodilla delante de él,  le preguntó: Maestro bueno,  ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?  Ninguno hay bueno,  sino sólo uno,  Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres.  No mates.  No hurtes.  No digas falso testimonio.  No defraudes.  Honra a tu padre y a tu madre.  El entonces,  respondiendo,  le dijo: Maestro,  todo esto lo he guardado desde mi juventud.  Entonces Jesús,  mirándole,  le amó,  y le dijo:  Una cosa te falta:  anda,  vende todo lo que tienes,  y dalo a los pobres,  y tendrás tesoro en el cielo;  y ven,  sígueme,  tomando tu cruz. Pero él,  afligido por esta palabra,  se fue triste,  porque tenía muchas posesiones. (Marcos 10:17-22).

No alcanzo a entender la respuesta, porque realmente el no estaba guardando los mandamientos, porque no fue capaz de vender todo lo que tenia y dárselo a los pobres. Solamente tenia que renunciar a si mismo, renunciar a su comodidad y ser solidario con su prójimo.

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No solo es el dinero lo que la gente busca, otros buscan seguridad en el sexo, la fama, los amigos, una profesión, etc. Algunas veces buscamos tener dinero, inteligencia, belleza, ropa buena, seguridad financiera, computadora y celular de ultima generación, una buena casa, comer bien, sacar buenas notas, un buen auto, fama, talento, salud, amigos, poder. Ahora preguntémonos: ¿hay algo malo en tener algunas o todas estas cosas que hemos mencionado?; aunque no es malo el querer vivir bien, si el enfoque esta en lo material, pero ¿Qué pasará cuando lo material falte?

Hay un punto de vista diferente, el cual lo encontramos en la Palabra de Dios. Revisemos algunos pasajes y descubramos lo que nos dice Dios en su palabra.

Primeramente, la Biblia nos advierte con respecto a la avaricia. La avaricia es el querer tener más de lo que se tiene, con un deseo desmedido. En Lucas 12:15 nos dice:

Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Veamos ahora en II Corintios 4:18

No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

A la luz de estos pasajes, que respondería usted al que dice ¿soy alguien porque tengo dinero e influencias?; los versículos nos dicen claramente que debemos guardarnos de toda avaricia, para que la actitud nuestra cambie y no deseemos tener abundancia de bienes, sin ningún propósito, otro elemento importante que nos aporta el pasaje, es el de no depender de las cosas materiales, porque son temporales. No significa que sea malo tener bienes materiales, sino que el punto es convertirlo en nuestra motivación para vivir. Hay un gran dilema al que nos enfrentamos cada día. Mateo 6:24 nos lo define:

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

La solución a este dilema, lo encontramos en la Biblia misma, vamos a Mateo: 6:19-21

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

¿Qué le parece la solución a el dilema al  cual muchos nos enfrentamos?;  es licito tener muchos riquezas y todo lo que nos podamos imaginar, el problema es que amemos eso que tenemos y como resultado nos alejemos de Dios, que es quien nos lo da todo.

He ahí, la respuesta sabia que la Palabra de Dios nos provee. Es mejor ser ricos en buenas obras y en solidaridad con nuestro prójimo, para de esa manera acumular tesoros en el cielo, claramente es la misma respuesta que Jesús, dio al joven rico:

Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendréis tesoro en el cielo; y ven sígueme.

Esto tiene que ver mucho con la cultura del “dar” o mejor dicho  “el que reparte,  con liberalidad…” (Rom 12:8), cuanto más damos, mas se nos devuelve. Es una ley divina.

¿Está usted satisfecho con lo que Dios le ha dado? ¿Es posible estar contento? El apóstol Pablo en el libro de Filipenses 4:11-13 nos proporciona una respuesta: 

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Definitivamente que nuestra fortaleza en la abundancia y la escasez reside en Cristo. Notemos que el Apóstol Pablo, nos explica que debemos APRENDER a estar conformes cualquiera que sea nuestra situación, había aprendido que el dinero solo suple las necesidades materiales temporalmente.

Puede ser que en algunas situaciones, la escasez determine nuestro estado de ánimo. Dejémonos fortalecer por Cristo, para que nuestras finanzas no sean un motivo de sentirnos miserables. Debemos tener la habilidad de estar contentos con mucho o con poco. ¿Cómo pudo Pablo plasmar estas palabras? En Filipenses 4:19 dice:

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Lo importante no es cuánto dinero tiene, sino la tranquilidad que tiene al saber que Dios le dará lo suficiente para vivir una vida digna y en paz interior. Cuando alguien cree que lo material es lo que más tiene valor, construye su vida sobre una base insegura que desaparecerá con el paso del tiempo. Recordemos siempre este versículo tan importante en nuestra vida y debe cobrar vida en nosotros diariamente:

MAS BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODAS ESTAS COSAS OS SERÁN AÑADIDAS.

Amén, Gloria a Dios.

Por Mario Samayoa y José Alberto Vega          

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