La presente reflexión “Sigue a Dios con Todo tu Corazón» te ayudará a encontrar la paz que buscas.
Reflexión basada en: Mateo 5:29-30
“Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”.
¿Qué tan lejos estamos dispuestos a llegar por Dios?, en Mateo 5:29-30, Cristo dijo que si algo se interpone en el camino, evitando que hagamos la Obra de Dios, entonces tenemos que vencer aquello que nos lo impide. Nos motiva a ser radicales con nosotros mismos en aras de no impedir que la Obra de Dios avance. El texto es muy simbólico y no debemos tampoco tomarlo literal, en el sentido de sacarnos un ojo o cortarnos una mano, la idea es que debemos anteponer la Obra de Dios, a nuestros intereses.
Se trata más bien de que todos nuestros sentidos y facultades deban ser puestos al servicio del Reino de Dios. Muchas veces los fuertes apegos que tenemos en el mundo, nos impiden ir en avanzada en nuestra vida cristiana, debemos tomar en cuenta que el verdadero crecimiento espiritual llega cuando estamos totalmente involucrados en la Obra de Dios.
Debemos tener en cuenta que es un compromiso serio, no es algo insignificante, es LA OBRA DE DIOS. El camino a seguir en esta obra, es ir hacia adelante tan lejos como podamos llegar, sinceramente de todo corazón.
La vida cristiana es un camino de crecimiento en cuanto a carácter, es ser cada día mas parecidos a Cristo. La victoria sobre los deseos del corazón, debe ir acompañada de mucho trabajo espiritual en nosotros mismos. Se trata de vencer las tentaciones que nos atacan a diario. Sabemos que nuestra naturaleza caída nos inclina al mal, aparte del medio en el que nos desenvolvemos esta plagado de diversas tentaciones; este trabajo interior con nosotros mismos, se hace mucho más fácil, ya que en nosotros habita el Espíritu Santo. Es una lucha ardua pero necesaria para alcanzar la madurez espiritual que necesitamos para ayudar a aquellos que están atribulados por tantas tentaciones. El ceder a la tentación nos degrada y nos trae miseria, vergüenza y dolor. Es por tanto imperante que mantengamos una vida llena del Espíritu para lograr vencerla.
En esta vida, todos nos enfrentamos a continuos problemas, dificultades y pruebas; y debemos hacer constantes sacrificios, aprendiendo a renunciar a nuestros propios caminos y deseos. Cristo dijo en Mateo 16:24-26 “….Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mi, la hallará”. Podríamos decir que el tomar la cruz y seguir a Cristo, es poner todo nuestro ser a su disposición, es renunciar a apegos materiales que nos vuelven egoístas, es poner nuestra vida a la orden de la OBRA DE DIOS!!!!
Por: Mario Samayoa
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