Biografía del Papa Benedicto XVI

Papa, Benedicto XVI, biografía, Joseph Aloisius RatzingerBenedicto XVI, nacido Joseph Aloisius Ratzinger (Marktl am InnBavieraAlemania16 de abril de 1927), es el actual papa de la Iglesia católica. Tras el fallecimiento de Juan Pablo II, fue elegido como el 265º papa el 19 de abril de 2005 por los cardenales que votaron en el cónclave.

El 11 de febrero de 2013 anunció que renunciará a sus funciones el día 28 del mismo mes, una decisión que cuenta con pocos antecedentes. Si bien el Sumo Pontífice dimisionario más próximo fue Gregorio XII, solo un caso previo en la historia de renuncias al munus petrinum no da lugar a dudas sobre la espontaneidad de la decisión: fue el de Celestino V.

Biografía

Infancia

Nació en Marktl am InnBaviera el 16 de abril de 1927, a las 8:30, en la dirección Schulstraße 11, la casa de sus padres. Fue bautizado el mismo día que nació, que además era un sábado de Gloria, en la diócesis de Passau. Es el tercero y más joven de los hijos de Joseph Ratzinger (n. 6 de marzo de 1877, † 25 de agosto de 1959), un oficial de policía, y de Maria Rieger (n. 7 enero de 1884, † 16 diciembre de 1963). Su familia materna es originaria de Rio di Pusteria (Mühlbach), en el Alto Adigio.

Su hermano Georg Ratzinger (nacido en 1923), también sacerdote, aún vive. Su hermana Maria Ratzinger, quien nunca se casó, administró la casa del cardenal Ratzinger hasta su muerte en 1991. A la edad de cinco años, Ratzinger estaba con un grupo de niños que dieron la bienvenida al visitante cardenal arzobispo de Múnich con flores. Impresionado por la vestimenta del cardenal, más tarde anunció que quería llegar a ese cargo.

Dos años después de su nacimiento, el 11 de julio de 1929, su familia se mudó a Tittmoning y el 5 de diciembre de 1932 se mudó nuevamente, esta vez a Aschau am Inn y fue aquí que Joseph vivió su tiempo escolar, en la década de los 30, después del fortalecimiento del nacionalsocialismo. El padre de Joseph compró una pequeña casa de campo en Hufschlag en Traunstein; este lugar es recordado por Ratzinger como «el verdadero hogar» de su familia.

El padre de Joseph, debido a su trabajo en la gendarmería, debía ser muy flexible en cuanto a su ubicación. A pesar de que sus padres tenían algunas cargas económicas, lo enviaron al seminario de San Miguel, donde se desempeñó como un estudiante dedicado.

Hasta 1939 ningún seminarista había entrado en las Juventudes Hitlerianas. Pero el régimen exigió a partir de marzo la afiliación obligatoria. Hasta octubre, la dirección del Seminario se negó, pero luego no pudo impedir el inscribirlos. Así le sucedió también a Joseph Ratzinger, a sus 14 años. Un testigo relata (según el Frankfurter Allgemeine Zeitung) que los seminaristas eran una «provocación» para los nazis: se los consideraba sospechosos de estar en contra del régimen. En un escrito del Ministerio de Educación se lee que la pertenencia obligatoria a las Juventudes Hitlerianas «no garantiza que los seminaristas realmente se hayan incorporado a la comunidad nacionalsocialista de los pueblos».

A los 16 años, fue llamado a filas, como tantos jóvenes de las Juventudes hitlerianas que al final de la guerra fueron militarizados (los llamados Flakhelfer: ayudantes de artillería antiaérea) y se lo destinó a la protección de la fábrica de BMW en Traunstein, en las afueras de Múnich, ciudad que fue bombardeada masivamente. Prestó servicio entre abril de 1943 y septiembre de 1944. En este tiempo asistió al instituto de segunda enseñanza «Maximiliansgymnasium». A las preguntas de un superior, contestó que quería ser sacerdote. Estuvo luego, tras la instrucción básica, destinado en Austria, concretamente en la protección anti-tanque.

En 1944 comenzó su entrenamiento básico en Hungría, tomó parte en el «Reichsarbeitsdienst» que era un servicio de defensa alemán, donde él, junto con otros compañeros, construyeron sistemas para cerrar el paso a diferentes tanques de guerra. Ratzinger desertó en los últimos días de la guerra, pero fue hecho prisionero por soldados aliados en un campo cerca de Ulm en 1945.

Después de ser puesto en libertad, en cuanto alumno del seminario diocesano, entonces sito en Traunstein, hizo su examen de bachillerato en «Chiemgau-Gymnasium» (Instituto Chiemgau) en Traunstein.

Desde 1946 hasta 1951 Ratzinger estudió Teología católica y filosofía en la Universidad de Teología y Filosofía de Freising, así como en el Herzogliches Georgianum de la Universidad de Múnichy en la Universidad de Friburgo. Según sus propias palabras, sus mayores influencias filosóficas, después de un periodo de interés por el neo-Kantismo, fueron sobre todo las obras de Gertrud von le Fort, Ernst Wiechert, Elisabeth Langgässer, Theodor Steinbüchel, Martin Heidegger y Karl Jaspers. Igualmente, se refiere a Fiódor Dostoyevski como una fuerte influencia literaria. En cuanto a los Padres de la Iglesia, estudió con interés a san Agustín de Hipona. Respecto de los escolásticos, su interés se centró en san Buenaventura.

Carrera académica

El inicio de su vida académica no estuvo exento de disgustos. Su primer escrito de tesis sobre san Buenaventura le fue devuelto en 1954 con una severa crítica del profesor Michael Schmaus. Sus enfoques empezaban a romper esquemas tradicionales de la época, lo que le ocasionaba alguna incomprensión y dificultad.

Ratzinger ingresó como profesor en la Universidad de Bonn en 1959; su conferencia inaugural fue acerca de «El Dios de la fe y el Dios de la filosofía». En 1963 se fue a la Universidad de Münster, donde al dar su conferencia inaugural ya era bien conocido como teólogo. En el Concilio Vaticano II, sirvió como asesor teológico del cardenal Josef Frings de Colonia, y luego trabajó por defender el Concilio en sus distintos documentos, incluyendo Nostra Aetate, el documento que habla acerca del respeto hacia otras religiones y sobre el derecho a la libertad religiosa. Fue visto durante el tiempo del Concilio como un reformista convencido.

Ratzinger admitió que era admirador de Karl Rahner, un teólogo académico bien conocido por su «Nueva Teología», que estaba a favor de la reforma de la Iglesia y proponía nuevas ideas teológicas; pero, a pesar del acuerdo en muchos puntos y aspiraciones, Ratzinger se dio cuenta de que Rahner y él vivían, desde el punto de vista teológico «en dos planetas diferentes», como explica en el libro «Mi vida» (p. 126), pues la Teología de Rahner estaba caracterizada por la tradición escolástica de Suárez y de su nueva versión a la luz del idealismo alemán y de Heidegger, en la que las Escrituras y los Padres no jugaban un papel importante y en que la dimensión histórica era de escasa importancia. En cambio, la formación de Ratzinger estaba marcada por las Escrituras y por los Padres de la Iglesia, por un pensamiento esencialmente histórico.

En 1966 fue candidato a ocupar una vacante en teología dogmática en la Universidad de Tubinga, donde fue colega de Hans Küng, con quien años más tarde sostendría fuertes enfrentamientos. En 1968 escribió en su libro «Introducción al Cristianismo» que el papa tenía el deber de oír diferentes voces dentro de la Iglesia antes de tomar una decisión. También escribió que la Iglesia de ese tiempo estaba muy centralizada. Dichos párrafos no aparecieron en ediciones posteriores del libro, porque fueron malinterpretados por autores que utilizaron este texto para cuestionarlo. Durante este tiempo, se distanció de la atmósfera de Tubinga y de los lineamientos marxistas del movimiento estudiantil de la década de los años 60, que en Alemania rápidamente se radicalizaron entre los años 1967 y 1968, culminando en una serie de disturbios en abril y mayo de 1968. En 1969 regresa a Baviera a la Universidad de Ratisbona (Regensburg), en un ambiente académico menos reformista.

En 1972, fundó la publicación teológica Communio junto con Hans Urs von BalthasarHenri de Lubac y otros. Communio, hoy publicada en diecisiete idiomas (alemáninglés y español, entre otros), se ha convertido en una de las publicaciones católicas más influyentes del mundo.

Sacerdote, arzobispo y cardenal

El 29 de junio de 1951 recibió junto con su hermano Georg el sacramento del orden sacerdotal en la catedral de Freising a través del que fuera entonces arzobispo de Múnich y Freising, el cardenal Michael von Faulhaber. Celebró su primera Misa en la parroquia de San Oswaldo en Traunstein y el 30 de julio de 1951, junto a su hermano, en Rimsting, lugar donde su madre había nacido.

El 24 de marzo de 1977 Ratzinger fue consagrado arzobispo de Múnich y Freising, y el 27 de junio, Pablo VI lo nombró cardenal del título de S. Maria Consolatrice al Tiburtino. Durante el Sínodo de los obispos de 1977, dedicado al tema de la catequesis, se produce su primer encuentro con Karol Wojtyła, después de muchos años de intercambiar con él correspondencia, ideas y libros.

Teólogo

Como joven profesor de teología, abría a sus alumnos a pensadores en aquel momento considerados avanzados, y que en aquella época incluso tuvieron problemas con la Jerarquía católica, como Yves Congar o Henri de Lubac, además de a los grandes autores protestantes como Karl BarthOscar Cullmann o Dietrich Bonhoeffer. Ello le acarreó los recelos del catolicismo más conservador.

Entendía que había que superar la abstracción metafísica de la neoescolástica en la que consideraba estaba atrapada la teología católica. Defendía la necesidad de abrirse a un nuevo lenguaje que, partiendo del Evangelio, conectase existencialmente con las inquietudes del hombre concreto contemporáneo. En ese sentido, no ha ocultado la influencia en su enfoque de la filosofía de existencialistas como Heidegger o Karl Jaspers.

Como asesor en el Concilio Vaticano II del cardenal Frings, defendió un debate abierto y una elaboración de los textos creativa, impulsando las ideas reformistas que se tradujeron en las concepciones renovadas de la relación entre la Iglesia y el Mundo y una nueva manera de exponer las verdades centrales del cristianismo como la Revelación o la Salvación. (Así lo recuerda en el Libro La Sal de la Tierra)

En su estudio sobre la Teología de la Historia en San Buenaventura, aparecen ya algunas constantes de su pensamiento. Para Ratzinger, la fe de la Iglesia ha de fundamentarse en el mensaje de liberación del Evangelio y en la tradición más primigenia del cristianismo, (en particular los Padres de la Iglesia) de los que es posible hacer una relectura significativa para el hombre de hoy. Esto no significa, según él, la defensa del pasado, porque entiende que el depósito de la fe es inagotable, ha de entenderse vivencialmente de un modo dinámico y, por lo tanto, está siempre proyectado hacia lo nuevo.

En su libro Introducción al Cristianismo, defiende que el ser es ser pensado, pensamiento del Espíritu absoluto que se ha revelado como relación. Concibe la relación como una forma primigenia de lo real: la unidad primigenia es unidad en el amor. Así es como hay que entender el dogma de la Trinidad, donde la más intrincada teoría transmite enseñanzas prácticas para concebir el cosmos y la vida, en particular la vida humana cuyo origen y meta está en el amor.

Insiste en este mismo tratado que la omnipotencia divina se descubre en su esencia a través de la entrega del hombre Jesús de Nazareth. Sólo se entiende lo que es Dios en la impotencia y debilidad del pesebre de Belén y la muerte ignominiosa en la Cruz. Esto nos revela la ley de lo abundante, donde el amor se derrocha y suscita la respuesta de la fe que ha de ser, de este modo, una respuesta de amor. En ello se toca lo esencial del ser humano que se encuentra a sí mismo cuando se siente amado y, como respuesta, es capaz de salir de sí mismo al encuentro de los demás, especialmente de los necesitados, y de la Trascendencia. Esta es la idea básica de su libro Mirar a Cristo.

En el terreno moral, ha insistido en que el cristianismo no es un moralismo. La fe cristiana no tiene nada que ver con la religiosidad que busca la recompensa, que se ciñe a un legalismo ético para ganarse supuestamente un derecho a la salvación. La fe en Jesús se basa en la humildad que vive del amor gratuito recibido (gracia) más allá del mérito y el rigorismo. Es esta apertura al don lo que transforma al hombre y produce su conversión (la metanoia del evangelio). Llamó la atención su afirmación de que la moral sexual representaba un capítulo particularmente oscuro y trágico en la historia del pensamiento cristiano, aunque recordó que la concepción de la unión carnal entre el hombre y la mujer como sacramento y manifestación del amor de Dios no ha permitido que se cayera, a diferencia del gnosticismo y del dualismo de las primeras herejías, en una aversión a la sexualidad. Por ello se mostró partidario de una visión antropológica positiva del cuerpo y su lenguaje, que estima coherente con el Dios de la Creación y de la Vida que se revela en la Biblia.

Sobre la Escatología tiene una obra del mismo título donde pretende dar respuesta teológica a una sociedad burguesa atenazada por el miedo al sufrimiento y a la muerte. En esta obra afirma que la fe cristiana está volcada hacia la vida, su meta es vida en todos sus niveles en cuanto a don y reflejo de Dios, que es la Vida. Para la fe cristiana, sostiene, no existe ninguna vida inútil.

Ratzinger reaccionó en el libro Informe sobre la fe ante lo que consideró una deriva caótica del catolicismo tras el Concilio Vaticano II, atribuyéndola a lo que estimaba era una interpretación superficial del mismo que se apuntaba acríticamente a todo lo novedoso por efímero e inconsistente que esto fuera. Así, mostró su preocupación por un relativismo que pone en cuestión la idea de Verdad dogmática y Moral. Para él, la Verdad no es un punto de llegada, es una llamada a la búsqueda sincera donde la razón puede desplegar todas sus energías, pero eso no la diluye ni la transforma en mera invención subjetiva y manipulable. Si se renuncia a la verdad acerca del hombre, se renuncia a su libertad (así lo expresa en su libro Fe, Verdad, Tolerancia). Denunció también el empobrecimiento que para un culto profundo supuso el abandono de una liturgia enraizada en la tradición de la Iglesia.

Combatió, asimismo, la identificación del compromiso social cristiano con la colaboración en las nuevas estructuras de poder revolucionario que surgieron en Latinoamérica. Por ello condenó las manifestaciones más exacerbadas de la Teología de la Liberación, a la que vio influida por un marxismo llamado a desaparecer. También fue crítico con la identificación de la fe cristiana con formas políticas conservadoras, en coherencia con su concepción de un cristianismo que va mucho más allá de la mezquina defensa de estructuras políticas y sociales que siempre serán mutables y pasajeras. Entiende que la fe cristiana es incompatible con la adhesión a sistemas de dominación y opresión, sean del signo que sean. Por ello ha denunciado los males derivados del capitalismo y el liberalismo occidentales.

En su Teoría de los Principios Teológicos, materiales para una teología fundamental, sostiene que la Iglesia debe superar sus disputas internas y reflexionar sobre la posibilidad de respuesta que lleva en su interior. Afirma que una de las primeras reglas del discernimiento espiritual consiste en que donde está ausente la alegría y el humor está ausente el Espíritu.

Para Ratzinger, el cristiano occidental vive hoy en una era neopagana, marcada por la idolatría del dinero, el prestigio, el placer y el poder. Por ello la persona está cada vez más aislada y desorientada y la sociedad desprovista de valores humanos consistentes. Ante ello, el cristiano ha de ser el que transmita la liberación del que vive del Perdón y la promesa de la Vida Eternapara todos los hombres. Solo desde estos parámetros se puede recobrar y defender un sentido pleno de la dignidad humana. Muestra su escepticismo ante la eficacia de una reforma estructural de la Iglesia, entiende más bien que lo que hay que hacer es poner esa estructura al servicio del amor. Para el, la Iglesia vive de la alegría que los cristianos experimentan por ser tales (Ser Cristiano en la era neopagana).

Todo esto lo ha colocado en el punto de mira crítico de la teología católica más avanzada, si bien le valió la confianza de Juan Pablo II y lo llevó a desempeñar con rigor el cargo de Prefecto de la Congregación para la de la Doctrina de la Fe.

Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe

El 25 de noviembre de 1981, Juan Pablo II nombró a Ratzinger prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Dimitió en la arquidiócesis de Múnich a principios de 1982. Fue nombrado cardenal obispo de Velletri-Segni en 1993, elegido vicedecano del Colegio Cardenalicio en 1998 y finalmente decano del mismo 2002, uniendo como es preceptivo su sede cardenalicia a la de Ostia. Ideológicamente, Ratzinger tiene ideas conservadoras en cuanto al control de la natalidad y el diálogo interreligioso. Fue el cardenal más próximo a Juan Pablo II; Ratzinger y Wojtyla fueron calificados intelectualmente como «almas gemelas».

Bajo su prefectura se dictaron escritos acerca de la postura de la iglesia católica con respecto a las personas homosexuales (1986), y «Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la atención pastoral de las personas homosexuales» (1992), rechazando los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales (3 de junio de 2003).

Por razón de su cargo fue también el responsable de estudiar la compatibilidad de la teología de la liberación con la doctrina católica; le compitió prohibir el ejercicio de la enseñanza en nombre de la Iglesia a teólogos disidentes como Hans KüngLeonardo Boff y otros, varios de ellos españoles. Con esto mostró su posición como filósofo y teólogo de raíces hegelianas, como su inspirador y maestro, el fallecido Joseph Frings, cardenal del título de S. Giovanni a Porta Latina y arzobispo de Colonia.

Según el New York Times, el Vaticano habría reconocido en 2010 haber encubierto (durante el mandato del papa como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe) a un sacerdote estadounidense, Lawrence Murphy, sospechoso de haber abusado de unos 200 niños sordos.

Sin embargo, el Vaticano desmintió tal encubrimiento en una nota publicada posteriormente a la noticia. Se explicó en la misma que a mediados de los años setenta, algunas víctimas del padre Murphy informaron sobre estos abusos a las autoridades, que emprendieron una investigación en ese momento. Según portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dicha investigación fue abandonada. La Congregación para la Doctrina de la Fe fue informada sobre esta cuestión unos 20 años después. Dado que el padre Murphy era anciano, en un estado de salud muy deteriorado, en aislamiento, y que no se habían registrado denuncias de abusos desde hacía veinte años, la Congregación para la Doctrina de la Fe sugirió que el arzobispo de Milwaukee considerara afrontar la situación, por ejemplo, restringiendo el público ministerio del padre Murphy y exigiendo que el padre Murphy aceptara la plena responsabilidad de sus actos. El padre Murphy murió aproximadamente cuatro meses después, sin ulteriores incidentes.

Durante su Servicio como Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa Juan Pablo II le encomendó en 1986 la redacción de un nuevo Catecismo de la Iglesia católica, el cual fue terminado y publicado luego de seis años de trabajo en 1992, con la Constitución Apostólica “Fidei Depositum” o deposito de la Fe, del sumo pontífice Juan Pablo II.

El año 1986 confié a una Comisión de doce cardenales y obispos, presidida por el cardenal Joseph Ratzinger, el encargo de preparar un proyecto del catecismo solicitado por los padres del Sínodo. Un Comité de siete obispos diocesanos, expertos en teología y catequesis, colaboró con la Comisión en ese trabajo.

Juan Pablo II, Fidei Depositum

Elección al papado

Predicción

El 2 de enero de 2005, la revista Time publicó que fuentes vaticanas decían que Ratzinger era el favorito para suceder a Juan Pablo II en el caso de que falleciera. A la muerte de Juan Pablo II, el Financial Times dio la preferencia a Ratzinger para convertirse en papa en la primera posición, pero cercano a sus «rivales» en el ala «liberal» de la Iglesia.

Aunque Ratzinger era considerado el favorito por la mayoría de los medios de comunicación internacionales, otros mantenían que su elección estaría lejos de la realidad porque muy pocas predicciones papales en la historia moderna se habían vuelto realidad. Las elecciones de sus predecesores Juan Pablo I y Juan Pablo II habían sido sorpresivas. Aunque era el favorito, fue una sorpresa para muchos que resultara electo.

Elección

El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger fue elegido como sucesor de Juan Pablo II en el segundo día del cónclave después de cuatro rondas de votaciones. Coincidió con la fiesta de San León IX, el más importante papa alemán de la Edad Media, conocido por instituir el mayor número de reformas durante un pontificado.

Ratzinger esperaba retirarse pacíficamente y había dicho que «hasta cierto punto, le dije a Dios ‘por favor no me hagas esto’… Evidentemente, esta vez Él no me escuchó».

Antes de su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro después de ser electo Papa, fue anunciado por el cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez, diácono de S. Saba y protodiácono del Colegio cardenalicio. El cardenal Medina primero se dirigió a la multitud con «Queridísimos hermanos y hermanas» en italiano, español, francés, alemán e inglés, antes de continuar con el tradicional Habemus Papam en latín. En la Solemne Inauguración de su Pontificado, que reemplaza la ya extinta coronación (el último papa coronado fue «Pablo VI«), el cardenal Medina fue el encargado de imponerle el palio, mientras que Angelo Sodano, cardenal obispo de Albano y del título in commendam de S. Maria Nuova, Secretario de Estado, le colocó el «anillo del Pescador».

En el balcón, las primeras palabras de Benedicto XVI a la multitud, dadas en italiano antes de que impartiera la tradicional bendición Urbi et Orbi en latín, fueron:

Queridos hermanos y hermanas: después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones. En la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos adelante. El Señor nos ayudará y María, su santísima Madre, estará a nuestro lado. ¡Gracias!

Benedicto XVI, desde el balcón central de la Basílica Vaticana

Después dio la bendición.

El Pontificado

El 19 de abril de 2005 fue elegido sucesor de Juan Pablo II después de dos días de cónclave y dos fumatas negras. El cardenal Ratzinger había repetido sucesivas veces que le gustaría retirarse a una aldea bávara y dedicarse a escribir libros pero, más recientemente, había reconocido a sus amigos estar listo para «cualquier función que Dios le atribuyera».

Su elección generó de inmediato duras críticas, centradas en su supuesto perfil neo-conservador; se lo acusó de desear restituir la organización y doctrina de la Iglesia a la que tenía antes del Concilio Vaticano II. Algunos analistas preveían que con él la Iglesia endurecería sus posturas en lo referente a la prohibición del aborto, la homosexualidad, la eutanasia o el uso de métodos anticonceptivos. Sus partidarios aducen que durante su Prefectura sólo uno de los procesos abiertos acabó en excomunión: el del arzobispo ultraconservador Monseñor Marcel Lefebvre; también se le conoce que asistió al Concilio Vaticano II y que había sido de los más progresistas y propuesto reformas novedosas.

En el año 2006 fue publicada en castellano una obra suya, escrita cuando todavía no era papa, con el título Fe, verdad, tolerancia, en la cual hablaba, entre otras cosas, del pluralismo religioso y el diálogo.

En agosto de 2005, participó en la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, cosechando grandes muestras de afecto por parte de la juventud y donde también se destacó el recuerdo de Juan Pablo II.

En octubre del mismo año, participó en el Sínodo de Obispos, agregando una sección de intervenciones libres, cuya difusión pública tuvo que restringir debido a unas declaraciones de su sucesor en la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre el voto a los políticos católicos que estaban a favor del aborto.

Según datos de la Prefectura Apostólica, en el año 2007 unas 2.830.100 personas han participado en encuentros públicos con el Pontífice en el Vaticano o en Castelgandolfo (es decir, no se incluyen los viajes).

Escritos

Deus caritas est

El 25 de enero de 2006, publicó su primera encíclicaDeus Caritas Est. Tras una introducción donde mantiene que la expresión Dios es Amor es el corazón de la fe cristiana, desarrolla un texto con dos partes diferenciadas. En la primera se habla del amor en la creación de Dios y en la historia de la salvación, empezando por definir el concepto de amor, en esta parte entre otras cosas critica la reducción del amor al puro sexo con fines comerciales. No se ha de rechazar el amor erótico pero sí sanearlo para que alcance su verdadera grandeza. En la segunda parte se habla del ejercicio de la caridad por parte de la Iglesia, a la que llama comunidad de amor. La Iglesia no ha de quedarse al margen de la lucha por la justicia, pero no ha de hacer política, sino ofrecer un servicio de amor, que siempre será necesario.

Spe Salvi

El 30 de noviembre de 2007 se presentó su segunda encíclica, Spe salvi, dedicada a la esperanza e inspirada en la carta de San Pablo a los Romanos. En ella afirma que la vida no acaba en el vacío sino que desemboca en el momento pleno de satisfacción, de sumergirse en el amor infinito, en la vida enterna en la que el tiempo ya no existe. Llama a la autocrítica al cristianismo y lo previene de la tentación del individualismo. Recuerda que la victoria de la razón sobre la irracionalidad es un objetivo de la fe cristiana, pero que la ciencia no redime al hombre, sino que el hombre es redimido por el amor. Advierte que un progreso basado en el mero materialismo es una amenaza y que la experiencia del marxismo nos ha mostrado claramente que un mundo sin libertad no es un mundo bueno. La libertad ha de estar orientada por una esperanza en medio del sufrimiento, el fracaso y las frustraciones de la existencia y de la historia. En ese sentido, el Juicio Final es un consuelo porque supone la revocación del sufrimiento y la respuesta al anhelo de justicia que ofrece un Dios que es a la vez Justicia y Amor.

Caritas in Veritate

La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas.

Benedicto XVI, Caritas in veritate

La tercera Encíclica de Benedicto XVI fue firmada el 29 de junio de 2009 y presentada el 7 de julio. Benedicto XVI aplica las enseñanzas de sus dos primeras Encíclicas –Deus caritas est y Spe Salvi– a los grandes temas sociales del mundo de nuestros días. En una primera parte examina las enseñanzas de sus dos predecesores: Pablo VI (especialmente en su encíclica Populorum progressio) y Juan Pablo II. En la segunda parte recorre las grandes amenazas que se ciernen sobre la humanidad en nuestros días. Aborda con realismo y esperanza los problemas creados por la crisis financiera, por la falta de instituciones internacionales capaces de reformar la ineficacia burocrática que alarga el subdesarrollo de muchos pueblos, y por la falta de ética de muchas mentalidades que predominan en las sociedades opulentas.

Sacramentum Caritatis

En marzo de 2007 publicó la exhortación apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis. En ella reafirma el valor de la eucaristía y su sentido que nace del amor de Cristo y se proyecta hacia el amor a todos los hombres. La unión con Cristo en la eucaristía alimenta el compromiso por la justicia y la reconciliación, el ansia de compartir los bienes, la emancipación de la idolatría del trabajo y el respeto por la Creación. Recoge los trabajos realizados en el Sínodo de los Obispos de 2005.

Verbum Domini

En noviembre de 2010 fue publicada su segunda exhortación apostólica postsinodal titulada Verbum Domini, dedicada al tema de La Palabra en la vida y misión de la Iglesia. Recoge los trabajos realizados en el Sínodo de los Obispos de 2008.

Africae munus

El 19 de noviembre de 2011 Benedicto XVI firma y publica, desde Benin (África), su segunda exhortación apostólica postsinodal titulada Africae munus, dedicada a la Iglesia en África. Recoge los trabajos realizados en un Sínodo especial de los Obispos, de 2009, para el continente africano.

Ecclesia in Medio Oriente

El 14 de septiembre de 2012 Benedicto XVI firmó y publicó, desde Beirut (Líbano), su tercera exhortación apostólica postsinodal, con el título Ecclesia in Medio Oriente, dedicada al tema de los católicos de diversos ritos que viven en países de Oriente Medio. En este documento se recogen los trabajos de un Sínodo especial de obispos que se tuvo en el Vaticano en octubre de 2010.

Motus Proprios

    • Motu Proprio «La antigua y venerable Basílica» para la Basílica de San Pablo Extramuros y para su complejo extraterritorial (31 de mayo de 2005). Publicado en alemán, español, francés, inglés, italiano y portugués.
    • Motu Proprio para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (28 de junio de 2005). Disponible en alemán, esloveno, español, francés, inglés, italiano, portugués y rumano.
    • Motu Proprio Totius orbis con nuevas disposiciones sobre las Basílicas de San Francisco y de Santa María de los Ángeles, en Asís (9 de noviembre de 2005). En alemán, español, francés, inglés, italiano, latín y portugués.
    • Motu Proprio con el que el Santo Padre Benedicto XVI restablece la norma tradicional acerca de la mayoría requerida para la elección del Sumo Pontífice (11 de junio de 2007). En latín.
    • Motu Proprio Summorum Pontificum sobre la «Liturgia romana anterior a la reforma de 1970» (7 de julio de 2007). En latín; existe traducción no oficial al castellano.
    • Motu Proprio Ministrorum institutio con el que transfieren las competencias sobre los seminarios desde la Congregación para la educación católica a la Congregación para el clero (25 de enero de 2013). En latín.

Otras publicaciones

Entre los años 2007 y 2012 publicó tres libros sobre la vida de Jesús, a partir de los datos fundamentales ofrecidos en los Evangelios y en otros escritos del Nuevo Testamento.

En abril de 2007 publicó la primera parte su libro Jesús de Nazareth en la que reflexiona sobre la figura de Jesucristo en calidad de teólogo, no como Sumo Pontífice de la Iglesia católica. Ha sido un éxito internacional de ventas. En él sale al paso de ideas recientes que reducen la figura del Jesús histórico a un mero moralista rebelde o liberal, a un profeta escatológico o un revolucionario político. Sin rechazar frontalmente estas visiones, Ratzinger hace hincapié en que el factor de inteligibilidad clave es la unión de Jesús con el Padre. Esta vivencia de intimidad con Dios le otorga autoridad para presentarse como un nuevo Moisés que renueva la Ley judía (Torá) para darle pleno cumplimiento en la predicación de las bienaventuranzas (la pobreza, la mansedumbre, la pureza de corazón…) y el amor al enemigo. Su experiencia de Hijo lo lleva a la obediencia de un amor entregado hasta la muerte. Jesús era el Rey esperado por Israel, pero un rey que rechaza la tentación demoníaca del poder y se presenta en la humildad de su origen, su cercanía a los pecadores y su servicio a todos. Existe una plena correspondencia entre el Jesús histórico que anunció e hizo presente el Reinado de Dios y el Cristo de la fe de las primeras comunidades de creyentes. Los evangelios, por lo tanto, sin ser reportajes exactos de lo acontecido, nos revelan la verdadera Persona de Jesús y su significación auténtica como Hijo de Dios. Apartando esta expresión de sus antecedentes mitológicos y políticos, la condición de Hijo permite asomarnos al interior de Jesús que nos da a conocer a Dios como Abba (Padre, en arameo). En ello radica la originalidad de Jesús y su novedad.

El año 2011 publicó la segunda parte, con el título Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la resurrección. La tercera parte apareció en el año 2012, y tenía por título La infancia de Jesús.

Consistorios para la creación de nuevos cardenales

  • Primer consistorio: 24 de marzo de 2006. Creó 12 cardenales electores y 3 no electores. Entre los primeros destacó el nombramiento de William Joseph Levada, quien sucedió al propio Ratzinger como Prefecto para la Doctrina de la Fe tras su elección papal en 2005.
  • Segundo consistorio: 24 de noviembre de 2007. Creó 18 cardenales electores y 5 no electores. Entre los electores se encontraba el valenciano Agustín García-Gasco y Vicente, quien fallecería en Roma años más tarde durante la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II. Además fueron ordenados otros dos españoles y cinco latinoamericanos. El Papa comunicó su intención de haber nombrado también al anciano obispo Ignacy Jez, de Koszalin-Kolobrzeg (Polonia), que falleció el día anterior al anuncio.
  • Tercer consistorio: 20 de noviembre de 2010. Creó 20 cardenales electores y 4 no electores. En este consistorio se nombró al cadenal más anciano de la historia, fue el italiano Domenico Bartolucci, de 93 años.
  • Cuarto consistorio: 18 de febrero de 2012. Creó 18 cardenales electores y 4 no electores. Entre otros, nombró cardenal a un español, el turolense Santos Abril y Castelló. Con estos purpurados los miembros electores del Sacro Colegio nombrados por Benedicto XVI superan a los que ordenó Juan Pablo II.
  • Quinto consistorio: previsto para el 24 de noviembre de 2012. En el mismo se crearían 6 nuevos cardenales, entre los cuales un Arzobispo Mayor, un Patriarca y un Colombiano.

Beatificaciones y canonizaciones

El 28 de octubre de 2007 el Santo Padre aprobó la mayor beatificación «masiva» de la historia de la Iglesia, 495 mártires españoles; la celebración -como es habitual- no la presidió él, pero tuvo una audiencia privada con los peregrinos y obispos españoles.

El 1 de mayo de 2011, el papa beatificó a su antecesor, S.S. Juan Pablo II en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Su Santidad resaltó las obras y virtudes del difunto papa polaco. Solo falta la comprobación de un milagro para que el Beato Juan Pablo II se convierta en santo. Esta fue la primera vez que un papa beatifica a su antecesor desde la Edad Media.

Hasta octubre de 2012, ha declarado santas a 44 personas.

Viajes

  • Alemania (18 de agosto a 21 de agosto de 2005): el papa llegó a Alemania el 18 de agosto para participar en la XX Jornada mundial de la juventud en Colonia. Se entrevistó con el PresidenteHorst Köhler, el Canciller Gerhard Schröder, la líder de la oposición Angela Merkel y otras personalidades, visitó la famosa Catedral de Colonia, donde están las reliquias de los Santos Reyes Magos. El papa visitó la sinagoga de la comunidad judía en Colonia, que es la comunidad judía más antigua en el norte de los Alpes. Benedicto y su inmediato predecesor Juan Pablo II son los únicos dos papas desde San Pedro que han visitado una sinagoga. También habló con representantes de las comunidades islámica y protestante de Colonia. El 21 de agosto, celebró una misa con un millón de jóvenes presentes.

  • Polonia (25 de mayo a 28 de mayo de 2006): el papa empezó su visita justo después de las 11.00, del 25 de mayo, aterrizando en el Aeropuerto Militar de Okeçie en Varsovia. Durante su visita, casi siempre habló en polaco, confirmando los reportes que a sus 78 años de edad había tomado cursos intensivos en dicho lenguaje. Después de una ceremonia de bienvenida, Benedicto fue llevado en el papamóvil a la Catedral de Varsovia, donde lo esperaban unos doscientos clérigos. Llevó a cabo una visita oficial al Palacio Presidencial y después durante el día llevó a cabo una entrevista con líderes de varias religiones. El papa celebró una misa al aire libre en la plaza de Pilsudski en Varsovia el 26 de mayo, visitó el santuario mariano de Jasna Góra en Czestochowa y arribó a Cracovia. En 27 de mayo el Pontífice fue a Wadowice, lugar de nacimiento de su predecesor, al santuario de Kalwaria Zebrzydowska, la Basílica de la Divina Misericordia y la Catedral de Wawel. En su último día de visita (27 de mayo), Benedicto XVI celebró una misa en el parque de Blonia en Cracovia para unos 900.000 peregrinos, y después rezó en el Campo de Concentración nazi de Auschwitz-Birkenau.

  • España: (por primera vez) a petición del rey Juan Carlos y de los obispos católicos, el papa visitó España, específicamente Valencia, en ocasión del Encuentro Mundial de las Familias, que se llevó a cabo del 8 de julio al 9 de julio de 2006. Asimismo, se reunió con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero para tratar de suavizar las tensas relaciones de la Iglesia con el gobierno socialista a raíz de la aprobación de leyes como el matrimonio homosexual, que han llevado a serios desencuentros.
  • Alemania: del 9 al 14 de septiembre de 2006, volvió a viajar a Alemania, concretamente a Baviera, con visitas a MúnichRatisbona y Altötting, así como su lugar natal, Marktl am Inn. Se detuvo también en la tumba de sus padres y de su hermana. Durante un discurso académico en la Universidad de Ratisbona, donde había sido profesor, incluyó una cita sobre el Islam (declaraciones acerca del Islam) que desencadenó enérgicas protestas en países de mayoría musulmana. El Sumo Pontífice ha insistido en la mala interpretación de su comentario y ha manifestado su respeto a todos los seguidores del Islam.
  • Turquía: tras las polémicas declaraciones en su discurso de Ratisbona, rodeado de escoltas , Benedicto XVI visitó Turquía entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 2006. Llegó el 28 de noviembre al aeropuerto de Ankara, donde se encontró con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, antes de que éste viajara a Riga, capital de Letonia, para una cumbre de la OTAN. Más tarde el papa visitó el mausoleo de Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la república turca, y mantuvo una entrevista con el presidente de Turquía Ahmet Necdet Sezer. También se entrevistó con Alí Bardakoglu, ministro de asuntos religiosos, y alta autoridad islámica en Turquía, y el último acto del día fue una recepción al Cuerpo Diplomático en Ankara, que tuvo lugar en la Nunciatura Apostólica. El 29 de noviembre el papa viajó a Éfeso, donde celebró una misa el la Casa de la Virgen María y por la tarde se trasladó a Estambul, donde tuvo un encuentro con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa GriegaBartolomé I, rezando juntos en la iglesia patriarcal de San Jorge. El 30 de noviembre el papa asistió en esa misma iglesia a la celebración ortodoxa del día de San Andrés, patrono de la Iglesia Ortodoxa Griega. El papa y el patriarca firmaron una declaración conjunta, con un mensaje sobre la unidad de las dos Iglesias. El mismo día el papa visitó Santa Sofía, la que fue iglesia principal del Patriarcado griego cuando la ciudad se llamaba Constantinopla, antes de la conquista turca en 1453. Hoy en día es un museo, después de haber sido mezquita durante el Imperio Otomano. A esta visita siguió la de la cercana Mezquita Azul (Mezquita del Sultán Ahmet) donde rezó junto al Gran Muftide Estambul. En otras tantas reuniones se entrevistó después con los líderes de otras tres comunidades religiosas en Estambul, el Patriarca Mesrob III Mutafyan del Patriarcado Armenio de Constantinopla, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Siria, y el Gran Rabino de la comunidad judía sefardí. El día 1 de diciembre el papa celebró una misa en la iglesia del Espíritu Santo, catedral católica de Estambul. Antes de la misa hubo una ceremonia donde liberó cuatro palomas blancas, símbolo de la paz, e inauguró un monumento al papa Benedicto XV. Después se dirigió al aeropuerto de Estambul para regresar a Roma. «Una parte de mi corazón se queda en Estambul» dijo el papa en su despedida.
  • Brasil: el 9 de mayo de 2007 el papa Benedicto XVI inició una visita pastoral de cinco días, la primera a América Latina, con motivo de la celebración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en el santuario mariano de Aparecida, a 169 km de São Paulo. El día 11 de mayo de 2007, ante poco más de un millón de católicos Benedicto XVI canonizó al religioso Antonio de Santa Ana, mejor conocido como Fray Galvão, que se convertía así en el primer santo nacido en Brasil. La ceremonia fue oficiada en portugués, idioma que el sumoPontífice utilizó desde el primer momento en que pisó tierra brasileña. El domingo, en su último día de visita a Brasil, el papa presidió la Santa Misa que inauguró la V Conferencia General del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe, y predicó la homilíadonde lanzó un llamado a la jerarquía católica del mundo, para alejar a la iglesia de la política. El papa refirió a Latinoamérica como el contiente de la esperanza, y señalo que la fe, no es una ideología política, ni un movimiento social, ni un sistema económico. Así mismo el máximo líder de la iglesia católica expresó su preocupación por los autoritarismos que han resurgido en Latinoamérica y pronunció un fuerte discurso en los que condeno la corrupción de los políticos, el egoísmo de los empresarios y la ironía de los medios de comunicación al referirse a la virginidad e inclusive los desvíos sexuales dentro de la iglesia. La celebración se realizó frente a un millón y medio de fieles aproximadamente. La visita del obispo de Roma a Latinoamérica se da en un momento difícil para el catolicismo en el mundo, que enfrenta situaciones como la despenalización del aborto en la Ciudad de México y el caso mismo de Brasil, donde el gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva pretende la despenalización parcial del aborto.
  • Austria: del 7 al 9 de septiembre de 2007 el Santo Padre realizó un viaje apostólico a Austria. El primer día el presidente lo recibió por la mañana en el aeropuerto y por la tarde dirigió un importante discurso sobre la Europa actual. El siguiente, visitó y ofició una Misa en la explanada del Santuario de Mariazell (donde rezó ante la Virgen). El viaje se realizó precisamente con ocasión del con ocasión del 850 aniversario de la fundación de este santuario mariano. El último día presidió otra Misa en la Catedral de San Esteban en Viena y rezó el Ángelus Domini. Por la tarde visitó la abadía y se reunió con el mundo del voluntariado.
  • Estados Unidos de América: del 15 al 21 de abril de 2008 el Santo Padre realizó un viaje apostólico a EE.UU. En este viaje celebró su 81 cumpleaños y el III aniversario de su elección en 2005. Los días 15, 16 y 17 el papa estuvo en Washington, el día 18 en la sede de la Organización de las Naciones Unidas y los días 18, 19, 20 y 21 en New York.
  • Australia: del 17 y el 20 de julio de 2008. Fue su primera visita a ese país. Se desarrolló con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud.
  • Francia: el papa visitó Lourdes con ocasión del 150.º de las apariciones de la Santísima Virgen a Bernadette Soubirous, del 12 al 15 de septiembre de 2008. El viaje ha incluido también una breve estancia en París.
  • África: visita de Benedicto XVI a Camerún y Angola entre el 17 y el 23 de marzo de 2009
  • Malta: 17-18 de abril 2010
  • Portugal: Visita de Benedicto XVI a Portugal del 11 al 14 de mayo de 2010
  • Chipre: 4-6 de junio 2010
  • Gran Bretaña: visita del Santo Padre a Gran Bretaña.
  • España (por segunda vez): visita a las ciudades de Santiago de Compostela y de Barcelona, los días 6 y 7 de noviembre de 2010. Los documentos sobre este viaje están recogidos en la página del Vaticano.
  • Croacia: 4-5 de abril de 2011, con motivo de la jornada nacional de las familias católicas en ese estado.
  • España (por tercera vez): en agosto de 2011, vuelve a España para el evento religioso de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.
  • Benin, del 18 al 20 de noviembre de 2011, con motivo de la entrega de la exhortación apostólica post-sinodal «Africae munus», dedicada al continente africano.
  • México, el 23 de marzo de 2012, llegó al primer país de habla hispana en América. Visitó las ciudades de León (Guanajuato)Silao y Guanajuato (Guanajuato). Se eligió esta entidad por su altitud (por debajo de la Ciudad de México), y por la alta presencia de católicos a nivel nacional.
  • Cuba: el 26 de marzo de 2012, se efectúo el segundo viaje de un papa a la isla de Cuba, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Santiago de Cuba a las 16:00 proveniente del Aeropuerto Intenacional de Guanajuato. Se eligió esta ciudad para cumplir con la visita al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre y fue recibido por el pesidente Raúl Castro.
  • Líbano, del 14 al 16 de septiembre de 2012, para entregar la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Medio Oriente.

Renuncia

El 11 de febrero de 2013 el papa Benedicto anunció por sorpresa su dimisión del cargo, alegando «falta de fuerzas». El anuncio lo realizó en latín, en el consistorio de canonización de losmártires de Otranto. Según sus palabras:

He llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio. Con total libertad declaro que renuncio al Ministerio de obispo de Roma y sucesor de Pedro.

Dicha dimisión se hará efectiva el 28 de febrero a las 20.00 horas, en que la Sede papal quedará vacante y deberá celebrarse un cónclave que elegirá a un nuevo papa. Durante el tiempo de sede vacante Benedicto XVI residirá en Castel Gandolfo, para retirarse posteriormente a un monasterio, según explicó el portavoz de la Santa Sede. La renuncia de un papa no es muy habitual, y esta será la primera desde 1415 —con Gregorio XII, obligado a dimitir en el Concilio de Constanza para dar fin al Cisma de Occidente—, y la primera por voluntad propia desde 1294 —con Celestino V, que renunció para hacerse ermitaño—. En el momento de anunciar su renuncia el papa Benedicto tenía 85 años, y llevaba casi ocho de pontificado.

Críticas y problemas

  • Ratzinger llevó las riendas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo que le hizo ganarse críticas de «duro» y «conservador» entre los sectores más progresistas de la Iglesia. Fue polémico su enfrentamiento con su amigo y rival, el teólogo Hans Küng, lo cual incrementó su fama de intransigente, acusación que ni el propio Küng comparte. Ambos eran compañeros de juventud en la Universidad de Tubinga, donde ejercían como profesores de Dogmática y defendían de forma entusiasta las reformas aperturistas del Concilio Vaticano II. Pero tras mayo de 1968, Ratzinger se fue haciendo más conservador y crítico con las posiciones teológicas más liberales y relativistas, mientras Küng radicalizó su pensamiento y fue desarrollando una teología muy crítica con los dogmas (especialmente con el de la infalibilidad papal). En 1979 la Santa Sede suspendió a Küng para oficiar como sacerdote y enseñar teología católica, polémica decisión que los partidarios de Küng atribuyeron a Ratzinger. Sin embargo, en septiembre de 2005, unos meses después de iniciado su papado, Ratzinger invitó a Küng a su residencia en Castelgandolfo para departir amistosamente sobre cuestiones teológicas en las que venía trabajando Küng y que interesaban al papa, aunque dejando de lado las viejas polémicas en torno a la dogmática. Küng, desde su ecumenismo, piensa ahora que Benedicto XVI podría llegar a ser el renovador de la Iglesia que como cardenal no fue.

  • En una carta dirigida por el cardenal Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington DC, y a monseñor Wilton Gregory, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), con ocasión de la reunión plenaria de primavera que este organismo, se sostiene una posible disparidad de opiniones entre los católicos hacia la pena de muerte, que contrasta con la posición sobre la eutanasia y el aborto:

Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.

Carta de J. Ratzinger, al cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington DC

En el párrafo anterior de esa misma carta, se dicen unas palabras importantes para situar esta cita en su contexto:

Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital.

  • Durante una visita a su Baviera natal, el 12 de septiembre de 2006 Benedicto XVI pronunció un discurso en la Universidad de Ratisbona citando una discusión acaecida entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1350-1425) y un persa recogido en la obra publicada en los años 60 ‘Conversaciones con un musulmán, Séptimo coloquio’, del teólogo alemán de origen libanés Theodore Khoury:

«En el séptimo coloquio editado por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la ‘yihad’ (…) de manera sorprendentemente brusca se dirige a su interlocutor simplemente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia, en general, diciendo: ‘Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba’. El emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. ‘Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…» Discurso de Benedicto XVI el 12 de septiembre de 2006 en Baviera

El texto enfureció a numerosos clérigos y creyentes musulmanes, que consideraron una insensibilidad o un desatino citar un texto antiguo donde se desacreditaba a todo el Islam como «violento y malvado». El papa afirmó días después que se habían malinterpretado sus palabras y lamentó que hubiese habido quien las hubiera interpretado erróneamente, tanto en el mundo islámico como en Occidente; ese mismo año hizo un acercamiento a personalidades de otras religiones, tras reunirse con líderes de Turquía y con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

De todas formas, el Instituto de Retórica de la Universidad de Tubinga le concedió al discurso, en decisión de 18 diciembre, el premio al mejor discurso del año 2006. El Jurado indicó que había sido malinterpretado intencionadamente. En época de fundamentalismos religiosos -así decía la motivación del jurado-, este discurso suponía «una determinación -muy comprometida, de gran precisión argumentativa y llena de referencias históricas- de la fe cristiana desde el espíritu griego», un discurso «magistralmente construido en su composición sinfónica y a la vez coherente».

  • En el libro publicado en 2010 cuyo autor es el periodista alemán Peter Seewald y titulado La luz del mundo. El papa, la iglesia y las señales del tiempo, Benedicto XVI consideró el uso depreservativos en determinados usos como un primer paso hacia la moralización, en el caso de prostitución de alguien con SIDA.

…puede ser un primer paso para abrir la vía a una sexualidad más humana, vivida de otro modo.

  • El jueves 24 de mayo de 2012 el Consejo de Vigilancia del Instituto para las Obras de Religión (I.O.R.), conocido como el Banco Vaticano votó a favor del cese del presidente Ettori Gotti Tedeschi, un economista de 67 años, según algunas fuentes miembro, según otras solamente cercano, del Opus Dei, amigo del Papa, por supuestas «irregularidades en su gestión» (el I.O.R. estaba siendo sometido desde hacía casi un año a una investigación judicial por supuesta violación de las normas de blanqueo de capitales). Gotti Tedeschi, tras el voto de desconfianza y un durísimo comunicado, dimitió inmediatamente y declaró: «Prefiero no hablar. Si lo hiciera, solo diría palabras feas. Me debato entre el ansia de explicar la verdad y no querer turbar al Santo Padre con tales explicaciones». Un largo informe de Gotti Tedeschi tras su dimisión, escrito para ser entregado al Papa, acabó en manos de la Fiscalía de Roma, al ser descubierto casualmente por la policía de Roma, que investigaba un caso totalmente ajeno.
  • Detención del mayordomo del papa. El viernes 25 de mayo de 2012 se filtra a la prensa que dos días antes la Gendarmería del Vaticano había detenido al mayordomo del papa, Paolo Gabriele, de 46 años, casado y con tres hijos, supuestamente por revelar y difundir documentos secretos (aparecidos en diversos medios y en el libro Su Santidad: los papeles secretos de Benedicto XVI) que el secretario personal de Benedicto XVI, el sacerdote alemán Georg Gänswein, guardaba en su pequeña oficina del apartamento papal. El portavoz del Vaticano, el padreFederico Lombardi llega a admitir que la Iglesia católica está sufriendo su particular «Vaticanleaks». Pocos días después de la detención del «cuervo» (nombre habitual en Italia para este tipo de actuaciones), el papa se refiere al asunto, recordando que Jesús también fue traicionado, y acusando a los medios de comunicación de magnificar el problema.

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