Introducción:
El presente trabajo de las leyes sobre los sacrificios nos muestra “La demanda de Dios por la santidad y su provisión para la misma, mediante la expiación del pecado por sacrificios y una adoración adecuada”. Este marco sacrificial usado en el Antiguo Testamento no es aplicado en nuestro tiempo, ahora Dios ya no desea sacrificios, pues, desde que Jesucristo dio su vida en la cruz para librar a toda la humanidad de un vez y para siempre del pecado, él se convirtió en el sacrificio perfecto y en nuestro Sumo Sacerdote que intercede por nosotros ante el Padre en todo momento, no solo una vez al año, y él no necesita ofrecer sacrificios por sus propios pecados, pues él es el cordero sin mancha que quita el pecado del mundo. (He5:3; 10:12,14)
La idea central sobre estas leyes es establecer un marco legal sobre los estatutos de los sacrificios estrechamente relacionados al tema de la purificación del pueblo y la santidad. Levíticos. 11:44 “Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo…”
Como la revelación era el medio que usaba Dios para acercarse a su pueblo, así el sacrificio era el medio por el cual su pueblo podía acercarse a Dios. Jehová mandó: “…y ninguno se presentará delante de mi con las manos vacías” (Ex 34:20; Dt 16:16)
¿Cómo se originó la idea del
sacrificio? El sistema sacrificial fue instituido por Dios para ligar a la nación israelita a El mismo. Sin embargo, se remontan los sacrificios al período primitivo de la raza humana. Se menciona el acto por primera vez en Génesis 4, el caso de Caín y Abel. Probablemente Dios mismo enseñó a los hombres a ofrecer sacrificios como medio de acercarse a El. La idea quedó grabada en la mente humana y la costumbre se transmitió a toda la humanidad.
No se sabe si los israelitas antes de llegar a Sinaí, conocían y distinguían claramente las diversas clases de ofrendas. Ya como nación libertada de la esclavitud de Egipto, como pueblo del pacto, recibió instrucciones especificas con respecto a los sacrificios.
En el presente trabajo estudiaremos las leyes que regían dichos sacrificios. Espero amigo lector que disfrute el presente trabajo.
A. LEYES DE LOS SACRIFICIOS
1. Ideas relacionadas con el sacrificio:
a) EI motivo básico de los sacrificios es la sustitución, y su fin, la expiación.
Levítico 17:11 es el texto clave en cuanto a la expiación: “La vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas».
¿Qué significa la sangre como Principio vital? “No tiene significado en si misma sino como símbolo y evidencia de que se quitó la vida de un animal inocente para pagar por los pecados del culpable. Por lo tanto la sangre usada en la expiación simboliza una vida ofrecida en la muerte.
Esta posibilidad de lograr la expiación del pecado mediante un sacrificio substitutivo evidencia la gracia divina. Si no fuera por los sacrificios, quedaría anulada toda posibilidad de que el hombre se acercara a Dios.
Por más que el hombre se esforzara por cumplir la ley, fracasaría por debilidad moral. Así que mientras la ley revela las exigencias de la santidad de Dios, la expiación por medio del sacrificio manifiesta la gracia divina que cumple las demandas de Dios.
b) La segunda idea relacionada con el sacrificio es la consagración. Al poner las manos sobre el animal antes de de degollarlo el oferente se identifica con él.
c) La idea de mayordomía o administración de los bienes materiales se ve también en la ley de los sacrificios.
d) También está presente la idea de gozosa comunión con Dios en las ofrendas de paz, pues el oferente participa de la carne sacrificada en un banquete sagrado.
e) Naturalmente se encuentra también la idea de adoración en el sistema sacrificial. Sacrificar equivale a “rendir culto a Dios, atribuirle gloria por ser el Dios de quien dependemos y a quien debemos el culto y la sumisión”
2. Las clases de animales que se ofrecían:
La ley no admitía más que estas cinco especies de animales como aptas para el sacrificio: El ganado vacuno, la oveja, la cabra, la paloma y la tórtola.
Se sacrificaban solamente animales domésticos porque eran apreciados por sus dueños, costosos y sumisos. De otro modo no podrían ser figura profética de Aquel que “como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca” (Is 53:7). El animal tenía que ser sin mancha, simbolizando al Redentor sin tacha.
3. La manera en que se ofrecían los sacrificios:
Los pasos en el acto del sacrificio eran:
a) El oferente llevaba personalmente el animal a la puerta del cerco del tabernáculo donde estaba el altar del holocausto.
b) Luego el oferente ponía las manos sobre el animal para indicar que era sustituto.
c) El oferente lo degollaba como señal de la justa paga de sus pecados. Así fue el caso de Jesús: La muerte fue la consecuencia lógica de haber cargado con el pecado de todos nosotros (Is 53:6).
LAS OFRENDAS:
Aquí se encuentran detalladas las cinco ofrendas principales que los israelitas hacían a Dios. Hacían estas ofrendas para que sus pecados fueran perdonados y para restablecer su relación con Dios. La muerte de Jesucristo hizo estos sacrificios innecesarios. Ya que debido a su muerte nuestros pecados fueron perdonados completamente y restaurada nuestra relación con Dios.
| OFRENDA PROPOSITO SIGNIFICADO TIPIFICACION |
Holocausto para pagar por mostraba la devoción a La muerte de Cristo
Levítico 1 y 6. pecados en general Dios de una persona fue la ofrenda
Requerida perfecta
Oblación u para mostrar honor Reconocía que todo Cristo fue el
ofrenda de y respeto a Dios en lo que tenemos le hombre perfecto
alimento la adoración pertenece a que se dio a si
Levítico 2 y 6 a Dios a mismo a Dios y a
Voluntaria los demás
Ofrenda de paz Para expresar Simbolizaba paz y comu- Cristo es el único
Levítico 3, 7 gratitud a Dios nión con Dios medio para tener
Voluntaria comunión con DiosOfrenda por el Para pagar por pecados no inten La muerte de Cristo
Pecado, Levítico cionales de impureza, negligencia restaura nuestra rela-
4, 5 y 6 o imprudencia. Restauraba al ción con Dios
Requerida pecador a la comunión con Dios;
mostraba la seriedad del pecado.Ofrenda por Para pagar por pecados Compensaba a las La muerte de Cristo
la culpa contra Dios y contra otros. Partes afectadas nos libera de las con
Levítico 5, 6 y 7 Se hacía un sacrificio para secuencias mortales
Requerida Dios y se compensaba o del pecado
se pagaba a la persona
afectada
B. LAS CLASES DE OFRENDAS
- I. Ley del holocausto. Caps. 1:1-17; 6:8-13:
Cita bíblica: Lev 6:9 Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él… 12 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. 13 El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará”.
El holocausto se destacaba entre las ofrendas porque era consumido enteramente por el fuego sobre el altar; era considerado el más perfecto de los sacrificios. Aunque tenia el aspecto expiatorio, representaba primordialmente la consagración del oferente, pues la victima se quemaba entera para Jehová. El termino “holocausto” significa “lo que sube” dado que el material sacrificado se transformaba en otro, el humo y las llamas que subían a Dios como perfume grato. La expresión “olor grato a Jehová” es la manera humana de decir que Dios se agrada de la ofrenda. El apóstol Pablo aludía al holocausto cuando exhortaba a los creyentes a presentar sus cuerpos en sacrificio vivo (Ro 12:1). Al igual que el holocausto cuando el creyente se consagra entera y gustosamente al Señor, el fuego divino transforma su ser a fin de que suba al cielo el aroma de su sacrificio.
Todas las mañanas y todas las tardes delante del tabernáculo se ofrecía un cordero en holocausto para que Israel recordara su consagración a Dios (Ex 29:38-42). De la misma manera conviene que renovemos nuestra consagración diariamente.
Se permitía que los pobres ofrecieran palomas o tórtolas en lugar de animales de ganado para que todos pudiesen demostrar su consagración. Era tan grato a Dios el olor que subía del ave ofrecida por el pobre como el del becerro sacrificado por el rico.
Jesús se consagró al padre en el rio Jordán y toda su vida terrenal y su muerte en la cruz fueron como el aroma del holocausto subiendo al cielo. El Padre le dijo: “Tu eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.
II. Ley de la oblación u ofrenda de alimento. Caps. 2:1-16; 6:14-23:
Cita bíblica: Lev 6:14 “Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecerán los hijos de Aarón delante de Jehová ante el altar. 15 Y tomará de ella un puñado de la flor de harina de la ofrenda, y de su aceite, y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar por memorial en olor grato a Jehová…”
El vocablo traducido “oblación” significa en hebreo “acercamiento”; pues el creyente debe traer una dadiva al acercarse a Dios. La oblación no era un sacrificio animal; consistía en producto de la tierra que representaban el fruto de las labores humanas: Incluían flor de harina, panes ácimos fritos y espigas tostadas. Probamente no se presentaba sola sino acompañada de los sacrificios pacíficos u holocausto (Nm 15:1-16). Una porción pequeña se quemaba sobre el altar y lo restante pertenecía a los sacerdotes, salvo cuando el sacerdote era el oferente (en tal caso era quemado).
Significaba la consagración de los frutos de la labor humana a Dios. El oferente reconocía que Dios le había provisto su pan cotidiano. Se ofrecía lo mejor que el oferente tenía y esto enseña que nuestras dádivas a Dios deben ser de alta calidad. También la oblación enseña a los creyentes que les corresponde sostener a los que les ministran las cosas sagradas (1 Co 9:1-14)
Había ciertas disposiciones en cuanto a la ofrenda de alimento:
a) Se echaba aceite sobre la oblación o se le incluía en los panes y tortas. El aceite es un símbolo del Espíritu Santo.
b) Se ofrecía incienso con la oblación. El incienso representa la oración, intercesión y alabanza (Sal 141:2; Ap 8:3,4)
c) Eran ofrendas sin levadura ni miel. La levadura y la miel causan fermentación y se las considera por lo general símbolos bíblicos de corrupción.
d) Se añadía sal a la ofrenda. La sal representa incorrupción y pureza. También era símbolo de amistad, de lealtad, de alianza perpetua (Nm 18:19)
- III. La ley del sacrificio de paz. Caps. 3:1-17; 7:11-34; 19;5-8; 22;21-25
Cita bíblica: Lev 7:11 Y esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecerá a Jehová: 12 Si se ofreciere en acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. 13 Con tortas de pan leudo presentará su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de paz…
7:15 Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.
Era la ofrenda completamente voluntaria. Su rasgo distintivo era que la mayor parte del cuerpo del animal sacrificado era comido por el oferente y sus invitados en un banquete de camaradería entre Dios y el hombre.
Dado que era una ofrenda voluntaria, se aceptaba (excluyendo aves) cualquier animal limpio de ambos sexos. Se rociaba la sangre sobre el altar y se quemaba el sebo y los riñones. Así Dios recibía lo que se consideraba la mejor parte y la más rica. El pecho del animal era elevado y mecido por el sacerdote delante de Jehová en señal de dedicárselo a El. Después los sacerdotes tomaban el pecho y la espaldilla derecha como su porción. El resto del animal sacrificado era comido en un banquete dentro del recinto del tabernáculo el mismo día. El que ofrecía el sacrificio invitaba al banquete a otros, especialmente al levita, al pobre, al huérfano y a la viuda, así convirtiéndolo en una verdadera comida de amor y comunión (Dt 12; 6,7, 17-18).
Aunque este sacrificio incluía la idea de expiación, el significado mayor era la comunión gozosa con Dios que acompaña la reconciliación con Él. Puesto que el sacrificio pertenecía al Señor, Dios era el que brindaba el banquete y el oferente y los invitados eran los huéspedes.
Había tres clases de sacrificio de paz:
- 1. La primera se llamaba acción de gracias porque expresaba agradecimiento por una bendición (Lev 22:29).
- 2. La segunda era hecha para cumplir un voto (Lev 22:21).
- 3. La tercera era una ofrenda voluntaria, una expresión de amor a Dios (Lev 2:21)
El sacrificio de paz se cumplió en Cristo “nuestra Paz” quien quitó la enemistad entre Dios y el hombre e hizo posible la comunión con Dios (Efe 2:14-16). En un aspecto es muy parecido a la Santa Cena.
Dios dijo al pueblo de Israel que llevaran su ofrenda de paz personalmente, con sus propias manos. Tenía que tomarles tiempo y esfuerzo expresar su gratitud a Dios.
La ofrenda que era mecida ante el altar se la llamaba ofrenda mecida. La parte de la ofrenda que los sacerdotes mecían era para ellos. El movimiento hacia y desde el altar simbolizaba la ofrenda de los sacrificios a Dios y su regreso a los sacerdotes. Estas ofrendas ayudaban a sostener a los sacerdotes, quienes cuidaban la casa de Dios. El Nuevo Testamento nos enseña que la gente debe pagar a los ministros que los sirven. Nosotros deberíamos dar con generosidad a aquellos que nos ministran.
Dios dio a su pueblo muchas instrucciones y rituales que tenían que seguir. Todos los rituales en Levítico eran para enseñar al pueblo importantes lecciones. Pero después de un tiempo, el pueblo se volvió indiferente hacia el significado de estos rituales y empezaron a perder contacto con Dios.
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IV. Ley del sacrificio por el pecado o expiación. Caps. 4:1-5,13; 6:24-30
Cita bíblica: Lev 6:25 Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar donde se degüella el holocausto, será degollada la ofrenda por el pecado delante de Jehová; es cosa santísima.
Esta ofrenda era para expiar los pecados cometidos por ignorancia y yerro, incluso faltas tales como rehusar a testificar contra un criminal delante de un tribunal o jurar a la ligera (5:1-4).
Había diferentes grados en los sacrificios según la categoría de la persona que los ofrecía. Aunque Dios exige la misma santidad en todos, no todos tienen la misma luz y responsabilidad. El sumo sacerdote o la congregación tenia que ofrecer un becerro, el animal más costoso; el gobernante ofrecía un macho cabrío; y una persona del pueblo meramente una cabrita o muy pobres una medida de harina que era quemada sobre el altar. También el rito variaba según el rango de la persona que ofrecía el sacrificio. En el caso del sacrificio por el sumo sacerdote o la congregación, se rociaba la sangre siete veces ante el velo en el lugar santo del tabernáculo, pero en el caso de una persona del pueblo, el sacerdote rociaba la sangre por los cuernos del altar, el lugar mas visible. Era como dijo Jehová en la pascua: “Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Ex 12:13).
Como el sacrificio por el pecado tenía el propósito de expiar las faltas, no se permitía al oferente comer la carne del animal, pero si se daba al sacerdote oficiante una porción por su ministerio. De aquí venia el dicho: el sacerdote come los pecados del pueblo. El sacerdote tenia que coger la carne en el lugar santo para señalar que el pecado había sido perdonado. Pero cuando el oferente era un sacerdote, todo el cuerpo de la res era quemado sobre el altar del holocausto o fuera del campamento, de otro modo el sacerdote se beneficiaría con su pecado comiendo del sacrificio que él mismo había ofrecido.
El día de expiación.
Era el día más solemne del calendario judío. (Lev.16). El día de la expiación se celebraba el 10 de Tishri (octubre). Este día no se podía trabajar y había un ayuno obligatorio que era precisamente ese mismo día. Los sacerdotes no podían entrar al santuario sino que se identificaban con todo el pueblo. Israel como pueblo ofrecía sacrificios por sus pecados, y el Sumo Sacerdote era el único que podía entrar y ofrecía él primero por su propio pecado y luego por los del pueblo.
En el Antiguo Testamento las impurezas ceremoniales o morales hacían necesaria la expiación, los motivos eran varios, como: El flujo de sangre femenino, la contaminación al tocar o manipular un muerto. También ciertos objetos materiales considerados sagrados, como el altar y el tabernáculo podían potencialmente contaminarse, y era necesario hacer expiación por ellos. Sin embargo, básicamente la expiación se hace por el pecado que contamina tanto al hombre como a las cosas, y del cual la impureza ceremonial es solo una ilustración de una real impureza espiritual.
En el Nuevo Testamento hasta la actualidad el Hijo de Dios, Jesucristo con carácter expiatorio fue previsto ya desde la eternidad, anunciado proféticamente para nosotros en el culto ritual del Antiguo Testamento y consumado en la cruz del Calvario.
Jesucristo era consiente de que su sufrimiento y muerte final eran parte de su llamado. Muchas veces durante el curso de su ministerio Jesús se refirió a en forma velada y figurada a la forma de su muerte futura, pero poco a poco les fue manifestado a sus discípulos con toda claridad que debía de morir. El fue el Cordero Perfecto y sin pecado que expió nuestros pecados.
- Ley del sacrificio por la culpa o por diversas transgresiones. Caps. 5:14-6:7; 7:1-7:
Cita bíblica: Lev 7:1 “Asimismo esta es la ley del sacrificio por la culpa; es cosa muy santa. 2 En el lugar donde degüellan el holocausto, degollarán la víctima por la culpa; y rociará su sangre alrededor sobre el altar…5 Y el sacerdote lo hará arder sobre el altar, ofrenda encendida a Jehová; es expiación de la culpa”
Aunque esta ofrenda era muy semejante al sacrificio por el pecado, se ofrecía en caso de violación de los derechos de Dios o del prójimo, tales como descuido en el diezmo, pecados relacionados con la propiedad ajena y robo. El ofensor que quería ser perdonado confesaba en restitución al defraudado y añadiendo a eso una quinta parte más como multa sacada de sus posesiones. Si no era posible hacer la restitución al defraudado o a algún pariente de él, tenia que entregarla al sacerdote, (Nm 5:8). Pero no era suficiente reparar el mal hecho a su prójimo y a la sociedad: Se demandaba ofrecer en sacrificio un carnero sin defecto como señal de pesar y arrepentimiento. El ofrecer un animal de tanto valor simboliza el alto costo del pecado y reavivaba el sentido de la responsabilidad delante de Dios.
Evaluación de los sacrificios:
El sistema de sacrificios no quitaba el pecado realmente, “porque la sangre de los toros y de los machos cabios no puede quitar los pecados” (He 10:4). Solamente la sangre del Hijo de Dios nos limpia de todo mal”.
Sin embargo los sacrificios tenían valor porque era como una promesa escrita de que Dios mismo proveería el medio. Tenían un valor simbólico hasta que Jesús ofreciera el verdadero sacrificio. Al poner su fe en Dios y en su provisión, simbolizada por los sacrificios, el creyente era considerado justo (justificado por la fe, ver Romanos 5:1).
Es sistema de sacrificios preparó por otro lado la mente de los hebreos para entender las ideas de expiación y redención.
Es cosa muy santa: Literalmente, santísima (en hebreo, kodeshkodeshim , en alusión a lo sagrado de la ofrenda por la culpa, en comparación con todas las demás cosas apartadas para el Señor.
Conclusión:
El hombre nunca ha podido ser obediente a Dios, cuando fue puesto en el huerto del Edén, había una sola prohibición, que era: no comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal porque si lo hacia moriría, pero no le creyó a Dios y comió de él. Esto es conocido como “la caída del hombre”, y desde ese tiempo el hombre continúa de pecado en pecado. Se había convertido en un pecador contumaz, porque no conocía la verdadera naturaleza del pecado.
Cuando Dios les da la ley por medio de Moisés en el monte Sinaí, el hombre ya no podía tener excusa de que no conocía el pecado, pues la ley es como un espejo que refleja el pecado, por eso la ley es justa y santa. El pueblo judío había visto el poder y la presencia de Dios con ellos desde que los sacó de Egipto, pero de continuo desconfiaban de la autoridad divina y renegaban, es por esta razón que Dios tuvo que darles leyes, estatutos y ordenanzas para que pudieran caminar en obediencia, y tuvieran el medio para acercarse a él.
Podemos concluir que las leyes sobre los sacrificios es el marco legal que Dios estableció para que el hombre no se perdiera y pudiera estar y vivir en plena armonía con su creador, aun en medio del pecado por su debilidad moral.
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