El Origen de las Secta de los Mormones

El origen de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) llamados «mormones» puede trazarse hasta el siglo 19 en los EEUU, cuando Tomás Campbell y su hijo Alexander Cambpell iniciaron el “Movimiento de la Restauración”. Yo sé que en la mayoría de los libros acerca del mormonismo no se menciona esta conexión, pero es importante que ustedes sepan que la historia no sucede en un tubo de ensayo al vacío. Los sucesos y las cosas tienen una explicación para su existencia. Siempre hay una serie de circunstancias que actúan como catalizadores  que originan la concepción y el nacimiento  de los hechos históricos.

Mientras que el humanismo secular les va a decir que la historia se manifiesta en caos solamente, que no hay un orden lógico, una secuencia coherente de los acontecimientos históricos, la Biblia, por el contrario, nos enseña que hay un orden inherente en la historia. Las cosas no suceden así porque sí, siempre hay una razón para que pasen. Y en el siglo 19 ocurrieron  cambios sustanciales en la sociedad occidental, los que entre otras cosas trajeron el surgimiento de las sectas e introdujeron prácticas ocultistas de diversas fuentes. La iglesia cristiana no se percató de estos cambios, y por ello, millones de gentes abandonaron el cristianismo para seguir a las sectas y los grupos ocúlticos.

Cambios que trajo el  Siglo XIX

1. Revolución Industrial — Grandes sectores de la población se trasladaron del campo a las ciudades a trabajar en las fábricas. La sociedad se movió de una economía agricultural a una industrial. Las iglesias locales perdieron un gran número de miembros y los miembros perdieron su conexión con la iglesia local. Cuando la gente se traslada de pequeñas comunidades a grandes metrópolis, como Nueva York, Chicago, Londres o Berlín, ¿qué sucede?  En las grandes ciudades se disfruta de anonimato, se puede pecar, nadie nos vigila, las restricciones desaparecen, no existe ya más la pequeña iglesia de pueblo, el pastor no está ya más a un tiro de piedra, los vecinos que nos conocen desde pequeños ya no están, y la moral decae. Este tipo de inmigración fue fatal para el cristianismo en general.

2. Cambio en la filosofía y la religión — La Biblia, el Cristianismo, y la religión en general fueron atacadas fieramente por los pensadores seculares.  Los liberales comenzaron a influenciar a los cristianos, y junto con los paganos atacaron la Biblia vehementemente. El cristianismo fue desacreditado en la mayoría de la universidades del país.

3. Gran avance en la tecnología de las comunicaciones — Surge el telégrafo y florece la producción de imprentas y rotativas.  Los periódicos comenzaron a publicarse frecuentemente y las noticias viajaban de nación a nación rápidamente.

4. En el campo militar se comenzaron a fabricar armas de destrucción masiva, no tan masiva como las de hoy, por supuesto. El siglo 19 vio más guerras y batallas, y revoluciones, que cualquier otro siglo anterior. Los periódicos informaban de guerras prácticamente todos los días. Muchos pensaron que las palabras de Jesús en Mateo 24, “y oiréis de guerras y rumores de guerras …… se levantará nación contra nación ….”, estaban siendo cumplidas ante sus propios ojos.  Esta fue la época de Joseph Smith, el falso profeta y fundador de los mormones, quien anunció que el fin se acercaba, por ello llamó a su grupo  Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.  También surgió Mary Baker Eddy – fundadora de la Ciencia Cristiana (que no es ni científica ni cristiana). Recordemos a Madam Blavatsky, fundadora de la Teosofía, una mezcla de las artes ocúlticas occidentales con las enseñanzas hindúes. No pudieron faltar las hermanas Fox, las que promovieron el espiritismo, o sea, la comunicación con los muertos. Charles Taze Russell, a su vez, fundó las bases para el origen de los Testigos de Jehová. El matrimonio de los Fillmore fundó el grupo hereje llamado Unity School of Christianity. Algunos podrán recordar a Edgar Cayce, el profeta durmiente, que tenía revelaciones cuando entraba en trance – parecía que dormía. Fue él quien  fomentó la idea de los “años perdidos” de Jesús en la India. Todos estos surgieron en el siglo XIX.

5. Catástrofes naturales — En 1815, el polvo de erupciones volcánicas oscureció los cielos en varias partes del país y el planeta, provocando que la luna se viera rojiza y el sol ennegrecido. “El Fin del Mundo” pasó a ser la conversación de moda y un gran temor invadió a las masas. En noviembre 13 de 1833, una espectacular lluvia de meteoritos se pudo apreciar en toda la tierra. En una sola noche más doscientas mil estrellas fugaces alumbraron los cielos en forma magnífica. La gente pensó que se trataba de las potencias de los cielos siendo removidas, las estrellas cayendo de los cielos a la tierra, etc. – Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21 y Apocalipsis, presentan este tipo de lenguaje con referencia al tiempo del fin. Fue en medio de todo esto donde entraron a tener influencia los falsos profetas. Muchos fijaban fechas para el regreso de Cristo, y eran ellos los únicos que tenían la fecha exacta, por supuesto. Las enseñanzas de los falsos maestros se distribuían mundialmente gracias  al avance de los medios de comunicación. La pobreza avanzaba, la ignorancia era abismal, las guerras eran salvajes. Todo esto junto con el aumento del crimen, la proliferación de los guetos y la explotación miserable de los obreros en las fábricas, llevó a muchos a decir: ¡El fin está cerca! El fin del mundo era un tema popular y la histeria era colectiva en el mundo de habla inglesa.

Los Campbell

Como notamos anteriormente, es en medio de este clima de temor, incertidumbre y confusión, que entran en escena los falsos profetas que decían conocer la fecha exacta del fin del mundo y como prepararse para el evento. Gracias a la tecnología, cualquier falso profetta estaba en condiciones de imprimir y distribuir sus doctrinas y anuncios a un precio relativamente bajo en miles de revistas y libros. Fue en este caldo de cultivo, en medio de esta efervescencia, que los Campbell (Thomas ; y Alexander ) propulsaron el “Movimiento de la Restauración” (“The Restoration Movement). Ellos eran los restauradores del evangelio.

Algunos de sus postulados, a continuación :

1.                  La Iglesia Cristiana desapareció al final del primer siglo. El “verdadero” evangelio se perdió.

2.                Todas las iglesias protestantes, y por supuesto la católica, no eran iglesias cristianas.

3.                  Todos los credos y las confesiones a través de la historia debían ser declarados sin valor y por lo tanto ignorados.

4.                  Dios levantó a Alejandro Campbell para restaurar el verdadero evangelio y la verdadera iglesia cristiana, o sea, la iglesia apostólica pura.

5.                  El milenio comenzaría durante el curso de la generación presente.

6.                  El “verdadero” evangelio enseña que el “bautismo para la remisión de los pecados” es esencial para la salvación. Los “restauradores” hablaban de la “regeneración bautismal”.

7.                  El bautismo dado por otras iglesias no tiene poder para salvar. La persona tiene que ser re-bautizada.

8.                  Sólo nombres bíblicos deben ser usados para nombrar una iglesia. No es correcto usar nombres como bautistas, presbiterianos, metodistas, etc. Irónicamente, al principio se equivocaron y se llamaron “Bautistas Reformados”, pero luego, habiéndose percatado de tan “grave “error”, comenzaron a llamarse “Discípulos de Cristo”, “Iglesias de Cristo”, “La Iglesia Cristiana”, etc.

9.                  Nada se permite en las iglesias para lo cual no exista “libro, capítulo y versículo” donde apoyarse. Fue en base a esto que los “reformadores” del momento se opusieron a los instrumentos en la adoración, a las misiones, etc. Este postulado los ha llevado a miles de rencillas con las consecuentes divisiones. La Iglesias de Cristo se separaron de las Discípulos de Cristo y así sucesivamente, aun no han cesado de dividirse, ya sea por asuntos de velo, vestimenta, corte de cabello, uso de alhajas y maquillaje, etc., etc.

Las raíces “campbelitas” del mormonismo

La evidencia es más que contundente y muestra que el mormonismo surgió del campbellismo:

1.                  Los líderes más prominentes del mormonismo fueron predicadores en iglesias “campbelitas”. Muchos trabajaron personalmente con Alexander Campbell, entre ellos, Sidney Rigdon, Parley Pratt, Oliver Cowdery, etc.

2.                  Miles de integrantes de las iglesias “Discípulos de Cristo” se unieron a los mormones. Tal es así que Alexander Campbell llamó al mormonismo una imitación de Satanás de las iglesias Discípulos de Cristo.

3.                  Joseph Smith recibió el concepto de la “Restauración” y sus doctrinas peculiares directamente de Sidney Rigdon. Cuando Smith adoptó la mayoría de los postulados de la “Restauración”, se colocó el mismo como el restaurador del evangelio y la iglesia, en lugar de Alexander Cambell. Le cambió la foto al cuadro, en otras palabras.

Ejemplos:

a.                  La iglesia y el verdadero evangelio se perdieron o dejaron de existir en el primer siglo.

b.                  Todas las iglesias a partir de ese momento, son declaradas apóstatas.

c.                  Joseph Smith es el Restaurador.

d.                  Una iglesia debe tener solamente nombres bíblicos. ¿Cómo se llamaron los mormones en un principio? “Iglesia de Cristo”. Hasta hoy tienen en su nombre el mismo concepto.

e.                  Uno debe ser bautizado “para remisión de pecados”. Para ser salvo hay que ser bautizado por un sacerdote mormón.

f.                     El milenio comenzaría durante esa generación. Smith profetizó que Jesús retornaría entre 1891 y 1892.

g.                  Joseph Smith desafió a Alexander Campbell a un debate público sobre el tema de quién era el verdadero “Restaurador”.

Bien, una vez ubicados en la historia, podemos pasar a los particulares de la versión de Joseph Smith del inicio de la secta.

Origen oficial de la secta

La “revelación” inicial:

La secta fue iniciada oficialmente por Joseph Smith en 1830. A la edad de 14 años, en 1820, este hombre dijo que estando preocupado por el número de denominaciones cristianas fue a un bosque cercano a orar. Allí, a pesar de que la Biblia dice que nadie jamás ha visto al Padre, el Padre se le apareció en visión junto con Jesús y le dijeron que no debía asociarse con ninguna denominación existente. Según Joseph Smith, el quería saber a cual grupo se debería integrar.

Veamos lo que Joseph Smith dijo al respecto:

“Por consiguiente, de acuerdo con esta resolución mía de recurrir a Dios, me retiré al bosque para hacer la prueba. Fue en la mañana de un día hermoso y despejado, a principios de la primavera de 1820. . . . me arrodillé y empecé a elevar a Dios el deseo de mi corazón. . . . vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza . . . . Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Este es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo! . . . pregunté a los personajes que estaban en la luz arriba de mí, cuál de todas las sectas era la verdadera, y a cuál debía unirme. Se me contestó que no debía unirme a ninguna, porque todas estaban en error, y el personaje que me habló me dijo que todos sus credos eran abominación delante de Dios; y que todos los profesantes eran corruptos, se acercan a mí con sus palabras pero sus corazones están lejos de mí.”   (Joseph Smith,Historia de la iglesia, vol.1: 1 al 25)

En síntesis:

1.         “Todas las sectas estaban en el error” — esto elimina todas las denominaciones.

2.         “Todos los  credos eran abominación” — esto elimina la teología y los maestros.

3.         “Todos los profesantes eran corruptos” — esto elimina toda los miembros

¿Qué queda? Nada.  En treinta segundos, de un plumazo, Joseph Smith barrió con 1800 años de historia de la iglesia cristiana, con todos sus mártires, todos los grandes reformistas y teólogos, todos los concilios, credos y doctrinas. La agresividad u hostilidad nació de parte de ellos. Les digo esto porque los mormones hablan mucho de haber sido perseguidos en el pasado, un complejo de mártires que aun arrastran hasta hoy.

Bruce McConkie, el teólogo moderno más respetado de los mormones, (fallecido en 1984) en su libro Doctrina Mormona comenta sobre los orígenes de la reforma protestante y las “sectas” cristianas que se separaron de la Iglesia Católica:

“Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no son protestantes, y la Iglesia no es una iglesia protestante. La verdadera Iglesia no es una rama muerta cortada de un árbol muerto; es un árbol viviente plantado nuevamente en la viña del Señor, y crecerá y florecerá mucho después de que la viña haya sido quemada y cada rama y vid muertos hayan sido consumidos como paja.”  Bruce McConkie, Doctrina Mormona, p. 606.

Convendría recalcar, a pesar de la claridad de la declaración, que según los mormones, si usted es un cristiano protestante, no importa cuál sea su afiliación secundaria o la iglesia donde se congregue, usted es miembro de una rama (iglesia) muerta. Si usted es católico, es miembro de un árbol muerto, y en esto último los mormones pueden estar en lo cierto.

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